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Capítulo 7: Comida familiar.
Bella pov.
Me levanté
bastante tarde, exactamente a las 1 de la tarde, pero aún así me fui a la
cocina directamente para comerme un buen desayuno… La verdad era que no había
comido mucho estos días por lo nervios de la fiesta y por supuesto la
“relación” entre Edward y yo, si es que se le podía llamar de esa manera…
Preparé tostadas,
cereales, huevos y café y los puse encima de la mesa. Saqué de la nevera la
mermelada de fresa y la leche y me senté para disfrutar de mi desayuno.
Me estaba
metiendo el último trozo de tostada en la boca cuando el sonido del teléfono me
distrajo…
Me levanté
y cogí el inalámbrico del salón y descolgué.
-Buenos
días Bells- dijo la eufórica voz de Alice.
-Hola Ali-
dije sentándome en el sofá pesadamente.
-¿Cómo has
dormido?
-Bueno…
después de dos analgésicos y una tila, bien…- suspiré.
-Bella no
te atormentes, falta poco para que tu felicidad llame a tu puerta…- dijo muy
convencida.
-Si, Alice
y yo soy Jennifer López… no te jode…
-Ya lo
verás, sabes que no me equivoco y sabes que tú eres mejor que Jennifer López…-
sonreí ante sus palabras.
Estaba
totalmente loca, pero aun así la amaba…
-¿Y tú cómo
estás? ¿Y mi sobrinito o sobrinita?
-Estupendamente
Bells, no puedo ser más feliz, Jasper está atento en todo y me consiente en
todo lo que le pido.
-Me alegro.
-Escucha-
hizo una pausa- Te llamaba para recordarte que faltan unas horas para la gran
fiesta de Navidad.
-Si… cómo
olvidarlo…- dije irónica y ella soltó una risilla.
-Y también
para recordarte que te pongas ese fabuloso vestido y el colgante con la
insignia Cullen.
-¿Algo más?
-Si, que
vengas con la sonrisa más radiante de tu vida- dijo seria y esta vez fue mi
turno de reír.
-Eres
increíble.
-Hazme
caso, me lo agradecerás.
-Si, como
sea, tengo que hacer cosas enana, nos vemos en unas horas…
-Cuatro
horas exactamente…
-¡¿Cuatro
horas?!- dije extrañada y miré el reloj…
Era cierto…
¿Cuánto
había tardado en desayunar?
Joder…
-Si, al parecer se te han pegado las sábanas,
¿no?
-Si…
-Por eso te
llamaba, no me fio de ti- dijo con una sonrisa maligna seguro… como si la
estuviera viendo…- No me hagas tener que ir hasta allí para arrastrarte hasta
la fiesta, ¿entendido?
-Si, mi
coronel- dije burlona y ella rio.
-Si,
“soldadito”, nos vemos en unas horas, te quiero, besitos.
-Chao
mandona, besos- colgué y me levanté con una sonrisa.
Decidí
lavar la ropa sucia que tenía y recoger la cocina después de la preparación de
un desayuno para ocho personas…
Había
comido como una auténtica cerda…
Miré el
reloj ya eran las 5 y media de la tarde, así que decidí comenzar a relajarme
para la larga y dura noche que me esperaba…
Eché sales
aromáticas de vainilla en el agua caliente y me metí con cuidado de no
resbalarme.
Estuve
hasta que mis dedos estuvieron arrugados y de nuevo miré el reloj, eran las 6 y
media de la tarde…
Una hora
completa de baño… de puta madre… y encima no había conseguido relajarme ni
siquiera un poquito…
Enredé una
toalla en mi cuerpo y la fui restregando suavemente por mi piel, para secarla
completamente.
Salí del
baño y enrollé una toalla en mi pelo, mientras avanzaba hacia la cama para
hacerla.
Hice la
cama y cogí el tanga que me pondría.
Me dirigí
hacia el armario y cogí la funda del precioso vestido con mucho cuidado y lo
puse en la cama, totalmente estirado.
Cogí la
caja de los zapatos que me pondría y la puse a los pies de la cama.
Bajé la
cremallera de la suave funda del vestido y lo cogí con delicadeza. Me lo puse y
me miré en el espejo de cuerpo entero que tenía justo enfrente.
-Perfecta-
susurré con una sonrisa cuando miré mi reflejo en el espejo.
Me dirigí
al baño para poder maquillarme y me decanté por enmarcar mis ojos y mis labios
con precisión. Tan sólo usé delineador negro para mis ojos y un pintalabios
rojo para mis labios. Una base de maquillaje ligera y natural, polvos
translúcidos y un poco de colorete.
Y ya estaba
lista.
Me calcé
los mortales zapatos y cogí el pequeño bolsito que llevaría.
Me miré
nuevamente y me convencí del resultado.
En ese
mismo momento sonó el timbre y fui hasta la puerta con cuidado de no tropezar
ni caer.
-Preciosa…-
susurró Jake mirándome de arriba abajo y yo le sonreí.
-Gracias, tú
también estás muy guapo.
Jake
llevaba un elegante traje de chaqueta azul marino, haciéndolo parecer elegante
y sofisticado, pero tremendamente sencillo.
Me hice a
un lado para dejarle pasar y cerré la puerta cuando entró.
-¿Lista
para la espléndida cena en casa de los Cullen?- dijo irónico y yo solté una
carcajada.
-Nunca
podrá estarlo.
-Oh, vamos,
no será para tanto… habrá comida y bebida gratis, ¿de qué te quejas?
