viernes, 11 de mayo de 2012

INOLVIDABLE


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Capítulo 7: Comida familiar.

Bella pov.

Me levanté bastante tarde, exactamente a las 1 de la tarde, pero aún así me fui a la cocina directamente para comerme un buen desayuno… La verdad era que no había comido mucho estos días por lo nervios de la fiesta y por supuesto la “relación” entre Edward y yo, si es que se le podía llamar de esa manera…
Preparé tostadas, cereales, huevos y café y los puse encima de la mesa. Saqué de la nevera la mermelada de fresa y la leche y me senté para disfrutar de mi desayuno.
Me estaba metiendo el último trozo de tostada en la boca cuando el sonido del teléfono me distrajo…
Me levanté y cogí el inalámbrico del salón y descolgué.
-Buenos días Bells- dijo la eufórica voz de Alice.
-Hola Ali- dije sentándome en el sofá pesadamente.
-¿Cómo has dormido?
-Bueno… después de dos analgésicos y una tila, bien…- suspiré.
-Bella no te atormentes, falta poco para que tu felicidad llame a tu puerta…- dijo muy convencida.
-Si, Alice y yo soy Jennifer López… no te jode…
-Ya lo verás, sabes que no me equivoco y sabes que tú eres mejor que Jennifer López…- sonreí ante sus palabras.
Estaba totalmente loca, pero aun así la amaba…
-¿Y tú cómo estás? ¿Y mi sobrinito o sobrinita?
-Estupendamente Bells, no puedo ser más feliz, Jasper está atento en todo y me consiente en todo lo que le pido.
-Me alegro.
-Escucha- hizo una pausa- Te llamaba para recordarte que faltan unas horas para la gran fiesta de Navidad.
-Si… cómo olvidarlo…- dije irónica y ella soltó una risilla.
-Y también para recordarte que te pongas ese fabuloso vestido y el colgante con la insignia Cullen.
-¿Algo más?
-Si, que vengas con la sonrisa más radiante de tu vida- dijo seria y esta vez fue mi turno de reír.
-Eres increíble.
-Hazme caso, me lo agradecerás.
-Si, como sea, tengo que hacer cosas enana, nos vemos en unas horas…
-Cuatro horas exactamente…
-¡¿Cuatro horas?!- dije extrañada y miré el reloj…
Era cierto…
¿Cuánto había tardado en desayunar?
Joder…
 -Si, al parecer se te han pegado las sábanas, ¿no?
-Si…
-Por eso te llamaba, no me fio de ti- dijo con una sonrisa maligna seguro… como si la estuviera viendo…- No me hagas tener que ir hasta allí para arrastrarte hasta la fiesta, ¿entendido?
-Si, mi coronel- dije burlona y ella rio.
-Si, “soldadito”, nos vemos en unas horas, te quiero, besitos.
-Chao mandona, besos- colgué y me levanté con una sonrisa.
Decidí lavar la ropa sucia que tenía y recoger la cocina después de la preparación de un desayuno para ocho personas…
Había comido como una auténtica cerda…
Miré el reloj ya eran las 5 y media de la tarde, así que decidí comenzar a relajarme para la larga y dura noche que me esperaba…
Eché sales aromáticas de vainilla en el agua caliente y me metí con cuidado de no resbalarme.
Estuve hasta que mis dedos estuvieron arrugados y de nuevo miré el reloj, eran las 6 y media de la tarde…
Una hora completa de baño… de puta madre… y encima no había conseguido relajarme ni siquiera un poquito…
Enredé una toalla en mi cuerpo y la fui restregando suavemente por mi piel, para secarla completamente.
Salí del baño y enrollé una toalla en mi pelo, mientras avanzaba hacia la cama para hacerla.
Hice la cama y cogí el tanga que me pondría.
Me dirigí hacia el armario y cogí la funda del precioso vestido con mucho cuidado y lo puse en la cama, totalmente estirado.
Cogí la caja de los zapatos que me pondría y la puse a los pies de la cama.
Bajé la cremallera de la suave funda del vestido y lo cogí con delicadeza. Me lo puse y me miré en el espejo de cuerpo entero que tenía justo enfrente.
-Perfecta- susurré con una sonrisa cuando miré mi reflejo en el espejo.
Me dirigí al baño para poder maquillarme y me decanté por enmarcar mis ojos y mis labios con precisión. Tan sólo usé delineador negro para mis ojos y un pintalabios rojo para mis labios. Una base de maquillaje ligera y natural, polvos translúcidos y un poco de colorete.
Y ya estaba lista.
Me calcé los mortales zapatos y cogí el pequeño bolsito que llevaría.
Me miré nuevamente y me convencí del resultado.
En ese mismo momento sonó el timbre y fui hasta la puerta con cuidado de no tropezar ni caer.
-Preciosa…- susurró Jake mirándome de arriba abajo y yo le sonreí.
-Gracias, tú también estás muy guapo.
Jake llevaba un elegante traje de chaqueta azul marino, haciéndolo parecer elegante y sofisticado, pero tremendamente sencillo.
Me hice a un lado para dejarle pasar y cerré la puerta cuando entró.
-¿Lista para la espléndida cena en casa de los Cullen?- dijo irónico y yo solté una carcajada.
-Nunca podrá estarlo.
