jueves, 10 de mayo de 2012

INOLVIDABLE


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Capítulo 24: Dulzura y rudeza…

Bella pov.

-Eres el mejor- le dije a Eleazar levantándome de mi sillón para abrazarle.
-Bueno… se merece tragar mierda como todos lo hemos hecho- dijo retirando el pelo de mi cara y poniendo mi cabeza en el hueco de su cuello- Tengo una sorpresa para ti- dijo emocionado y yo me separé un poco de él.
-¿Sorpresa?- dije ilusionada, él sabía cuánto me gustaban las sorpresas, pero sin ser excesivas.
-Si- dijo asintiendo y yo le sonreí- Vamos, lo tengo en mi despacho- dijo antes de besar mi frente y coger mi mano para salir fuera de mi despacho.
Nos encaminamos hacia su despacho, que estaba justo al lado del mío, y me puso las dos manos en mis ojos.
-No puedes ver nada- susurró emocionado y yo asentí.
Sentí el “clic” de la puerta al cerrarse y me destapó los ojos, viendo la preciosa sorpresa…
-No puede ser…- susurré mientras me acercaba a la mesa y tocaba con un cuidado extremo la cabecita del peluche…
-Lo es… te dije que lo conseguiría…- dijo seguro con una sonrisa, yo no podía dejar de mirar al peluche…
-Pero… ¿cómo lo has conseguido?- dije cogiendo el delicado osito blanco, con mis iniciales en cada pata… y con una carita adorable…
-Eso no te lo puedo decir…- dijo acariciando mi brazo.
-Pero, es… es mi osito Eleazar…- dije con lágrimas en los ojos… joder… las hormonas estaban jugando con mi cuerpo… pero era la verdad…
Hace muchos años, cuando mis padres murieron, sólo tenía ese osito de peluche, que mi madre me había regalado de pequeña… Todo él me recordaba a ella, incluso su olor…
-Shhh, no quiero que llores pequeña- me abrazó y me besó en ambas mejillas- Sabía que en esta etapa de tu vida querrías tenerlo- me dijo sabio y era la pura verdad.
-Pensaba que jamás lo vería de nuevo…- dije aspirando el dulce olor que desprendía el peluche.
-Pues aquí lo tienes, la verdad que me ha costado todo un sacrificio, he tenido que restaurarlo y limpiarlo- dijo con una sonrisa y yo lo apreté más contra mí.
-Gracias- sollocé y él me besó en la frente tranquilizándome.
-Ahora podrá dormir con tu hijo- dijo posando ambas manos en mi vientre y yo sonreí feliz.
-Gracias- le sonreí más anchamente y me separé un poco de él para dejar el hermoso peluche encima de la mesa y vi un paquete enorme…- ¿Y eso?
-Un regalo par ti, espero que no te lo hayan regalado ya…- dijo en un suspiro y yo sólo pude sonreír.
Me tendió el paquete y lo abrí…
-Me encanta…- dije muy emocionada al ver la sillita para el coche en la que iría mi hijo- Gracias- le besé en las mejillas y le sonreí feliz.
-Uff- soltó todo el aire de golpe- Menos mal que aún no lo tienes…
-No… la verdad que aún me faltan muchas cosas…- dije pensando en todo lo que le haría falta a mi bebé.
-Bueno… entonces no te enfadarás por esto…- dijo alejándose de mí para coger otro paquete aún más enorme que el anterior…
-Eleazar…- le advertí, pero su carita de corderito a medio morir me convenció… Alice manipulaba a todas las personas que tenía a su alrededor, haciéndoles esas carantoñas que tanto se pegaban…
Cogí el paquete y lo puse encima de la mesa para poder abrirlo.
Había de todo…
Desde ropita hasta tetillas de todos los tamaños posibles para el biberón.
-Es mi cheque bebé- dijo ilusionado y yo me abalancé hacia él.
-Gracias tito Eleazar- dije con una sonrisa apretándolo contra mi cuerpo y él se separó un poco de mí y me miró.