-De cierta
persona que se hace llamar “arpía”…
-Uhg… pelea
de gatas… me gusta…- dijo burlón y yo le di un sonoro golpe en la nuca.
-No
cambiarás nunca- me reí de su cara de dolor.
-Ni tú
rompedora…- me guiñó y se sentó en el sofá- ¿Te queda mucho?
-No, recojo
mi bolso y nos vamos- dije mientras avanzaba hacia mi habitación.
Metí todo
lo necesario en el pequeño bolso y me acordé del colgante con la insignia
Cullen.
-Joder…-
murmuré cogiendo la delicada caja de encima de la mesita de noche- Ayúdame Dios
a pasar esta noche lo más pacíficamente posible…- susurré mientras cogía el
dichoso colgante.
Salí de mi
habitación y llegué al lado de Jake.
-¿Y eso?-
dijo señalando el colgante.
-Esto- dije
dándoselo- Tengo que ponérmelo por orden de la enana- dije rodando los ojos y
él sonrió.
-Anda, te
ayudo- se levantó y se pude detrás de mí.
-Gracias,
¿vamos?
-Por
supuesto- me cogió de la mano y avanzamos hasta la puerta, cogí las llaves y
cerré suavemente.
Bajamos por
el ascensor y fuimos hasta el coche de Jake, que extrañamente había podido
aparcar justo enfrente del edificio…
Llegamos en
un tiempo récord, creo que la conducción de los Cullen se les pegaba a todos
aquellos que estaban a su lado…
-Vamos,
relájate, no será para tanto- me dijo Jake mientras aparcaba entre la multitud
de coches que había delante de la casa de los Cullen.
-No puedo…
-No
entiendo tus nervios… se supone que eres una integrante más de los Cullen…
siempre lo has sido, ¿qué diferencia hay ahora?
Muy buena
pregunta…
La
diferencia era que estaba totalmente enamorada de Edward Cullen, el cual tenía
novia, arpía o no, era su novia y encima embarazada…
¡Viva la
puta mala suerte!
-No lo sé…-
dije antes de bajarme del coche…
No quería
que Jake lo supiera… bastante tenía que lidiar
-Venga
vamos- me cogió de la mano y llegamos hasta la puerta.
-Buenas
noches señores- nos dijo el hombre de confianza de Carliste.
-Buenas
noches- respondimos los dos al unísono.
-¿Tienen
invitación?- al parecer no me había reconocido, ya que Jake estaba delante de
mí.
Cogí la
invitación de mi bolso y me colé delante de Jake.
-Tome,
Garrett- dije tendiéndole la invitación y él me miró sorprendido al llamarle
por su nombre de pila…
-Señorita
Bella- dijo antes de abrazarme y yo le correspondí el abrazo.
-Hola- le
dije con una sonrisa y me separé de él.
-¿Cómo
está?
-Perfectamente
bien- le sonreí débilmente, pero él pareció bastarle.
-Me alegro,
guárdese la invitación, no le hace falta- me guiñó y nos dejó pasar.
-Lo que yo
diga… estas hecha una rompe corazones- susurró Jake con voz burlona y yo no
pude más que reírme…
Me ayudó a
quitarme el abrigo y pude ver muchas caras conocidas, todas… pero una llamó mi
atención…
Edward se
encontraba sentado en el sofá charlando animadamente con Esme, con la arpía a
su lado, mirando maravillada a todo en particular…
En ese
mismo instante pude observar que todo el salón me miraba…
Joder…
tierra trágame…
Edward no
tardó mucho en levantar su cabeza y mirarme intensamente de arriba abajo… como
escaneándome…
J-O-D-E-R
-Bella…- me
dijo Carliste que se encontraba hablando con un grupo de hombres que me miraban
embelesados…
-Buenas
noches Carliste- le sonreí y le besé en ambas mejillas antes de darle un
abrazo.
-Todo el
salón te mira…- me susurró bajito en mi oído y yo asentí ruborizada- Creo que
no han visto mujer más preciosa que tú hija…
Yo me
separé de él con una sonrisa débil, estaba muerta de vergüenza…
-He venido
con Jake…- dije cambiando de tema y mi amigo apareció en cuanto escuchó su
nombre.
Yo miré de
nuevo hacia mi Dios personal y me fijé que no se había movido ni un ápice, que
seguía mirándome con la misma intensidad, pero con una sonrisa socarrona en el
rostro…
Avancé
junto con Jake y me atrapó unos bracitos pequeños.
-Hola,
enana- dije con una sonrisa.
-Hola,
Bells, estás guapísima- dijo mirándome de arriba abajo- Sin duda, acerté de
lleno con tu vestimenta.
-Si, genial
para ser el centro de atención…- rodé los ojos y Jasper y Jake se rieron.
-Hola,
Jazz- le abracé y él me sonrió.
-Estás muy
guapa- me guiñó y me sonrió cálidamente.
-Gracias.
-¿Has visto
la indumentaria de la arpía?- me dijo Alice en tono bajo- No te lo puedes
perder… está hecho una facha…
-No me
digas… nunca ha vestido bien…- Alice se descojonó de la risa, provocando que
varias caras nos mirasen extrañadas.
Putos
cotillas…
-Después
nos vemos Bells, que tengo mucha hambre- dijo la enana arrastrando con ella al
pobre de Jasper…
Yo no me lo
pensé dos veces y avancé hacia mi perfecto adonis…
Edward pov.