-Oh, vamos, no será para tanto… habrá comida y bebida gratis, ¿de qué te quejas?
-De cierta persona que se hace llamar “arpía”…
-Uhg… pelea de gatas… me gusta…- dijo burlón y yo le di un sonoro golpe en la nuca.
-No cambiarás nunca- me reí de su cara de dolor.
-Ni tú rompedora…- me guiñó y se sentó en el sofá- ¿Te queda mucho?
-No, recojo mi bolso y nos vamos- dije mientras avanzaba hacia mi habitación.
Metí todo lo necesario en el pequeño bolso y me acordé del colgante con la insignia Cullen.
-Joder…- murmuré cogiendo la delicada caja de encima de la mesita de noche- Ayúdame Dios a pasar esta noche lo más pacíficamente posible…- susurré mientras cogía el dichoso colgante.
Salí de mi habitación y llegué al lado de Jake.
-¿Y eso?- dijo señalando el colgante.
-Esto- dije dándoselo- Tengo que ponérmelo por orden de la enana- dije rodando los ojos y él sonrió.
-Anda, te ayudo- se levantó y se pude detrás de mí.
-Gracias, ¿vamos?
-Por supuesto- me cogió de la mano y avanzamos hasta la puerta, cogí las llaves y cerré suavemente.
Bajamos por el ascensor y fuimos hasta el coche de Jake, que extrañamente había podido aparcar justo enfrente del edificio…
Llegamos en un tiempo récord, creo que la conducción de los Cullen se les pegaba a todos aquellos que estaban a su lado…
-Vamos, relájate, no será para tanto- me dijo Jake mientras aparcaba entre la multitud de coches que había delante de la casa de los Cullen.
-No puedo…
-No entiendo tus nervios… se supone que eres una integrante más de los Cullen… siempre lo has sido, ¿qué diferencia hay ahora?
Muy buena pregunta…
La diferencia era que estaba totalmente enamorada de Edward Cullen, el cual tenía novia, arpía o no, era su novia y encima embarazada…
¡Viva la puta mala suerte!
-No lo sé…- dije antes de bajarme del coche…
No quería que Jake lo supiera… bastante tenía que lidiar
-Venga vamos- me cogió de la mano y llegamos hasta la puerta.
-Buenas noches señores- nos dijo el hombre de confianza de Carliste.
-Buenas noches- respondimos los dos al unísono.
-¿Tienen invitación?- al parecer no me había reconocido, ya que Jake estaba delante de mí.
Cogí la invitación de mi bolso y me colé delante de Jake.
-Tome, Garrett- dije tendiéndole la invitación y él me miró sorprendido al llamarle por su nombre de pila…
-Señorita Bella- dijo antes de abrazarme y yo le correspondí el abrazo.
-Hola- le dije con una sonrisa y me separé de él.
-¿Cómo está?
-Perfectamente bien- le sonreí débilmente, pero él pareció bastarle.
-Me alegro, guárdese la invitación, no le hace falta- me guiñó y nos dejó pasar.
-Lo que yo diga… estas hecha una rompe corazones- susurró Jake con voz burlona y yo no pude más que reírme…
Me ayudó a quitarme el abrigo y pude ver muchas caras conocidas, todas… pero una llamó mi atención…
Edward se encontraba sentado en el sofá charlando animadamente con Esme, con la arpía a su lado, mirando maravillada a todo en particular…
En ese mismo instante pude observar que todo el salón me miraba…
Joder… tierra trágame…
Edward no tardó mucho en levantar su cabeza y mirarme intensamente de arriba abajo… como escaneándome…
J-O-D-E-R
-Bella…- me dijo Carliste que se encontraba hablando con un grupo de hombres que me miraban embelesados…
-Buenas noches Carliste- le sonreí y le besé en ambas mejillas antes de darle un abrazo.
-Todo el salón te mira…- me susurró bajito en mi oído y yo asentí ruborizada- Creo que no han visto mujer más preciosa que tú hija…
Yo me separé de él con una sonrisa débil, estaba muerta de vergüenza…
-He venido con Jake…- dije cambiando de tema y mi amigo apareció en cuanto escuchó su nombre.
Yo miré de nuevo hacia mi Dios personal y me fijé que no se había movido ni un ápice, que seguía mirándome con la misma intensidad, pero con una sonrisa socarrona en el rostro…
Avancé junto con Jake y me atrapó unos bracitos pequeños.
-Hola, enana- dije con una sonrisa.
-Hola, Bells, estás guapísima- dijo mirándome de arriba abajo- Sin duda, acerté de lleno con tu vestimenta.
-Si, genial para ser el centro de atención…- rodé los ojos y Jasper y Jake se rieron.
-Hola, Jazz- le abracé y él me sonrió.
-Estás muy guapa- me guiñó y me sonrió cálidamente.
-Gracias.
-¿Has visto la indumentaria de la arpía?- me dijo Alice en tono bajo- No te lo puedes perder… está hecho una facha…
-No me digas… nunca ha vestido bien…- Alice se descojonó de la risa, provocando que varias caras nos mirasen extrañadas.
Putos cotillas…
-Después nos vemos Bells, que tengo mucha hambre- dijo la enana arrastrando con ella al pobre de Jasper…
Yo no me lo pensé dos veces y avancé hacia mi perfecto adonis…

Edward pov.