-¿Acaso quieres que yo…?- dijo acertando de lleno y yo asentí con una sonrisa. Su mirada estaba totalmente brillante…
-Si, quiero que seas el padrino y tío de mi hijo- dije convencida y él me abrazó con mucha suavidad.
-Gracias preciosa- me besó en la frente y me sonrió.
-Esperaba decírtelo más adelante, pero sabes que soy demasiado impaciente para esas cosas- le sonreí burlona y él asintió.
-Son las…siete de la tarde…- dijo mirando su reloj de diseñador- Se me ha ido el santo al cielo, el becario debería de haber terminado hace una hora…
-No lo acobardes tanto…- dije con voz melosa- Recuerda que es el hijo del señor Andrew…- dije recordándole las mismas palabras y él suspiró- Oh vamos, sabes que lo odio tanto como tú, pero hoy nada ni nadie van a amargarme el día…
-Eso espero- me guiñó y me besó en la mejilla- Vete a casa, ya termino yo de revisar lo que ha hecho el “becario”- dijo esto último haciendo comillas con sus dedos.
-No es justo, y te ayudo- hice el amago de salir del despacho, pero él me cogió del brazo.
-No, te irás a casa ahora a descansar, bastante has tenido hoy- dijo demandante- Ahora te ayudaré a llevar todo esto al coche- señaló los preciosos regalos que me había hecho- Y te irás a casita- me guiñó y yo sólo pude asentir.
-Está bien, eres peor que Edward…- susurré y él soltó una carcajada- Pero te debo un día de trabajo.
-Dirás horas… y no, no me debes nada- dijo cogiendo la enorme bolsa con el nombre de Nanos, mi tienda favorita de ropa de bebés, y cogió mi cintura, mientras yo cogía mi hermoso peluche y lo apretaba contra mi pecho.
Salimos al pasillo y saludamos a Ángela antes de entrar en mi despacho.
-Me alegro de que Edward también te ponga límites, eres una cabezona- me dijo con dulzura y yo lo miré mientras apagaba mi ordenador.
-No te metas con una mujer embarazada, ¿tienes idea de cómo tengo las hormonas ahora mismo?- dije encarándolo y él se puso blanco negando con la cabeza- Así me gusta- le sonreí triunfal y cogí el abrigo y el bolso.
-Anda vamos…- susurró y salimos del despacho, encontrándonos de lleno con el “querido becario”…
-Señora Cullen, Eleazar…- dijo con una educación fingida y yo sonreí de igual manera.
-Te quiero en mi despacho ahora- dijo la voz demandante de mi amigo sin subir el volumen de su voz.
-¿Pasa algo?- dijo inocente y uf… a Eleazar le estaba tocando la fibra…
-Si, eres un puto vago que no sabe valorar lo que tiene- dijo alzando un poco la voz, provocando que Ángela levantara su cabeza de los papeles que tenía en sus manos…- Ahora si nos disculpas… espérame en mi despacho- dijo empujándome con suavidad hacia el ascensor.
Miré hacia atrás y pude darme cuenta la asquerosa sonrisa que tenía el tal James en su cara, y ni que hablar de sus penetrantes ojos fríos como el hielo…
Giré mi cabeza y me prometí buscar información sobre el tío ese… no me gustaba nada y la verdad que no me tragaba su “interés” por mejorar su experiencia laboral…
-Imbécil…- susurró Eleazar cuando estábamos dentro del ascensor- Juro que si  no fuera el hijo de quién es le hubiera metido un puñetazo en su arrogante cara por mirarte de esa manera…- dijo más para sí que para mí…
¿Cómo? ¿Qué me estaba mirando? Eso ya lo sabía… pero, ¿qué manera?
-Eleazar- le puse una mano en el brazo y él me miró- No quiero que te sofoques por alguien que no merece tu importancia- dije segura y él me miró con dulzura.
-Bella no quiero que te mire como si fuera a poseerte o algo… es un mierda, que lo único que le interesa es tirarse a todo lo que tenga dos tetas y un buen culo…
-¿Tengo un buen culo?- dije para aligerar el ambiente y lo conseguí.
-Créeme cuando te digo que eres demasiado ingenua para ti misma…- dijo justo antes de que sonara la campanita del ascensor, anunciando que habíamos llegado a la planta baja.