Estaba
sentado viendo la televisión, aunque en realidad no tenía ni puta idea de qué
iba la película…
Sólo tenía
cabeza para Bella…
Era
imposible dejar de pensar en ella… todo me recordaba a ella…
-Mi amor…-
dijo la empalagosa voz de Tanya, yo la ignoré por completo…- ¡¡Edward!!- dijo
irritada y yo la miré enfurecido.
-¿Qué haces
gritando?
-Es que no
te enteras de nada- dijo poniéndose delante de mí y pude ver su atuendo…
Ahora
estaba más gorda que antes, nada que ver con el cuerpo delgado que la
caracterizaba…
Ese vestido
azul tan ajustado le sentaba como una parada en el culo… La pequeña barriga,
donde se encontraba mi pequeño hijo, estaba totalmente apretada, haciéndola
parecer repugnante… y ni que hablar del puto escote que le llegaba hasta el
ombligo… de podía decir que no había centímetro de piel para dejar a la
imaginación…
El vestido
era corto, pero no para que se le viera hasta la partida de nacimiento…
Lo dicho…
totalmente repugnante…
-Tanya,
¿dónde vas así?- quizás soné demasiado cortante, pero era necesario… No quería
que hiciese el ridículo.
-Pues a la
mansión de tus padres a cenar, ¿dónde más iría?- dijo en un amago de sentarse
encima de mí, pero yo fui más rápido y me levanté del sofá.
-¿No ves
que ese vestido te está estrecho? El bebé estará incómodo tan apretado…
-Para nada
mi amor, ahora me está mejor que antes- me sonrió asquerosamente y pude oler el
empalagoso olor de su perfume…- Y a tu hijo no le pasará nada, está
perfectamente…- dijo tocándose la tripa con dulzura…
Que pena me
daba de mi hijo… pero de él me encargaría yo, de eso estaba seguro.
-Lo que tú
digas… pero te sugiero que te cambies de vestido, no quiero que mi hijo esté
enlatado…- dije hastiado de su comportamiento- Me voy a la ducha.
-¿Quieres
que te acompañe, guapo?- dijo con voz melosa y yo la miré enfurecido.
-No Tanya,
son las 7 de la tarde y en media hora tenemos que estar en casa de mis padres-
dije cortante quitando su mano de mi brazo.
-Pero hace
mucho tiempo que no nos duchamos juntos, ¿es que ya no te gusto?
No… dijo la
voz de mi conciencia y estuve totalmente de acuerdo con ella.
-No
empieces otra vez, Tanya, por favor… tenemos prisa y dudo mucho que puedas
arreglarte en 20 minutos…
Bien,
Edward… cada vez te estabas quedando con mejores excusas…
-Tú te lo
pierdes…- dijo mientras entraba a la cocina, seguro para comer como una cerda…
Joder… era
pesada de cojones…
Con nervios
y enfado en estado puro, me desvestí y me metí en la ducha.
Tardé más
de lo necesario para estar el menor tiempo con Tanya y fue irremediable salir
al cabo de 25 minutos…
Sólo tenía
cinco minutos para arreglarme, de puta madre… no necesitaba más…
Salí del
baño y miré cómo Tanya intentaba inútilmente abrocharse la hebilla de uno de
sus mortales zapatos en su ancho tobillo…
-¿Qué te
pasa?
-Que no me
cierra la mierda esta, ¿no lo ves o qué?- dijo de mala hostia y yo me giré
hacia el armario para no reírme en su puta cara…
-Pues ponte
zapatos bajos, no entiendo tu obsesión por los tacones…
-Tengo que
ser la mejor, ¿lo entiendes, verdad?- dijo cambiando sus zapatos por otros con
tacón, pero sin ataduras ninguna…
-Si,
claro…- dije sacando uno de mis trajes de chaqueta.
Quité mi
toalla de mi torso y me arrepentí de no haberme puesto el bóxer en el baño…
-Uhmmm…-
emitió un sonido gutural y avanzó hacia mí…
-¿Qué
haces?- dije implorando para que no se acercara…
-Viendo a
mi perfecto novio en todo su esplendor… ya me había olvidado de como era mi
hermoso “Eddie”…
Joder…
-Tanya
tenemos prisa- quité sus manos de mi torso y me alejé de ella.
-Eres
insoportable…- dijo saliendo de la habitación pisando fuerte…
Tú si que
eres insoportable…
Me vestí en
tiempo récord, más que nada porque estaba deseando llegar a casa de mi padres y
ver a mi diosa de ojos marrones…
Salí de la
habitación y me fijé que Tanya se había cambiado de vestido y se había puesto
uno que le llegaba a las rodillas…
Gracias a
los cielos…
-Vamos- le
dije mientras cogía las llaves del Volvo y de casa.
Llegamos en
poco tiempo y le abrí la puerta a mi “querida” novia…
Me cogió de
la mano y me arrastró hasta la puerta de entrada.
-Buenas
noches señor Cullen- me dijo Nahuel, como siempre, con extremada educación.
-Buenas noches
Nahuel- le sonreí y él me dejó pasar.
-No
entiendo la confianza que le tenéis al personal…- susurró Tanya en mi oído.
-Son
personar antes todo, Tanya.
-Si, pero
con distinta clase social…- dijo mirándolo con asco…
-Que yo
sepa tú y yo somos de distintas clases sociales y aun así estamos juntos…
La dejé
totalmente plantada en su sitio y me adentré en la casa y pude ver muchas caras
conocidas… todas excepto la que ansiaba ver…
-Hijo,
¿cómo estás?- me dijo papá mientras me abrazaba.