Estaba sentado viendo la televisión, aunque en realidad no tenía ni puta idea de qué iba la película…
Sólo tenía cabeza para Bella…
Era imposible dejar de pensar en ella… todo me recordaba a ella…
-Mi amor…- dijo la empalagosa voz de Tanya, yo la ignoré por completo…- ¡¡Edward!!- dijo irritada y yo la miré enfurecido.
-¿Qué haces gritando?
-Es que no te enteras de nada- dijo poniéndose delante de mí y pude ver su atuendo…
Ahora estaba más gorda que antes, nada que ver con el cuerpo delgado que la caracterizaba…
Ese vestido azul tan ajustado le sentaba como una parada en el culo… La pequeña barriga, donde se encontraba mi pequeño hijo, estaba totalmente apretada, haciéndola parecer repugnante… y ni que hablar del puto escote que le llegaba hasta el ombligo… de podía decir que no había centímetro de piel para dejar a la imaginación…
El vestido era corto, pero no para que se le viera hasta la partida de nacimiento…
Lo dicho… totalmente repugnante…
-Tanya, ¿dónde vas así?- quizás soné demasiado cortante, pero era necesario… No quería que hiciese el ridículo.
-Pues a la mansión de tus padres a cenar, ¿dónde más iría?- dijo en un amago de sentarse encima de mí, pero yo fui más rápido y me levanté del sofá.
-¿No ves que ese vestido te está estrecho? El bebé estará incómodo tan apretado…
-Para nada mi amor, ahora me está mejor que antes- me sonrió asquerosamente y pude oler el empalagoso olor de su perfume…- Y a tu hijo no le pasará nada, está perfectamente…- dijo tocándose la tripa con dulzura…
Que pena me daba de mi hijo… pero de él me encargaría yo, de eso estaba seguro.
-Lo que tú digas… pero te sugiero que te cambies de vestido, no quiero que mi hijo esté enlatado…- dije hastiado de su comportamiento- Me voy a la ducha.
-¿Quieres que te acompañe, guapo?- dijo con voz melosa y yo la miré enfurecido.
-No Tanya, son las 7 de la tarde y en media hora tenemos que estar en casa de mis padres- dije cortante quitando su mano de mi brazo.
-Pero hace mucho tiempo que no nos duchamos juntos, ¿es que ya no te gusto?
No… dijo la voz de mi conciencia y estuve totalmente de acuerdo con ella.
-No empieces otra vez, Tanya, por favor… tenemos prisa y dudo mucho que puedas arreglarte en 20 minutos…
Bien, Edward… cada vez te estabas quedando con mejores excusas…
-Tú te lo pierdes…- dijo mientras entraba a la cocina, seguro para comer como una cerda…
Joder… era pesada de cojones…
Con nervios y enfado en estado puro, me desvestí y me metí en la ducha.
Tardé más de lo necesario para estar el menor tiempo con Tanya y fue irremediable salir al cabo de 25 minutos…
Sólo tenía cinco minutos para arreglarme, de puta madre… no necesitaba más…
Salí del baño y miré cómo Tanya intentaba inútilmente abrocharse la hebilla de uno de sus mortales zapatos en su ancho tobillo…
-¿Qué te pasa?
-Que no me cierra la mierda esta, ¿no lo ves o qué?- dijo de mala hostia y yo me giré hacia el armario para no reírme en su puta cara…
-Pues ponte zapatos bajos, no entiendo tu obsesión por los tacones…
-Tengo que ser la mejor, ¿lo entiendes, verdad?- dijo cambiando sus zapatos por otros con tacón, pero sin ataduras ninguna…
-Si, claro…- dije sacando uno de mis trajes de chaqueta.
Quité mi toalla de mi torso y me arrepentí de no haberme puesto el bóxer en el baño…
-Uhmmm…- emitió un sonido gutural y avanzó hacia mí…
-¿Qué haces?- dije implorando para que no se acercara…
-Viendo a mi perfecto novio en todo su esplendor… ya me había olvidado de como era mi hermoso “Eddie”…
Joder…
-Tanya tenemos prisa- quité sus manos de mi torso y me alejé de ella.
-Eres insoportable…- dijo saliendo de la habitación pisando fuerte…
Tú si que eres insoportable…
Me vestí en tiempo récord, más que nada porque estaba deseando llegar a casa de mi padres y ver a mi diosa de ojos marrones…
Salí de la habitación y me fijé que Tanya se había cambiado de vestido y se había puesto uno que le llegaba a las rodillas…
Gracias a los cielos…
-Vamos- le dije mientras cogía las llaves del Volvo y de casa.
Llegamos en poco tiempo y le abrí la puerta a mi “querida” novia…
Me cogió de la mano y me arrastró hasta la puerta de entrada.
-Buenas noches señor Cullen- me dijo Nahuel, como siempre, con extremada educación.
-Buenas noches Nahuel- le sonreí y él me dejó pasar.
-No entiendo la confianza que le tenéis al personal…- susurró Tanya en mi oído.
-Son personar antes todo, Tanya.
-Si, pero con distinta clase social…- dijo mirándolo con asco…
-Que yo sepa tú y yo somos de distintas clases sociales y aun así estamos juntos…
La dejé totalmente plantada en su sitio y me adentré en la casa y pude ver muchas caras conocidas… todas excepto la que ansiaba ver…
-Hijo, ¿cómo estás?- me dijo papá mientras me abrazaba.