-A mí tampoco me gusta y lo sabes, averiguaré que está tramando…
-No, lo averiguaré yo, tú estate tranquila, no quiero que te alteres- me besó en la frente y emprendimos de nuevo nuestro camino hacia los aparcamientos.
-Hasta mañana señora Cullen, Eleazar…- dijo la voz monótona de Bárbara y los dos dijimos un “hasta luego”.
Salimos a la fría noche y nos encaminamos rápidamente a mi coche.
-Espero que la sillita te sirva- me sonrió y miró los asientos traseros de mi querido Audi mientras se dirigía hacia el maletero para guardar las cosas.
-Claro que servirá, intuyo que la has escogido exacta para mis bebés- dije con una sonrisa y él sonrió, sabiendo que me refería a mi hijo y a mi coche.
-Por supuesto, no podría ser de otra manera- dijo cerrando el maletero suavemente- Mañana te veré, no me fio de ese dejándolo solo en mi despacho- me besó en la frente y acarició mi vientre- Adiós pequeñín- dijo con voz dulce y yo sonreí más anchamente.
-Hasta mañana- le besé en la mejilla y me metí en el coche.
Vi cómo se alejaba Eleazar y decidí llamar a Edward, lo extrañaba demasiado… y además le dije que lo llamaría más tarde…
-Hola mi vida- dije contenta y pude oír el suspiro por parte de Edward.
-Hola mi amor, ¿cómo estáis?- sentí cómo se sentaba.
-Perfectamente bien, te echamos mucho de menos…- dije mientras tocaba mi vientre.
-Bueno… espero estar en casa lo antes posible… ha sido un día de locos…- dijo cansado.
-¿Ha pasado algo?- dije asustada y él enseguida me tranquilizó.
-No, para nada, es que ha habido muchas urgencias de accidentes…
-Oh…- fue lo único que pude decir.
-Ten mucho cuidado Bella, hay demasiados locos por ahí sueltos…
-Si, no te preocupes, mi día ha sido divertido, aunque un poco desesperante…- le dije recordando al imbécil de James…
-No quiero que te alteres por nada…
-No lo haré, te lo prometo, ¿cuándo sales?
-En un par de horas, todavía me queda una operación y pasar a visitar a mis pacientes…
-Debes estar agotado…
-Si, pero tengo muchas ganas de verte princesa, no dejo de pensar en ti.
-Yo tampoco dejo de pensar en ti cariño- dije con una sonrisa- ¿Te apetece pastel de berenjenas para cenar?
-No quiero que hagas nada…- y volvemos a lo mismo…
-Edward, ¿tengo que decir de nuevo mi frase eterna?
-No, pero estarás cansada.
-No tanto como tú, dime, ¿te apetece?
-Nada me gustaría más que estar a tu lado comiendo ese rico pastel- dijo con voz alegre.
-Vale, entonces te veré pronto- dije ilusionada.
-Si, ¿dónde estás ahora?
-En el coche, voy de camino al supermercado.
-Vale, ten cuidado.
-Si, te amo mucho amor.
-Y yo a ti princesa.
Colgué y mi sonrisa se hizo aún más enorme, cuánto lo amaba…
Puse en marcha el coche y me encaminé hacia el supermercado.
Cuando entré al supermercado, el olor a fresas se hizo latente en mi nariz y lo seguí como Homer Simpson sigue el olor de la carne…
Mi antojo por las fresas parecía una obsesión…
Estaba tan metida en mis pensamientos por llegar al estante de las fresas y coger como cinco kilos, cuando choqué con un cuerpo menudo…
-Perdone.
-¿Bella?- dijo la voz de ¿Esme?
Miré hacia su cara y si, era mi preciosa suegra.
-¡Esme!- la abracé y ella me correspondió con una sonrisa.
-¿Cómo estáis hija?- dijo tocando mi vientre con suavidad y yo me separé un poco de ella.
-Estupendamente, este pequeñín va a conseguir que se me ponga la cara como una fresa- dije con humor y Esme sonrió feliz.