-Muy bien.
-Ven, tengo
que presentarte al director del hospital de Chicago- me dijo señalando a un
hombre de mediana edad.
-Hola,
Edward, soy Ricardo- dijo con una sonrisa amable y yo le correspondí al apretón
de manos.
-Encantado
Ricardo.
-Oh, el
gusto es mío hijo.
-Edward,
¿qué pasa contigo?- dijo la inconfundible voz de Tanya y yo me giré haciéndola
callar.
-Tanya,
estamos en un momento de presentaciones…- dije disimuladamente y ella me sonrió
malvadamente…
-Oh,
haberlo dicho antes… Soy Tanya Denali, su mujer y madre de su hijo…- dijo
cogiendo la mano de Ricardo y mi padre y yo la miramos con total contrariedad….
-Encantada
señora Cullen…- mi estómago se apretó con tan sólo imaginar esa boda…
-Igualmente…-
dijo orgullosa y yo la cogí del brazo antes de que dijera más barbaridades…
-Si nos
disculpan…- dije a todos los presentes que habían presenciado la escenita,
porque habían llegado más de diez hombres…
-Edward,
para- dijo inocente y yo la miré enfurecido.
-¿Qué
carajos te pasa a ti?
-Nada,
¿debería?
-No, no te
vuelvas a meter en una conversación mía, ¿de acuerdo?- no quería montar una
escenita delante de todos los presentes…
Ella bufó,
pero se cayó, lo cual agradecí…
Miré al
frente y me fijé que mi madre miraba a Tanya con odio… era la primera vez que
veía esa mirada en la cara de mi madre…
Caminé
hacia ella y me sonrió débilmente…
Si, sin
duda no le gustaba nada Tanya…
-Hola,
hijo, ¿qué tal?- me abrazó y le correspondí con una sonrisa.
-Ahora
mejor que estás aquí conmigo…- le susurré bajito para que nadie se enterara.
-Bueno… ten
un poco de paciencia cariño, ya verás como todo se arregla- se separó de mí y
me dedicó una preciosa sonrisa- Hola, Tanya- se separó de mí y fue a darle dos
besos a mi novia…
A pesar de
su reticencia hacia ella, su educación era impecable… como siempre.
-Hola,
Esme- sonrió con falsedad.
-¿Cómo está
mi nieto?
-Perfectamente,
tengo tantas ganas de que nazca y poder ver su carita igualita a la de Edward…-
dijo con voz empalagosamente falsa…
-Bueno… eso
lo dudo…- dijo mi madre, dejándome con la boca abierta al igual que Tanya…-
Vamos a sentarnos…
Nos
sentamos y comencé a charlar con mi madre de todo un poco… sin tocar el tema de
hace unos minutos… pero de repente miré a todos en particular y me fijé que
todas las caras, a pesar de estar hablando entre ellos, estaban mirando hacia
la entrada…
Miré en esa
dirección y vi la mujer más bella de todo el mundo…
Era ella…
Era Bella…
Estaba
enfundada en un precioso vestido rojo sangre con un escote que debería ser
ilegal… le llegaba hasta el ombligo, viéndose ese pendiente que tanto me
gustaba lamer…
Me miró y
su mirada era provocativa, pero inocente… joder… era un mezcla explosiva…
Se abrazó a
mi padre y todos los invitados miraban y hablaban entre ellos complacidos…
-¿Es esa
Bella?- dijo Tanya con voz de repugnancia…
-Si- dije
sin dejar de mirar su cuerpo de diosa.
-Parece una
auténtica puta con ese vestido…- dijo con rabia en su voz…
Envidiosa…
esa era la palabra exacta para como se encontraba Tanya ahora mismo.
-Pues le
queda perfecto…- le dije sin dejar de mirar a mi preciosa mujer, porque ésa sí
que era mi mujer, ya me lo había demostrado con creces…
Pude
observar cómo se hacía a un lado y presentaba a ¿Jacob? delante de mi padre.
¿Jacob era
el afortunado que la acompañaba esta noche?
Joder… mi
rabia cada vez era mayor y no podía controlarme… más bien estaba totalmente
celoso…
Tuve que
apartar la mirada de ellos para poder tranquilizarme…
-¿Perfecto?-
dijo mirándola un desprecio infinito…
-Si- dije
sin más y ella me miró con horror…
-Deberías
de haberme dicho a mí eso, no a esa zorra- gritó, provocando que muchos
invitados girasen sus cabezas para mirarnos.
-Es la
última vez que la insultas en mi presencia y controla tu envidia, no quiero que
montes aquí el numerito- dije giraba mi cabeza hacia donde se encontraba mi
madre.
-Está
bellísima- dijo mi madre refiriéndose a Bella y yo asentí.
Miré de
nuevo en su dirección y fue lo peor que pude haber hecho…
Bella
estaba cogida de la mano de Jacob y éste tenía una sonrisa ladina en su
asquerosa boca…
-Vaya… al
parecer viene acompañada…- susurró mi madre mientras se levantaba…
Si dije que
el escote de Bella tenía que ser ilegal, entonces más le valía meterla en la
cárcel…
El vestido
le llegaba hasta los pies, dejando ver, mientras andaba, unos preciosos zapatos
de tacón dorados…
Joder…
Se volvió para
saludar a Alice y Jasper, y tuve que cerrar la boca para que las babas no se me
cayesen…
El mismo
escote ilegal también lo tenía en la espalda…
Mi amiguito
se estaba despertando y eso era un problema bastante grave…
Quité la
mirada y miré a Tanya… para así quitarme el jodido calentón que tenía en este momento y tuve suerte…
-Hola- dijo
con voz sensual y yo levanté mi mirada en el jodido momento en el que Bella estaba
abrazando a mi madre, viéndosele más piel de la necesaria con ambos escotes…
-Hola,
hija, pero mírate, estás preciosa- le dijo mi madre mientras la miraba con una
sonrisa.