-Muy bien.
-Ven, tengo que presentarte al director del hospital de Chicago- me dijo señalando a un hombre de mediana edad.
-Hola, Edward, soy Ricardo- dijo con una sonrisa amable y yo le correspondí al apretón de manos.
-Encantado Ricardo.
-Oh, el gusto es mío hijo.
-Edward, ¿qué pasa contigo?- dijo la inconfundible voz de Tanya y yo me giré haciéndola callar.
-Tanya, estamos en un momento de presentaciones…- dije disimuladamente y ella me sonrió malvadamente…
-Oh, haberlo dicho antes… Soy Tanya Denali, su mujer y madre de su hijo…- dijo cogiendo la mano de Ricardo y mi padre y yo la miramos con total contrariedad….
-Encantada señora Cullen…- mi estómago se apretó con tan sólo imaginar esa boda…
-Igualmente…- dijo orgullosa y yo la cogí del brazo antes de que dijera más barbaridades…
-Si nos disculpan…- dije a todos los presentes que habían presenciado la escenita, porque habían llegado más de diez hombres…
-Edward, para- dijo inocente y yo la miré enfurecido.
-¿Qué carajos te pasa a ti?
-Nada, ¿debería?
-No, no te vuelvas a meter en una conversación mía, ¿de acuerdo?- no quería montar una escenita delante de todos los presentes…
Ella bufó, pero se cayó, lo cual agradecí…
Miré al frente y me fijé que mi madre miraba a Tanya con odio… era la primera vez que veía esa mirada en la cara de mi madre…
Caminé hacia ella y me sonrió débilmente…
Si, sin duda no le gustaba nada Tanya…
-Hola, hijo, ¿qué tal?- me abrazó y le correspondí con una sonrisa.
-Ahora mejor que estás aquí conmigo…- le susurré bajito para que nadie se enterara.
-Bueno… ten un poco de paciencia cariño, ya verás como todo se arregla- se separó de mí y me dedicó una preciosa sonrisa- Hola, Tanya- se separó de mí y fue a darle dos besos a mi novia…
A pesar de su reticencia hacia ella, su educación era impecable… como siempre.
-Hola, Esme- sonrió con falsedad.
-¿Cómo está mi nieto?
-Perfectamente, tengo tantas ganas de que nazca y poder ver su carita igualita a la de Edward…- dijo con voz empalagosamente falsa…
-Bueno… eso lo dudo…- dijo mi madre, dejándome con la boca abierta al igual que Tanya…- Vamos a sentarnos…
Nos sentamos y comencé a charlar con mi madre de todo un poco… sin tocar el tema de hace unos minutos… pero de repente miré a todos en particular y me fijé que todas las caras, a pesar de estar hablando entre ellos, estaban mirando hacia la entrada…
Miré en esa dirección y vi la mujer más bella de todo el mundo…
Era ella…
Era Bella…
Estaba enfundada en un precioso vestido rojo sangre con un escote que debería ser ilegal… le llegaba hasta el ombligo, viéndose ese pendiente que tanto me gustaba lamer…
Me miró y su mirada era provocativa, pero inocente… joder… era un mezcla explosiva…
Se abrazó a mi padre y todos los invitados miraban y hablaban entre ellos complacidos…
-¿Es esa Bella?- dijo Tanya con voz de repugnancia…
-Si- dije sin dejar de mirar su cuerpo de diosa.
-Parece una auténtica puta con ese vestido…- dijo con rabia en su voz…
Envidiosa… esa era la palabra exacta para como se encontraba Tanya ahora mismo.
-Pues le queda perfecto…- le dije sin dejar de mirar a mi preciosa mujer, porque ésa sí que era mi mujer, ya me lo había demostrado con creces…
Pude observar cómo se hacía a un lado y presentaba a ¿Jacob? delante de mi padre.
¿Jacob era el afortunado que la acompañaba esta noche?
Joder… mi rabia cada vez era mayor y no podía controlarme… más bien estaba totalmente celoso…
Tuve que apartar la mirada de ellos para poder tranquilizarme…
-¿Perfecto?- dijo mirándola un desprecio infinito…
-Si- dije sin más y ella me miró con horror…
-Deberías de haberme dicho a mí eso, no a esa zorra- gritó, provocando que muchos invitados girasen sus cabezas para mirarnos.
-Es la última vez que la insultas en mi presencia y controla tu envidia, no quiero que montes aquí el numerito- dije giraba mi cabeza hacia donde se encontraba mi madre.
-Está bellísima- dijo mi madre refiriéndose a Bella y yo asentí.
Miré de nuevo en su dirección y fue lo peor que pude haber hecho…
Bella estaba cogida de la mano de Jacob y éste tenía una sonrisa ladina en su asquerosa boca…
-Vaya… al parecer viene acompañada…- susurró mi madre mientras se levantaba…
Si dije que el escote de Bella tenía que ser ilegal, entonces más le valía meterla en la cárcel…
El vestido le llegaba hasta los pies, dejando ver, mientras andaba, unos preciosos zapatos de tacón dorados…
Joder…
Se volvió para saludar a Alice y Jasper, y tuve que cerrar la boca para que las babas no se me cayesen…
El mismo escote ilegal también lo tenía en la espalda…
Mi amiguito se estaba despertando y eso era un problema bastante grave…
Quité la mirada y miré a Tanya… para así quitarme el jodido calentón que  tenía en este momento y tuve suerte…
-Hola- dijo con voz sensual y yo levanté mi mirada en el jodido momento en el que Bella estaba abrazando a mi madre, viéndosele más piel de la necesaria con ambos escotes…
-Hola, hija, pero mírate, estás preciosa- le dijo mi madre mientras la miraba con una sonrisa.