-A sí que fresas, ¿no?
-Si… nada más olerlas me entran ganas de comer kilos y kilos de fresas…- Esme soltó una carcajada y yo la miré extrañada.
-No me mires así, ya te dije que tu embarazo sería muy parecido al mío, Edward sólo quería fresas…
-Pero, ¿cómo lo sabes? Estabas embarazada de Alice y Edward a la vez- ella asintió.
-Si, pero ahora mi teoría queda cerrada, era Edward el que quería comer nada más que fresas…- dijo segura.
-Bueno… tiene su lógica- le sonreí- Por cierto, gracias por comprarme esa enorme caja de fresas, Edward no se creía que yo fuera a tener mi primer antojo y encima de fresas- le sonreí.
-Si, se lo dije por propia experiencia- me sonrió maternalmente- ¿Cómo te lo has pasado?
-Genial- dije totalmente convencida- No se ha podido mejorar en nada.
-¿Y mi nieto?- dijo tocando de nuevo mi vientre.
-Está perfectamente, mira- dije sacando las ecografías del bolso.
-Es precioso- dijo con lágrimas en los ojos- Oh, Bella, soy tan feliz- dijo abrazándome y de repente me soltó con suavidad- Aunque en la próxima ecografía quiero estar yo, ¿me llamarás para acompañarte?
-Claro que si- le sonreí y nos volvimos a abrazar.
-Me contó Carliste cómo te fue en la consulta de Carmen, estaba muy emocionado y yo muerta de envidia- me sonrió y yo sonreí también.
-No deberías, tú serás la próxima que nos acompañe, te lo prometo- le besé en la mejilla y me separé de ella- Tengo prisa, tengo un pastel de berenjenas pendiente para mi marido- dije seria y ella sonrió aún más.
-Mmmm consientes demasiado a Edward…
-La verdad no es nada para lo que él me consiente a mí- le sonreí y ella asintió.
-Espero verte pronto hija, cuídate- me besó maternalmente en la frente y se alejó con una sonrisa.
Avancé con una sonrisa por los pasillos, hasta llegar al área de la frutería y deleitarme con el dulce olor de las fresas…
-Uhmmm…- susurré levándome una a la boca, no lo pude evitar…
Cogí una buena bolsa y la llené hasta los topes, hice lo mismo con tres bolsas más, no sé cuántos kilos eran… pero me daba igual…
Me acerqué a los plátanos e hice lo mismo, y así compré un poco de todo.
Me acerqué al chico que pesaba la fruta y abrí los ojos como platos al darme cuenta de que las fresas pesaban unos seis kilos…
Joder…
Daba lo mismo, me las iba a comer igual…
Cogí de todo lo necesario hasta llenar el carro completamente, la verdad hacía falta una buena compra en casa desde que nos habíamos ido de luna de miel…
Me acordé de las chuches que le prometí a Yuna y aproveché para comprarlas, al igual que una camita más grande, ya que la pobre parecía crecer por horas… y un collar nuevo de cadena, más formal y más serio que el que tenía ahora, pero que lo necesitaría mas adelante y por último su pienso.
Me dirigí hacia el pasillo de los chocolates y compré de todos los colores, formas y texturas posibles… me iba a poner como una cerda, lo sabía, pero me daba exactamente igual, tenía ansias por comer cosas dulces…
Y por último cogí diez tarrinas de helados Ben & Jerry´s, de Cookie Dough, mi favorito… y el de Edward por supuesto, y me decanté por otra de chocolate con brownie…
Media hora después, esperando a que la multitud de dispersara y pagase sus compras, pude salir con mi carro en mano hacia los aparcamientos.
Saqué todas las bolsas y la puse en el amplio maletero, aunque ahora era enano con todas las cosas que había metido Eleazar en él… hasta tuve que meter algunas en los asientos traseros…
Increíble…
Me senté en el cómodo asiento y arranqué el motor suavemente.