-Gracias
Esme, tú también estás muy guapa- se giró hacia nosotros y me sonrió.
-Edward…-
susurró con voz que me pareció bastante erótica y mi entrepierna palpitó…
-Hola,
Bella- dije lo más calmado que pude mientras me levantaba, ni siquiera había
tenido fuerzas para levantarme en el estado que me encontraba…
-¿Cómo
estás?- dijo mientras me abrazaba y su embriagante perfume chocó literalmente
contra mi cara.
Olía
delicioso… olía a ella…
-Ahora
bien…- le susurré contra la delicada piel de su oído- Estás preciosa- le sonreí
y tuve que separarme por la odiosa voz de Tanya…
-Bella,
Bella, Bellita…- dijo con falsedad y me resultó hasta asquerosa su
interpretación…
-Tanya…-
dijo mientras se separaba de mí, extrañando el calor de su cuerpo…
-Pensé que
esta era una fiesta exclusiva…
-Así es,
por eso no entiendo la presencia de cierta arpía en particular…- dijo
dejándonos a mi madre y a mí con la boca abierta.
-¿Qué estás
insinuando?- dijo acercándose a ella amenazadoramente…
-Nada- dijo
inocente- ¿Me dejas que te dé un consejo?- dijo acercándose a ella- Existen
fajas para tapar los cúmulos de grasa- dijo bajito para que nadie se enterase,
pero yo al estar tan cerca al igual que Jacob, soltamos una sonora carcajada…
Tanya
estaba roja de la furia…
-Ahora si
me disculpáis- dijo cogiendo la mano de Jacob, ahora fui yo quien estaba
rabioso… cortando mi sofocada risa…- Voy a tomarme una copa, después nos vemos,
un placer Esme y como siempre todo exquisitamente decorado- nos sonrió
ampliamente y se alejó de nosotros, dejándonos a todos deslumbrados.
-Es
odiosa…- susurró Tanya con fastidio y yo sólo pude sonreírle feliz…
Ignoré las
palabras de Tanya para no liarla y me limité a mirar a mi diosa personal…
Era
bellísima…
Ese
delicado vestido envolvía su cuerpo de forma deliciosa, sin ser exagerado, pero
con un toque totalmente sensual…
Mientras
caminaba, los pliegues del vestido se subían y dejaban ver su precioso pie
atado a esos altísimos zapatos.
Era una
puta tentación y lo peor era que no se daba cuenta lo que provocaba al público
masculino… mentiría si dijera que la habían mirado todos y cada uno de los
hombres que estaban presentes… siguiendo todos sus movimientos y yo estaba
totalmente jodido…
Estaba
celoso…
La seguí
con la mirada, hasta verla sentarse con una sonrisa junto a Jacob en la barra
de cócteles…
Estaban
pasándoselo de maravilla y yo tendría una cara de amargado increíble…
-Mi amor…-
otra vez la monótona voz de Tanya…- Ahora vendrá un amigo, lo he invitado yo-
me dijo mientras me acariciaba el brazo y yo me quité disimuladamente…
-¿Amigo?
Que yo sepa sólo tienes a una amiga aquí- dije con una ceja alzada.
-Si, pero
es que…- pensó lo que iba a decir…- Ha llegado hace una semana y el pobre no se
desenvuelve muy bien con lo nuevo…
-Ya…- dije
sin tragarme ninguna palabra y ella sonrió nerviosa.
-Le di
nuestra invitación, ya que no nos hacía falta a nosotros…- dijo con un intento
de sonrisa coqueta, pero le quedó como una extraña mueca…
-Genial-
dije sarcástico y miré de nuevo a Bella.
Ahora se
dirigían hacia una de las mesas repletas de comida.
Se sentó
con elegancia y sorbió con la pajita el contenido de su copa, mientras me
miraba de forma seductora…
Te vas a
quemar Bella, te vas a quemar… gritó mi conciencia y le sonreí de lado,
provocando un sonrojo por su parte…
Era
absolutamente adorable…
Bella pov.
Nos alejamos y nos sentamos en los taburetes
de la improvisada barra de cócteles, sintiendo la mirada abrasadora en mi nuca
de cierto espécimen perfecto…
-¿Qué le
pongo señorita?- dijo un muchacho joven muy simpático.
-Un San
Francisco.
-¿Y a usted
señor?
-Un
Manhattan, por favor- dijo Jacob con excelente educación y yo me reí de él.
-Pareces un
duque señor Black- me carcajeé.
-Y usted
una diosa rompedora, señorita Swan- dijo mientras hacía una reverencia y yo me
descojoné en su cara.
-Tome- me
tendió el cóctel y bebí con la pajita, mientras miraba a cierto adonis de ojos
verdes…
Efectivamente,
la mirada que había sentido al llegar no había cedido… seguía con la misma
mirada, pero más intensa, como si eso fuera posible…
-Vamos a
comer- dijo Jacob bebiendo lo que le quedaba del vaso y levantándose.