-Gracias Esme, tú también estás muy guapa- se giró hacia nosotros y me sonrió.
-Edward…- susurró con voz que me pareció bastante erótica y mi entrepierna palpitó…
-Hola, Bella- dije lo más calmado que pude mientras me levantaba, ni siquiera había tenido fuerzas para levantarme en el estado que me encontraba…
-¿Cómo estás?- dijo mientras me abrazaba y su embriagante perfume chocó literalmente contra mi cara.
Olía delicioso… olía a ella…
-Ahora bien…- le susurré contra la delicada piel de su oído- Estás preciosa- le sonreí y tuve que separarme por la odiosa voz de Tanya…
-Bella, Bella, Bellita…- dijo con falsedad y me resultó hasta asquerosa su interpretación…
-Tanya…- dijo mientras se separaba de mí, extrañando el calor de su cuerpo…
-Pensé que esta era una fiesta exclusiva…
-Así es, por eso no entiendo la presencia de cierta arpía en particular…- dijo dejándonos a mi madre y a mí con la boca abierta.
-¿Qué estás insinuando?- dijo acercándose a ella amenazadoramente…
-Nada- dijo inocente- ¿Me dejas que te dé un consejo?- dijo acercándose a ella- Existen fajas para tapar los cúmulos de grasa- dijo bajito para que nadie se enterase, pero yo al estar tan cerca al igual que Jacob, soltamos una sonora carcajada…
Tanya estaba roja de la furia…
-Ahora si me disculpáis- dijo cogiendo la mano de Jacob, ahora fui yo quien estaba rabioso… cortando mi sofocada risa…- Voy a tomarme una copa, después nos vemos, un placer Esme y como siempre todo exquisitamente decorado- nos sonrió ampliamente y se alejó de nosotros, dejándonos a todos deslumbrados.
-Es odiosa…- susurró Tanya con fastidio y yo sólo pude sonreírle feliz…
Ignoré las palabras de Tanya para no liarla y me limité a mirar a mi diosa personal…
Era bellísima…
Ese delicado vestido envolvía su cuerpo de forma deliciosa, sin ser exagerado, pero con un toque totalmente sensual…
Mientras caminaba, los pliegues del vestido se subían y dejaban ver su precioso pie atado a esos altísimos zapatos.
Era una puta tentación y lo peor era que no se daba cuenta lo que provocaba al público masculino… mentiría si dijera que la habían mirado todos y cada uno de los hombres que estaban presentes… siguiendo todos sus movimientos y yo estaba totalmente jodido…
Estaba celoso…
La seguí con la mirada, hasta verla sentarse con una sonrisa junto a Jacob en la barra de cócteles…
Estaban pasándoselo de maravilla y yo tendría una cara de amargado increíble…
-Mi amor…- otra vez la monótona voz de Tanya…- Ahora vendrá un amigo, lo he invitado yo- me dijo mientras me acariciaba el brazo y yo me quité disimuladamente…
-¿Amigo? Que yo sepa sólo tienes a una amiga aquí- dije con una ceja alzada.
-Si, pero es que…- pensó lo que iba a decir…- Ha llegado hace una semana y el pobre no se desenvuelve muy bien con lo nuevo…
-Ya…- dije sin tragarme ninguna palabra y ella sonrió nerviosa.
-Le di nuestra invitación, ya que no nos hacía falta a nosotros…- dijo con un intento de sonrisa coqueta, pero le quedó como una extraña mueca…
-Genial- dije sarcástico y miré de nuevo a Bella.
Ahora se dirigían hacia una de las mesas repletas de comida.
Se sentó con elegancia y sorbió con la pajita el contenido de su copa, mientras me miraba de forma seductora…
Te vas a quemar Bella, te vas a quemar… gritó mi conciencia y le sonreí de lado, provocando un sonrojo por su parte…
Era absolutamente adorable…

Bella pov.

 Nos alejamos y nos sentamos en los taburetes de la improvisada barra de cócteles, sintiendo la mirada abrasadora en mi nuca de cierto espécimen perfecto…
-¿Qué le pongo señorita?- dijo un muchacho joven muy simpático.
-Un San Francisco.
-¿Y a usted señor?
-Un Manhattan, por favor- dijo Jacob con excelente educación y yo me reí de él.
-Pareces un duque señor Black- me carcajeé.
-Y usted una diosa rompedora, señorita Swan- dijo mientras hacía una reverencia y yo me descojoné en su cara.
-Tome- me tendió el cóctel y bebí con la pajita, mientras miraba a cierto adonis de ojos verdes…
Efectivamente, la mirada que había sentido al llegar no había cedido… seguía con la misma mirada, pero más intensa, como si eso fuera posible…
-Vamos a comer- dijo Jacob bebiendo lo que le quedaba del vaso y levantándose.