Después de un atasco de narices, llegué a casa en una hora, camino que solía hace en 10 minutos…
Si… estaba jodidamente cabreada…
Aparqué metiendo las marchas más bruscamente de lo necesario y me cabreé aún más por tratar así a mi preciado Audi…
Cogí las bolsas, que por cierto, pesaban un huevo, y salí pisando fuerte hacia el ascensor, no sé cómo coño podía con todas las bolsas, pero ahí estaba… Con todas las bolsas cogidas en ambas manos, mi bolso colgado en mi hombro y las llaves en la punta de mis dedos, listas para abrir la puerta…
Si… todo un puto show…
Abrí la puerta con más fuerza de la necesaria y tiré las bolsas en cualquier lugar, ganándome un ladrido por parte de Yuna.
-Hola mi amor- mi cabreo disminuyó considerablemente al tocar el suave pelo de la perrita, era tan adorable…- ¿Tienes hambre?- ella me lamió la cara y supe mi respuesta…
Primero me quité los zapatos y cogí los helados y todas las cosas frías para que no se descongelasen.
Lo metí todo en su sitio y me extrañé por el poco tiempo que había tardado en colocar la compra.
-Toma princesa- le dije a Yuna mientras dejaba su cuenco nuevo en el suelo con carne para perros mezclada con el pienso.
Le sonreí y me giré para hacer la cena.
Pelé las berenjenas y las corté en rodajas finas, dejándolas en un escurridor en fregadero mientras se calentaba el aceite. Cogí la harina y decidí hacer también una deliciosa tarta tres chocolates, la favorita de Edward…
Cogí la Thermomix y puse el primer chocolate para hacerse.
-Gracias Alice por comprarme esta maravilla- susurré mientras miraba como el aparato ese cocinaba solo.
Pasé las berenjenas por la harina y las eché a la sartén con el aceite caliente. Mientras se hacía, cogí de la nevera el jamón york y el queso en lonchas y cogí el cacharro donde haría el pastel.
La siguiente media hora fue montar bases de berenjenas, jamón york y queso, a la vez que terminaba la tarta y la dejaba enfriar.
Cogí el queso rallado y lo esparcí por encima del pastel y lo metí en el horno.
Contenta con el resultado, me fui a la habitación y me desvestí completamente para darme una ducha reparadora, no quería que Edward me viera tan cansada, tenía que guardar fuerzas para él, se lo merecía.
Mientras me estaba duchando me acordé de Rose y de Emmett…
Esos dos estaban en su segunda luna de miel por el acontecimiento de su embarazo y era imposible pillarles con el móvil encima… Aun así decidí llamarles, a ver si había suerte…
-¿Bella?- dijo la somnolienta voz de Rosalie…
Oh, joder… ¿qué hora sería en España ahora mismo? Miré al reloj que colgaba justo encima de la puerta y calculé rápidamente, serían las diez de la mañana…
Joder…
-Rose te llamaré más tarde, perdona por haberte despertado- hice el amago de colgar, pero ella me calló abruptamente.
-Dime que mi precioso sobrino está bien- dijo asustada y sabía que no se enfadaría por haberla despertado…
-Perfectamente bien, esperando para escuchar la voz de su tía- dije con una sonrisa y ella soltó una pequeña risilla.
-Me alegro, pensaba que había pasado algo… no es normal que llames a las diez de la mañana…- dijo bostezando…
-Rose no es por nada, pero aquí son las 9 y media de la tarde…
-Oh, joder… cierto…- sentí cómo se levantaba.
-¿Cómo estás?
-Si te digo que esta luna de miel fue mejor que la primera, ¿te lo creerías?- dijo con voz feliz y yo sonreí de nuevo.
-Si- dije acordándome de mi hombre de ojos verdes…- Me siento igual que tú cada día que pasa…
-Espero que mi cuñadito te esté tratando bien y que esté mirando que estés embarazada y que tenga cuidado con saciar sus instintos carnales y que…- la corté.