-No tengo
hambre, pero te acompaño- dije mientras me levantaba con mi vaso en la mano,
sorbiendo de la pajita de manera sensual mientras mirada a Edward…
¿Por qué lo
hacía? Porque me gustaba provocarlo…
-Vamos a
sentarnos aquí, es donde más comida hay…- dijo mi amigo y por primera vez quité
la mirada de esos penetrantes ojos verdes y miré a la mesa.
La verdad
es que había de todo… no me extrañaba en absoluto…
Después de
una hora, mirando de soslayo a Edward, pude ver cómo conversaba con un hombre
rubio, para poco después levantarse con la zorrona de Tanya y dirigirse hacia
la salida, mi ánimo decayó como cien puntos…
Miré a mi
amigo y lo vi bastante raro, no pude evitar mirarle con cara de preocupación…
-Jake, ¿qué
te pasa?- le dije poniéndome a su lado.
-Creo que
he comido demasiado marisco…- dijo sobándose la panza y yo le toqué la cara.
Tenía la
cara totalmente hinchada…
-Por Dios
Jake… estás ardiendo y encima tienes la cara roja a parches…
-Si, me ha pasado
una vez que otra…- dijo con una sonrisa.
-Qué bruto
eres…- quité la mirada de su cara y busqué a Carliste con la mirada, cuando lo
ubiqué, miré de nuevo a Jake- Jake llamaré a Carliste.
-Vale…-
dijo con voz cansada y yo me levanté y me apresuré al lugar donde se encontraba
Carliste.
-Carliste-
dije con voz demasiada preocupada…
-Dime hija,
¿te pasa algo?
-No, no es
a mí, es a Jake, creo que le ha dado una intoxicación por el marisco- dije
asustada y él asintió y me cogió del brazo.
-¿Dónde
está?
-Allí-
señalé con la cabeza el lugar donde de encontraba Jake y nso apresuramos para
ir a su lado.
-Jake, ¿te
duele algo?- dijo Carliste cogiendo su estetoscopio que descansaba encima de la
mesa de al lado por casualidad.
-Si, la
tripa- dijo cerrando los ojos.
-Efectivamente
Bella, es una intoxicación…- dijo sin nada de preocupación.
-Carliste,
pero es grave, debería de llevarlo al hospital…- dije asustada cogiendo el
brazo de mi amigo.
-No Bella,
tranquilízate, Jacob estará bien, ahora le inyectaré un antibiótico para que
esa hinchazón pare y una crema para la cara y te prometo que en una hora estará
bien, o mejor que ahora- me guiñó y se alejó para coger las cosas necesarias.
Y así fue…
la hinchazón de la cara casi había desaparecido y el malestar en general que
sentía ya no lo tenía…
-Jacob
deberás pincharte esto- dijo señalando el bote con el líquido que le había
pinchado- Dos veces a día y tomarte cuatro antibióticos, cada seis horas, ¿de
acuerdo?- Jake asintió y lo ayudé, junto con Carliste, a levantarlo de la
silla.
-¿Dónde
crees que vas?- me dijo Jake mientras avanzábamos hacia la puerta.
-¿Tú qué
crees?- dije como si fuera obvio- Pues irme contigo.
-De eso
nada, tú te quedarás y disfrutarás de la fiesta.
-¿Estás
loco? Me iré contigo y yo cogeré el coche, no puedes conducir.
-Ya he
llamado a Sam para que me recoja, toma- dijo buscando algo en su bolsillo- Te
llevarás mi coche y ya lo recogeré, ¿vale?
-No, no
vale, no puedo dejarte ir, tengo que ir contigo.
-Te he
dicho te estaré bien, prometo que le haré caso al doctor Cullen, pero ahora tú
tienes que divertirte y mañana me contarás qué tal te lo has pasado- dijo con
una sonrisa y yo no tuve más remedio que asentir.
-Da igual-
cogí las llaves de su coche- Me iré en breve.
-No lo
creo- dijo como si fuera obvio.
Dejé la
conversación ahí y esperé junto a él a que Sam llegara.
Después de
unos minutos, Sam llegó y se fue con mi amigo hacia su casa, a pesar de que no
me gustara, no me había quedado otra que hacerle caso.
Me adentré
en la casa y me dirigí inmediatamente al baño, tenía que refrescarme la cara…
Cuando
estaba saliendo del baño, una mano me agarró con fuerza, pero con delicadeza, y
me metió en una habitación totalmente oscura.
-¿Qué…?- no
me dio tiempo a decir más nada… unos cálidos labios, inconfundibles, se
apoderaron de los míos con rudeza…
-Te amo-
dijo cuando nos separamos por falta de aire…
Esas dos
palabras hicieron que mi corazón de saltase un latido y que después latiese
como las alas de un colibrí.
Me amaba…
me había dicho que me amaba, si me lo había dicho anteriormente, pero no como
esta vez…
-¿Edward?-
dije sin sabes qué decir…
-¿Esperas a
alguien más?- dijo mientras me besaba toda la extensión del cuello, mi cuerpo
se pegó más a él, involuntariamente…
-No… esto
no está bien, Edward… no podemos…- intenté zafarme de su agarre, pero fue
imposible…
-Si, si
podemos, te amo y tú me amas…- me dijo antes de atacar mis labios nuevamente,
gemí en respuesta…
-Si, pero
tienes novia y un hijo en camino…- dije separándome totalmente de él.
-No importa…
-Si importa
Edward, no quiero ser la segundona de nadie, sólo te quiero única y
exclusivamente para mí, ¿es que no lo entiendes?- dije con lágrimas en mis ojos
y él se acercó a mí y me abrazó con mucha delicadeza.