-No tengo hambre, pero te acompaño- dije mientras me levantaba con mi vaso en la mano, sorbiendo de la pajita de manera sensual mientras mirada a Edward…
¿Por qué lo hacía? Porque me gustaba provocarlo…
-Vamos a sentarnos aquí, es donde más comida hay…- dijo mi amigo y por primera vez quité la mirada de esos penetrantes ojos verdes y miré a la mesa.
La verdad es que había de todo… no me extrañaba en absoluto…
Después de una hora, mirando de soslayo a Edward, pude ver cómo conversaba con un hombre rubio, para poco después levantarse con la zorrona de Tanya y dirigirse hacia la salida, mi ánimo decayó como cien puntos…
Miré a mi amigo y lo vi bastante raro, no pude evitar mirarle con cara de preocupación…
-Jake, ¿qué te pasa?- le dije poniéndome a su lado.
-Creo que he comido demasiado marisco…- dijo sobándose la panza y yo le toqué la cara.
Tenía la cara totalmente hinchada…
-Por Dios Jake… estás ardiendo y encima tienes la cara roja a parches…
-Si, me ha pasado una vez que otra…- dijo con una sonrisa.
-Qué bruto eres…- quité la mirada de su cara y busqué a Carliste con la mirada, cuando lo ubiqué, miré de nuevo a Jake- Jake llamaré a Carliste.
-Vale…- dijo con voz cansada y yo me levanté y me apresuré al lugar donde se encontraba Carliste.
-Carliste- dije con voz demasiada preocupada…
-Dime hija, ¿te pasa algo?
-No, no es a mí, es a Jake, creo que le ha dado una intoxicación por el marisco- dije asustada y él asintió y me cogió del brazo.
-¿Dónde está?
-Allí- señalé con la cabeza el lugar donde de encontraba Jake y nso apresuramos para ir a su lado.
-Jake, ¿te duele algo?- dijo Carliste cogiendo su estetoscopio que descansaba encima de la mesa de al lado por casualidad.
-Si, la tripa- dijo cerrando los ojos.
-Efectivamente Bella, es una intoxicación…- dijo sin nada de preocupación.
-Carliste, pero es grave, debería de llevarlo al hospital…- dije asustada cogiendo el brazo de mi amigo.
-No Bella, tranquilízate, Jacob estará bien, ahora le inyectaré un antibiótico para que esa hinchazón pare y una crema para la cara y te prometo que en una hora estará bien, o mejor que ahora- me guiñó y se alejó para coger las cosas necesarias.
Y así fue… la hinchazón de la cara casi había desaparecido y el malestar en general que sentía ya no lo tenía…
-Jacob deberás pincharte esto- dijo señalando el bote con el líquido que le había pinchado- Dos veces a día y tomarte cuatro antibióticos, cada seis horas, ¿de acuerdo?- Jake asintió y lo ayudé, junto con Carliste, a levantarlo de la silla.
-¿Dónde crees que vas?- me dijo Jake mientras avanzábamos hacia la puerta.
-¿Tú qué crees?- dije como si fuera obvio- Pues irme contigo.
-De eso nada, tú te quedarás y disfrutarás de la fiesta.
-¿Estás loco? Me iré contigo y yo cogeré el coche, no puedes conducir.
-Ya he llamado a Sam para que me recoja, toma- dijo buscando algo en su bolsillo- Te llevarás mi coche y ya lo recogeré, ¿vale?
-No, no vale, no puedo dejarte ir, tengo que ir contigo.
-Te he dicho te estaré bien, prometo que le haré caso al doctor Cullen, pero ahora tú tienes que divertirte y mañana me contarás qué tal te lo has pasado- dijo con una sonrisa y yo no tuve más remedio que asentir.
-Da igual- cogí las llaves de su coche- Me iré en breve.
-No lo creo- dijo como si fuera obvio.
Dejé la conversación ahí y esperé junto a él a que Sam llegara.
Después de unos minutos, Sam llegó y se fue con mi amigo hacia su casa, a pesar de que no me gustara, no me había quedado otra que hacerle caso.
Me adentré en la casa y me dirigí inmediatamente al baño, tenía que refrescarme la cara…
Cuando estaba saliendo del baño, una mano me agarró con fuerza, pero con delicadeza, y me metió en una habitación totalmente oscura.
-¿Qué…?- no me dio tiempo a decir más nada… unos cálidos labios, inconfundibles, se apoderaron de los míos con rudeza…
-Te amo- dijo cuando nos separamos por falta de aire…
Esas dos palabras hicieron que mi corazón de saltase un latido y que después latiese como las alas de un colibrí.
Me amaba… me había dicho que me amaba, si me lo había dicho anteriormente, pero no como esta vez…
-¿Edward?- dije sin sabes qué decir…
-¿Esperas a alguien más?- dijo mientras me besaba toda la extensión del cuello, mi cuerpo se pegó más a él, involuntariamente…
-No… esto no está bien, Edward… no podemos…- intenté zafarme de su agarre, pero fue imposible…
-Si, si podemos, te amo y tú me amas…- me dijo antes de atacar mis labios nuevamente, gemí en respuesta…
-Si, pero tienes novia y un hijo en camino…- dije separándome totalmente de él.
-No importa…
-Si importa Edward, no quiero ser la segundona de nadie, sólo te quiero única y exclusivamente para mí, ¿es que no lo entiendes?- dije con lágrimas en mis ojos y él se acercó a mí y me abrazó con mucha delicadeza.