-Rose créeme cuando te digo que soy yo la ninfómana- dije segura y ella soltó una carcajada…
-Oh- exclamó muy alto- Nuestra Bellita se desfasa con el matrimonio…- gritó y tuve que apartarme el móvil de la oreja…- Eres una morbosilla…- dijo con voz pícara…
Oh no… otra vez no… era la segunda persona que me decía eso en menos de cuatro horas…
-¿Quién es la morbosilla?- escuché a Emmett con voz somnolienta…
-Rosalie Cullen ni se te ocurra decir que estás hablando conmigo…
-Es Bella…- dijo ignorando mi súplica y de nuevo tuve que apartarme el móvil de la oreja al escuchar la estruendosa risa de Emmett…
Joder… esto iba cada vez peor…
-Pasadlo bien…- dije sin tener más nada que decir…
-No tanto como tú- fue lo último que escuché antes de colgar…
-Madre mía…- susurré saliendo de la ducha y me pegué un susto de muerte al ver a Edward justo al lado de mí mirándome burlón… -Joder…- grité y él atrapó mi cintura mojada y me sonrió de lado…

Edward pov.

Me estaba quitando los guantes, el gorro y la bata desechable cuando mi padre salió tras de mí.
-Lo has hecho de maravilla hijo, felicidades, ese niño sobrevivirá gracias a ti- dijo emocionado mientras me abrazaba.
-He tenido al mejor maestro- le dije con una sonrisa cansada y él me devolvió la sonrisa.
Acababa de operar a un niño de tres años que se había involucrado en un accidente de tráfico por culpa de su madre, que se había saltado un “stop” y había chocado frontalmente con un camión…
-No tengo las mismas noticias para la madre…- dijo en un profundo susurro de tristeza y yo lo miré directamente a los ojos…
-¿Estás diciendo que ha muerto?- dije con los ojos como platos y él asintió- Pero si la estaban operando de inmediato y parecía todo un éxito la operación…
-Hubo una hemorragia interna que fue imposible controlar…- dijo mientras me apretaba el hombro en señal de apoyo…
-Joder…- susurré agotado.
-No te preocupes por el niño, al parecer su padre viene de camino con su mujer…
Madre mía… ese niño tendría que soportar a una mujer que era su madre, con tan sólo tres años…
Inconscientemente me acordé de mi morena con ojos chocolates…
Me moriría si algo le pasase…
-No le ocurrirá nada- mi padre me sacó de mis aterradores pensamientos…- Bella no es imprudente al volante y lo sabes.
-No puedo evitar comparar la situación…
En ese momento sonó el móvil de mi madre e inmediatamente lo cogió.
-Hola cariño- dijo mi padre sonriente.
Era mi maravillosa madre.
-Si, está aquí conmigo- hizo una pausa- Vale te pongo con él- tapó el móvil y me sonrió- Es tu bella madre- dijo antes de pasarme el móvil y yo me temí lo peor…
-¿Está bien, verdad?- dije asustado y mi padre intentó tranquilizarme.
-Hola hijo, ¿cómo estás?- dijo irónica- Si te refieres a tu mujer… está perfectamente bien, acabo de estar con ella- el suspiro que salió de mi boca fue tal que mi madre se rio a carcajadas.
-No te rías mamá, esa mujer será mi muerte con los excesos que hace…
-No seas exagerado… eres igualito a tu padre… hombres…- suspiró- No hace ningún exceso, es normal que quiera trabajar…
-No tiene necesidad y lo sabes.
-Si, pero Bella es muy independiente, deberías de saberlo…- claro que lo sabía…
-Si…- dije sin poder decir nada más…
-Sólo habla de ti y de lo feliz que está a tu lado hijo- una enorme sonrisa de felicidad surcó mi cara.
-Soy inmensamente feliz mamá- ella soltó un suspiro feliz- Por cierto, ¿dónde la has visto?
-En el supermercado.
-¿Qué hacía allí?
-Pues… ¿comprar?- dijo irónica de nuevo y yo rodé los ojos- Aunque de eso hace dos horas, ya se iba para casa, así que tranquilo.
-¿Dos horas? Madre mía… mamá mañana te llamaré, estoy deseando salir del hospital, llevo todo el día aquí…
-Hablaré con tu padre para que no abuse de ti hijo- mi madre siempre tan atenta conmigo, defendiéndome con uñas y dientes…
-No mamá, se lo debo por las dos semanas de vacaciones- ella suspiró.