-No llores
mi amor, me partes el alma…- me besó en el tope de la cabeza- Quiero hablar
contigo y aclarar todo esto, pero tu cuerpo me llama como un alcohólico la
bebida…- me besó de nuevo y yo me dejé llevar…- No eres la segundona, nunca lo
has sido, siempre te he tenido en mi mente y en mi corazón Bella, ¿no lo
entiendes? Sólo me interesa el hijo que está en camino…- mi corazón se
despedazó un poco… no es que ese pobre niño tuviera culpa, pero sería la unión
para que la relación entre Edward y Tanya jamás terminara…
-Por eso
mismo, no debes pensar en mí de esa manera, no debes…- sollocé.
-Si, estoy
enamorado de ti desde hace años y ahora que tengo una segunda oportunidad de
estar contigo no la voy a desaprovechar…- dijo seguro cogiendo mi cara con
ambas manos… a pesar de estar oscuro, podía ver el brillo especial de sus
ojos…- No dejaré a mi hijo tirado, eso jamás lo haría, pero puedo estar contigo
y criar a mi hijo.
-Tanya no
lo permitirá y lo sabes.
-Me da
igual lo que diga Tanya, será así y punto- me besó en la frente- Lucharé por la
custodia de mi hijo, no quiero verlo cerca de esa mujer…
-No puedes
separarlo de su madre- dije segura.
-Nunca lo
haría, pero si cortar el tiempo que esté con ella- posó suavemente sus labios
en los míos y yo arremetí con mi lengua en su boca.
Ahora
estaba totalmente segura de su amor, había dudado por las circunstancias de las
vida, pero ahora todo era diferente… me estaba incluyendo en su futuro y eso
había sido muy importante para mí…
-Te quiero-
susurré con una sonrisa y él me sonrió de lado antes de besar nuevamente mis
labios.
Cada vez
estaba haciendo más y más calor y era insoportable…
Edward me
cogió en peso, sin dejar de besarme en ningún momento y me llevó a lo que
supuse sería un escritorio, ya que la dura madera dio en mi espalda baja. Me
sentó y me abrió las piernas un poco para que pudiese colarse en ellas.
Me cogió de
la nuca y me besó el cuello con besos húmedos.
-Te amo,
eres preciosa mi vida…- susurró mientras su lengua rozaba la parte central de
mis pechos, hasta llegar a mi ombligo.
-Edward…-
le advertí, pero sonó más a un gemido que a otra cosa…
-Quiero
amarte…- susurró con voz ronca y toda la cordura que me quedaba se esfumó,
dando paso a la locura…
Le quité la
corbata con un fuerte jalón, provocando un gemido por su parte mientras jugaba
con el pendiente de mi ombligo…
-Eres
irresistiblemente hermosa…
Le fui
quitando lenta y tortuosamente los botones de su camisa y él me subió en peso
para subirme el vestido más fácilmente.
-Eres una
diosa…- dijo mientras miraba embelesado mis piernas, pude ver fuego en sus
preciosos ojos verdes…
-Y tú eres
mi adonis personal…- le dije con extraña voz gruesa…
-Uhmmm…-
gimió y me fue bajando el tanga rápidamente- Te llevo deseando desde que
entraste por la puerta con este provocador vestido…- dijo tocando las gruesas
tiras del vestido…
Muy pronto
me quedé sin ropa interior y no me lo pensé dos veces y lo atraje hacia mí para
besarle con rudeza.
Mis manos
viajaron hasta su cinturón y éste desapareció casi al instante, al igual que
sus pantalones y su bóxer…
-Te amo…-
dije posicionándose en mi entrada y penetrándome suavemente.
-Edward…
Dios…- clavé mis uñas en su fuerte espalda y apoyé mi frente en su pecho…
estaba totalmente desbocada y tenía que tranquilizarme…
-Bella…- embistió un poco más rápido y más fuerte y me
quise morir de placer…
-Edward…
eres perfecto…- gemí un poco más alto y él adentró su lengua en mi boca,
saboreando todos los rincones escondidos de mi boca…
-Bella… oh
Dios… te amo…- puso sus manos en mis caderas y me acercó más a él, como si eso
fuera posible… y embistió con fuerza…
Nuestras
respiraciones eran erráticas y mi orgasmo estaba a punto de llegar…
-Edward, ¡más!-
grité fuera de sí y él apretó más su agarre en mis caderas y embistió con mucha
fuerza…- ¡¡¡Edward!!!- grité demasiado alto y él me calló con sus labios…
Poco
después mi liberación llegó, clavando mis uñas fuertemente en su espalda y temí
haberle hecho alguna herida…
-¡Bella!-
Edward aceleró el delicioso vaivén y se derramó completamente dentro de mí…-
Hermosa- me besó en los labios y yo caí desplomada encima de su cuerpo…
-Dios…- solté
todo el aire que había contenido y apoyó su frente contra la mía y me sonrió,
viéndose su rostro casi irreal reflejado por la luz de la luna que se colaba
entre las cortinas…
En ese
momento sonaron las campanadas, anunciando el año nuevo…
-No hay
mejor forma de recibir el año nuevo que esta…- susurró con voz todavía
distorsionada por el ejercicio…
-Estoy
totalmente de acuerdo…- dije con una sonrisa y entrelacé mis dedos con algunos
mechones de su pelo mientras lo besaba suavemente…
Esperamos a
que todas las campanadas sonasen y pudimos escuchar la euforia de los aplausos
del público en el piso inferior.