-No llores mi amor, me partes el alma…- me besó en el tope de la cabeza- Quiero hablar contigo y aclarar todo esto, pero tu cuerpo me llama como un alcohólico la bebida…- me besó de nuevo y yo me dejé llevar…- No eres la segundona, nunca lo has sido, siempre te he tenido en mi mente y en mi corazón Bella, ¿no lo entiendes? Sólo me interesa el hijo que está en camino…- mi corazón se despedazó un poco… no es que ese pobre niño tuviera culpa, pero sería la unión para que la relación entre Edward y Tanya jamás terminara…
-Por eso mismo, no debes pensar en mí de esa manera, no debes…- sollocé.
-Si, estoy enamorado de ti desde hace años y ahora que tengo una segunda oportunidad de estar contigo no la voy a desaprovechar…- dijo seguro cogiendo mi cara con ambas manos… a pesar de estar oscuro, podía ver el brillo especial de sus ojos…- No dejaré a mi hijo tirado, eso jamás lo haría, pero puedo estar contigo y criar a mi hijo.
-Tanya no lo permitirá y lo sabes.
-Me da igual lo que diga Tanya, será así y punto- me besó en la frente- Lucharé por la custodia de mi hijo, no quiero verlo cerca de esa mujer…
-No puedes separarlo de su madre- dije segura.
-Nunca lo haría, pero si cortar el tiempo que esté con ella- posó suavemente sus labios en los míos y yo arremetí con mi lengua en su boca.
Ahora estaba totalmente segura de su amor, había dudado por las circunstancias de las vida, pero ahora todo era diferente… me estaba incluyendo en su futuro y eso había sido muy importante para mí…
-Te quiero- susurré con una sonrisa y él me sonrió de lado antes de besar nuevamente mis labios.
Cada vez estaba haciendo más y más calor y era insoportable…
Edward me cogió en peso, sin dejar de besarme en ningún momento y me llevó a lo que supuse sería un escritorio, ya que la dura madera dio en mi espalda baja. Me sentó y me abrió las piernas un poco para que pudiese colarse en ellas.
Me cogió de la nuca y me besó el cuello con besos húmedos.
-Te amo, eres preciosa mi vida…- susurró mientras su lengua rozaba la parte central de mis pechos, hasta llegar a mi ombligo.
-Edward…- le advertí, pero sonó más a un gemido que a otra cosa…
-Quiero amarte…- susurró con voz ronca y toda la cordura que me quedaba se esfumó, dando paso a la locura…
Le quité la corbata con un fuerte jalón, provocando un gemido por su parte mientras jugaba con el pendiente de mi ombligo…
-Eres irresistiblemente hermosa…
Le fui quitando lenta y tortuosamente los botones de su camisa y él me subió en peso para subirme el vestido más fácilmente.
-Eres una diosa…- dijo mientras miraba embelesado mis piernas, pude ver fuego en sus preciosos ojos verdes…
-Y tú eres mi adonis personal…- le dije con extraña voz gruesa…
-Uhmmm…- gimió y me fue bajando el tanga rápidamente- Te llevo deseando desde que entraste por la puerta con este provocador vestido…- dijo tocando las gruesas tiras del vestido…
Muy pronto me quedé sin ropa interior y no me lo pensé dos veces y lo atraje hacia mí para besarle con rudeza.
Mis manos viajaron hasta su cinturón y éste desapareció casi al instante, al igual que sus pantalones y su bóxer…
-Te amo…- dije posicionándose en mi entrada y penetrándome suavemente.
-Edward… Dios…- clavé mis uñas en su fuerte espalda y apoyé mi frente en su pecho… estaba totalmente desbocada y tenía que tranquilizarme…
-Bella…- embistió un poco más rápido y más fuerte y me quise morir de placer…
-Edward… eres perfecto…- gemí un poco más alto y él adentró su lengua en mi boca, saboreando todos los rincones escondidos de mi boca…
-Bella… oh Dios… te amo…- puso sus manos en mis caderas y me acercó más a él, como si eso fuera posible… y embistió con fuerza…
Nuestras respiraciones eran erráticas y mi orgasmo estaba a punto de llegar…
-Edward, ¡más!- grité fuera de sí y él apretó más su agarre en mis caderas y embistió con mucha fuerza…- ¡¡¡Edward!!!- grité demasiado alto y él me calló con sus labios…
Poco después mi liberación llegó, clavando mis uñas fuertemente en su espalda y temí haberle hecho alguna herida…
-¡Bella!- Edward aceleró el delicioso vaivén y se derramó completamente dentro de mí…- Hermosa- me besó en los labios y yo caí desplomada encima de su cuerpo…
-Dios…- solté todo el aire que había contenido y apoyó su frente contra la mía y me sonrió, viéndose su rostro casi irreal reflejado por la luz de la luna que se colaba entre las cortinas…
En ese momento sonaron las campanadas, anunciando el año nuevo…
-No hay mejor forma de recibir el año nuevo que esta…- susurró con voz todavía distorsionada por el ejercicio…
-Estoy totalmente de acuerdo…- dije con una sonrisa y entrelacé mis dedos con algunos mechones de su pelo mientras lo besaba suavemente…
Esperamos a que todas las campanadas sonasen y pudimos escuchar la euforia de los aplausos del público en el piso inferior.