-Ya… pero necesitas más tiempo para tu esposa…
-Lo sé e intentaré quitarme todas las guardias poco a poco.
-Eso espero, cuídate hijo y cuídala, pásame con tu padre.
-Está bien mamá, adiós, te quiero.
-Y yo a ti.
Le tendí el móvil a mi padre y esperé a que hablara con mi madre.
-Tu madre quiere salir para ir a cenar a un restaurante chino- dijo con una sonrisa quinceañera y no pude más que reírme…
-Nunca cambiará… me alegro de que os vaya tan bien papá, enserio, espero estar con Bella igual de bien dentro de veinte años…- papá me sonrió y me abrazó.
-Eso es fácil hijo, quiérela mucho y consiéntela en todo lo que puedas, es un consejo sabio- se separó de mí y me guiñó un ojo- Anda vete a casa, Bella estará desesperada…
-Si, gracias papá- le sonreí y le di un abrazo a modo de despedida.
-Mañana tenemos el congreso, así que tendrás que estar aquí sobre las siete de la mañana, ¿vale?
-Si…- dije sin ningún ánimo y él me sonrió.
-Tranquilo hijo, sólo será esta semana- me abrazó de nuevo y se alejó hacia el ascensor.
Yo revisé rápidamente a cada uno de mis pacientes y me dirigí a mi despacho para quitarme la bata y coger mi abrigo y mi maletín.
Salí del hospital y me dirigí con rapidez hacia mi Volvo, sólo quería llegar a casa y estar con mi preciosa mujer.
Llegué en unos putos cuarenta y cinco minutos gracias al jodido atasco que había…
Aparqué rápidamente y pude observar el coche de Bella aparcado en su lugar correspondiente, sonreí feliz.
Subí en el ascensor y metí las llaves en la cerradura con prisa.
-Hola mi vida- grité un poco alto para que me pudiera escuchar, pero tan sólo me contestó el pitido el horno, avisando que la cena ya estaba lista.
Dejé el abrigo y el maletín encima del sofá y entré en la cocina, viendo a la pequeña Yuna durmiendo en ¿una cama nueva?
La acaricié y me lamió la cara y se volvió a dormir.
Apagué el horno y lo abrí, oliendo el delicioso pastel. Me levanté y pude darme cuenta de la apetitosa tarta de tres chocolates que descansaba encima de la encimera, sonreí de nuevo y la toqué para averiguar si ya estaba lista para enfriarse. Y así fue, por lo que la metí en la nevera y me dirigí hacia la habitación.
Pude escuchar la voz de Bella desde el baño…
-Rose créeme cuando te digo que soy yo la ninfómana- Escuché a mi bella esposa desde detrás de la puerta… No pude más que sonreír…
Ninfómana… ya claro… pues entonces yo estaba enfermo porque sólo quería hacerle el amor en todos lo lados de todas las formas posibles…
Podía ver su cara de pervertida y eso me encendió de manera casi involuntaria…
-Rosalie Cullen ni se te ocurra decir que estás hablando conmigo…
¿Qué estaba pasando? ¿A qué se refería…? Al parecer estas dos estaban teniendo una conversación demasiado caliente…
-Pasadlo bien…- dijo con voz tímida…
Sin duda me había perdido de algo…
Decidí entrar con cuidado para no asustarla y la vi saliendo de la ducha con su perfecto cuerpo desnudo…
Dios…
Sus pechos parecían crecer incontroladamente y ni que hablar de sus caderas… estaban un poco más anchas, pero deliciosamente irresistibles…
Y sus piernas… joder… con esos tacones eran para una parada cardiaca, pero mojadas… eran mortales…
-Madre mía…- susurró y dio un salto por el susto que le había causado mi cuerpo pegado al suyo… -Joder…- gritó asustada y no pude resistirme más y la cogí de la cintura…
-Lo siento por haberte asustado ninfómana…- le dije antes de atrapar sus calientes labios entre mis dientes y ella gimió incontroladamente…
-No me digas que has escuchado toda la conversación…- dijo mirándome con horror…
-Puede que un poquito- le dije cogiéndola en peso y ella enrolló sus piernas en mi cintura- Me gusta que seas una ninfómana…- estampó sus labios en los míos y yo gemí en respuesta…
Desde esta mañana tenía ganas de enterrarme en ella como un puto animal… ahora mismo no había nada de delicadeza y dulzura en mi cuerpo… tan sólo quería sexo y más sexo con la mujer más maravillosa de todo el mundo…
-Fóllame- dijo sin el menos pudor y yo cumplí sus órdenes…
Me deshice rápidamente del estorboso pantalón y del bóxer y los bajé de un tirón, ella se encargó de mi jersey y mi camisa y las tiró en cualquier lugar del baño.