-Al parecer
todos ignoran nuestra ausencia…- dijo burlón.
-Mejor-
dije convencida y de repente me acordé de algo.
-¿Y Tanya?
-Estaba
cansada de estar aquí…- dijo con voz de no creerse nada…
-¿Qué
sospechas?- le dije mientras me bajaba el vestido y él me tendía el tanga con
una sonrisa torcida…
-No me creo
nada de lo que dice…- dijo sin una pizca de dolor en su voz…
-No te
entiendo…- dije mirándolo a los ojos.
-Creo que
Tanya tiene algo por ahí…- dijo antes de darme un beso en la boca.
-Vaya…- le
miré sorprendida…
-No lo sé
seguro… Alice tiene que hablar conmigo sobre el tema.
-¿Alice?-
él asintió- ¿Qué tiene que ver la pequeña duende en todo esto?
-Ha
investigado…
-Joder…
debería de haberla ayudado…- dije más para mí misma que para él.
-¿Ayudado?-
dijo alzando una ceja- ¿Tú lo sabías?
-Algo… pero
no sabía que estaba investigando a fondo…
-Joder… al
parecer he sido yo el único ciego en este asunto…
-Es normal,
Edward- le cogí la cara con mis manos y lo acerqué a mí- No puedes imaginarte
que la madre de tu hijo te traicione…
-Ya…
Nos
quedamos en un silencio cómodo hasta que escuchamos murmullos fuera de la habitación.
-Será mejor
que salgamos- dije mientras le ayudaba con su corbata.
-Si- me
besó y me sonrió de lado.
Era
totalmente irresistible…
Nos
encaminamos hacia fuera de la habitación y nos encontramos con la enana con una
sonrisa ladina en el rostro…
-Vaya,
vaya… pero si están aquí los “desaparecidos”- dijo esto último haciendo
comillas con sus dedos…
-Hola-
sonreí de manera inocente y ella me examinó con un dedo en su barbilla.
-Bella, ¿te
has acordado de mí? Creo que el vestido no puede ser más cómodo para el pre
sexo…- dijo como si nada y yo me ruboricé bastante…
Era verdad…
ahora me acordaba de las palabras de la enana…
“Mejor… así
no te estorbará…”
¿Cómo era
posible que lo hubiera sabido?
-Ja… lo
sabía- dijo triunfal- Oléis a sexo por todos lados…
-Alice…- le
advirtió Edward, pero ella hizo caso omiso…
-Bella ve a
peinarte y a arreglarte ese vestido, creo que al llegar a la fiesta no te
llegaba a las rodillas…- dijo mientras sonreí maquiavélicamente y yo
inmediatamente miré mi atuendo…
Joder… era
verdad…
-Si… voy al
baño…- dije soltándome de la mano de Edward y dándome prisa.
¿Por qué
tenía que estar involucrada en estas situaciones tan embarazosas?
Edward pov.
-Edward- me
llamó mi “querida” hermana, ya que me había quedado mirando a Bella hasta que había
desaparecido por la puerta del baño.
-¿No puedes
ser más inoportuna, verdad?
-Agradece
que he sido yo la que os he encontrado en esta situación tan…- pensó-
Embarazosa…
-Ya… claro…
como si tú no supieras nada…
-Bueno
hermanito… más de lo que imaginas, pero os ayudo siempre- me sonrió y yo no
pude más que sonreír- Quiero que vengas a casa por la mañana, ¿vale?
-Vale- dije
mientras la miraba a los ojos.
-Vamos a
descubrir a esa arpía…
-Nada me
haría más feliz… pero el problema es mi hijo Alice…
-Bueno… no
creo que sea tuyo…- mi mandíbula cayó al suelo…- No me mires así, tú lo
sospechas igualmente…
-Ya… pero
es chocante escucharlo de otra persona.
-Lo sé y a
mí también me entristece, pero estoy casi al 100 % que no es nada tuyo, ya se
verá…- dijo segura.
-Estoy de
acuerdo, entonces mañana te veré, ¿vale?- ella asintió.
-¿Estoy
presentable enana?- dijo la suave voz de mi ángel y nos giramos para mirarla…
Estaba más
bella que antes si eso era posible…
Su cara
sonrosada por el ejercicio era adorable…
-Si… ahora
vente conmigo para que nadie sospeche, todo el mundo ha estado preguntando por
“la diosa de la fiesta”- dijo con una sonrisa y me dio una punzada de celos…
-Dios… qué
vergüenza…- dijo mientras se tapaba la cara.
-Nah…- dijo
la enana quitándole importancia- Les he dicho que eres una chica muy ocupada…
-Si-
asintió y me miró- Mañana nos vemos, ¿ok?
-Vale- le
besé suavemente en los labios durante dos segundos, ya que mi querida hermana
la estaba arrastrando escaleras abajo- Te amo- le grité y ella sonrió.
Sin duda mi
vida daría un giro de 360 grados…
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Chic@s he tenido que escribir de nuevo este capítulo porque se me ha borrado tanto del pen como de las entradas del blog... Si... una cosa muy extraña... estoy bastante liada copiando todos los capítulos para que no se me pierdan...
Tenéis el capítulo 23 listo de INOLVIDABLE para leer, es el nuevo de esta semana, intentaré por todos los medios subir el próximo de MEZCLA DE SENTIMIENTOS, pero no os prometo nada.
Un besote a tod@s!!!
Romiina^.^
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*..Diosas del Crepúsculo..*