-Al parecer todos ignoran nuestra ausencia…- dijo burlón.
-Mejor- dije convencida y de repente me acordé de algo.
-¿Y Tanya?
-Estaba cansada de estar aquí…- dijo con voz de no creerse nada…
-¿Qué sospechas?- le dije mientras me bajaba el vestido y él me tendía el tanga con una sonrisa torcida…
-No me creo nada de lo que dice…- dijo sin una pizca de dolor en su voz…
-No te entiendo…- dije mirándolo a los ojos.
-Creo que Tanya tiene algo por ahí…- dijo antes de darme un beso en la boca.
-Vaya…- le miré sorprendida…
-No lo sé seguro… Alice tiene que hablar conmigo sobre el tema.
-¿Alice?- él asintió- ¿Qué tiene que ver la pequeña duende en todo esto?
-Ha investigado…
-Joder… debería de haberla ayudado…- dije más para mí misma que para él.
-¿Ayudado?- dijo alzando una ceja- ¿Tú lo sabías?
-Algo… pero no sabía que estaba investigando a fondo…
-Joder… al parecer he sido yo el único ciego en este asunto…
-Es normal, Edward- le cogí la cara con mis manos y lo acerqué a mí- No puedes imaginarte que la madre de tu hijo te traicione…
-Ya…
Nos quedamos en un silencio cómodo hasta que escuchamos murmullos fuera de la habitación.
-Será mejor que salgamos- dije mientras le ayudaba con su corbata.
-Si- me besó y me sonrió de lado.
Era totalmente irresistible…
Nos encaminamos hacia fuera de la habitación y nos encontramos con la enana con una sonrisa ladina en el rostro…
-Vaya, vaya… pero si están aquí los “desaparecidos”- dijo esto último haciendo comillas con sus dedos…
-Hola- sonreí de manera inocente y ella me examinó con un dedo en su barbilla.
-Bella, ¿te has acordado de mí? Creo que el vestido no puede ser más cómodo para el pre sexo…- dijo como si nada y yo me ruboricé bastante…
Era verdad… ahora me acordaba de las palabras de la enana…
“Mejor… así no te estorbará…”
¿Cómo era posible que lo hubiera sabido?
-Ja… lo sabía- dijo triunfal- Oléis a sexo por todos lados…
-Alice…- le advirtió Edward, pero ella hizo caso omiso…
-Bella ve a peinarte y a arreglarte ese vestido, creo que al llegar a la fiesta no te llegaba a las rodillas…- dijo mientras sonreí maquiavélicamente y yo inmediatamente miré mi atuendo…
Joder… era verdad…
-Si… voy al baño…- dije soltándome de la mano de Edward y dándome prisa.
¿Por qué tenía que estar involucrada en estas situaciones tan embarazosas?

Edward pov.

-Edward- me llamó mi “querida” hermana, ya que me había quedado mirando a Bella hasta que había desaparecido por la puerta del baño.
-¿No puedes ser más inoportuna, verdad?
-Agradece que he sido yo la que os he encontrado en esta situación tan…- pensó- Embarazosa…
-Ya… claro… como si tú no supieras nada…
-Bueno hermanito… más de lo que imaginas, pero os ayudo siempre- me sonrió y yo no pude más que sonreír- Quiero que vengas a casa por la mañana, ¿vale?
-Vale- dije mientras la miraba a los ojos.
-Vamos a descubrir a esa arpía…
-Nada me haría más feliz… pero el problema es mi hijo Alice…
-Bueno… no creo que sea tuyo…- mi mandíbula cayó al suelo…- No me mires así, tú lo sospechas igualmente…
-Ya… pero es chocante escucharlo de otra persona.
-Lo sé y a mí también me entristece, pero estoy casi al 100 % que no es nada tuyo, ya se verá…- dijo segura.
-Estoy de acuerdo, entonces mañana te veré, ¿vale?- ella asintió.
-¿Estoy presentable enana?- dijo la suave voz de mi ángel y nos giramos para mirarla…
Estaba más bella que antes si eso era posible…
Su cara sonrosada por el ejercicio era adorable…
-Si… ahora vente conmigo para que nadie sospeche, todo el mundo ha estado preguntando por “la diosa de la fiesta”- dijo con una sonrisa y me dio una punzada de celos…
-Dios… qué vergüenza…- dijo mientras se tapaba la cara.
-Nah…- dijo la enana quitándole importancia- Les he dicho que eres una chica muy ocupada…
-Si- asintió y me miró- Mañana nos vemos, ¿ok?
-Vale- le besé suavemente en los labios durante dos segundos, ya que mi querida hermana la estaba arrastrando escaleras abajo- Te amo- le grité y ella sonrió.
Sin duda mi vida daría un giro de 360 grados… 



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Chic@s he tenido que escribir de nuevo este capítulo porque se me ha borrado tanto del pen como de las entradas del blog... Si... una cosa muy extraña... estoy bastante liada copiando todos los capítulos para que no se me pierdan...
Tenéis el capítulo 23 listo de INOLVIDABLE para leer, es el nuevo de esta semana, intentaré por todos los medios subir el próximo de MEZCLA DE SENTIMIENTOS, pero no os prometo nada.
Un besote a tod@s!!!
Romiina^.^

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