-Eres irresistible…- le dije antes de adentrarme en ella de un solo empujón…
Bella enterró sus perfecta uñas en la piel de mi espalda y gimió audiblemente…
-No quiero que tengas ninguna delicadeza conmigo esta noche, sólo házmelo fuerte y duro…- su voz no podía ser más erótica y mi cuerpo empujó contra el suyo incontroladamente, dejándola encima de la encimera del mueble, dejando mi miembro en su cavidad y le abrí un poco más las piernas con demasiada rapidez.
El cansancio había pasado a segundo plano, ahora sólo tenía energía para satisfacer a mi hermosa esposa caliente…


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Chic@s, qué taL?
Jajajaja sin duda este capítulo tiene de todo... bien lo dice el título :D
A pesar del retraso aquí lo tenéis ;) Espero que os guste, lo he escrito con una rapidez increíble, espero que mi inspiración esté de nuevo en su auge... porque la verdad es que me estaba costando bastante escribir... pero gracias a vuestras palabras me siento feliz y llena de ganas para seguir con esta locura, que tanta falta nos hace a tod@s para evadirnos de la realidad, ¿no creéis?
Bueno... espero subir mañana el siguiente capítulo de MEZCLA DE SENTIMIENTOS!! Surgirá cosas muy importantes en ese fic y en INOLVIDABLE... bueno... espero que no me matéis por mis ocurrencias :D
Dedico este capítulo a todas las personas que visitan mi blog, tanto las que se dejan ver como las que no.
De verdad chic@s no os imagináis lo importante que son vuestros comentarios, yo soy la primera que no he comentado mucho en otras historias y ahora me arrepiento, porque bien sé que difícil es hacer todo esto, sacar tiempo de donde no lo hay y sobretodo escribir a gusto para que tod@s vosotr@s estéis orgullosos de lo que leéis...
Ahora leo poco, pero lo que leo lo comento, porque no os imagináis lo importante que es un simple "me gusta" o "quiero leer más".
También sé la pereza que dar abrir la ventana de comentarios y escribir, todo también por el rollo de tener una cuenta google, pero bueno chic@s en vuestra mano está si queréis comentar o no, yo no obligo a nadie ni jamás lo haré ;)
Un besote a tod@s!!!
Romiina^.^


5 comentarios:

  1. Romina: que te puedo decir que no te haya dicho ya, esta es mi historia favorita, me encanta toda la narración que le hacemos, como Edward y Bella se compenentran, como dos imanes. Son dos luchadores, que pelean por lo suyo, waoo y ese final hiperrr caliente, bien HOT.
    Nena sigue así, lo haces muy bien.
    Besos

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  4. Romi un capí sumamente hermoso. Me encantó lo mucho que a Bella la aprecia su amigo incondicional Eleazar. Me fasina el amor tan profundo y fuerte que sienten Bella y Edward, no sabes lo feliz que soy cada vez que leo uno de tus fics, son exquisitos. Ansiosa por el próximo, un abrazo. Mucho éxito con los estudios, lo importante es que todo te vaya super. Feliz Semana!!!

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  5. hola aunque es la primera vez que comento te tengo que decir que me encantan tus historias el sentimiento el drama los personajes que para algunos son sus favoritos me encanta y te doy mi felicitaciones se que no es facil y eso es algo digno de admirar tu imaginacion tu esfuerzo y entrega gracias y de nuevo felicitaciones

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*..Diosas del Crepúsculo..*