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Capítulo
24: Dulzura y rudeza…
Bella pov.
-Eres el
mejor- le dije a Eleazar levantándome de mi sillón para abrazarle.
-Bueno… se
merece tragar mierda como todos lo hemos hecho- dijo retirando el pelo de mi
cara y poniendo mi cabeza en el hueco de su cuello- Tengo una sorpresa para ti-
dijo emocionado y yo me separé un poco de él.
-¿Sorpresa?-
dije ilusionada, él sabía cuánto me gustaban las sorpresas, pero sin ser
excesivas.
-Si- dijo
asintiendo y yo le sonreí- Vamos, lo tengo en mi despacho- dijo antes de besar
mi frente y coger mi mano para salir fuera de mi despacho.
Nos
encaminamos hacia su despacho, que estaba justo al lado del mío, y me puso las
dos manos en mis ojos.
-No puedes
ver nada- susurró emocionado y yo asentí.
Sentí el
“clic” de la puerta al cerrarse y me destapó los ojos, viendo la preciosa
sorpresa…
-No puede
ser…- susurré mientras me acercaba a la mesa y tocaba con un cuidado extremo la
cabecita del peluche…
-Lo es… te
dije que lo conseguiría…- dijo seguro con una sonrisa, yo no podía dejar de
mirar al peluche…
-Pero…
¿cómo lo has conseguido?- dije cogiendo el delicado osito blanco, con mis
iniciales en cada pata… y con una carita adorable…
-Eso no te
lo puedo decir…- dijo acariciando mi brazo.
-Pero, es…
es mi osito Eleazar…- dije con lágrimas en los ojos… joder… las hormonas
estaban jugando con mi cuerpo… pero era la verdad…
Hace muchos
años, cuando mis padres murieron, sólo tenía ese osito de peluche, que mi madre
me había regalado de pequeña… Todo él me recordaba a ella, incluso su olor…
-Shhh, no
quiero que llores pequeña- me abrazó y me besó en ambas mejillas- Sabía que en
esta etapa de tu vida querrías tenerlo- me dijo sabio y era la pura verdad.
-Pensaba
que jamás lo vería de nuevo…- dije aspirando el dulce olor que desprendía el
peluche.
-Pues aquí
lo tienes, la verdad que me ha costado todo un sacrificio, he tenido que
restaurarlo y limpiarlo- dijo con una sonrisa y yo lo apreté más contra mí.
-Gracias-
sollocé y él me besó en la frente tranquilizándome.
-Ahora
podrá dormir con tu hijo- dijo posando ambas manos en mi vientre y yo sonreí
feliz.
-Gracias-
le sonreí más anchamente y me separé un poco de él para dejar el hermoso
peluche encima de la mesa y vi un paquete enorme…- ¿Y eso?
-Un regalo
par ti, espero que no te lo hayan regalado ya…- dijo en un suspiro y yo sólo
pude sonreír.
Me tendió
el paquete y lo abrí…
-Me
encanta…- dije muy emocionada al ver la sillita para el coche en la que iría mi
hijo- Gracias- le besé en las mejillas y le sonreí feliz.
-Uff- soltó
todo el aire de golpe- Menos mal que aún no lo tienes…
-No… la
verdad que aún me faltan muchas cosas…- dije pensando en todo lo que le haría
falta a mi bebé.
-Bueno…
entonces no te enfadarás por esto…- dijo alejándose de mí para coger otro
paquete aún más enorme que el anterior…
-Eleazar…-
le advertí, pero su carita de corderito a medio morir me convenció… Alice
manipulaba a todas las personas que tenía a su alrededor, haciéndoles esas
carantoñas que tanto se pegaban…
Cogí el
paquete y lo puse encima de la mesa para poder abrirlo.
Había de
todo…
Desde
ropita hasta tetillas de todos los tamaños posibles para el biberón.
-Es mi
cheque bebé- dijo ilusionado y yo me abalancé hacia él.
-Gracias
tito Eleazar- dije con una sonrisa apretándolo contra mi cuerpo y él se separó
un poco de mí y me miró.
-¿Acaso
quieres que yo…?- dijo acertando de lleno y yo asentí con una sonrisa. Su
mirada estaba totalmente brillante…
-Si, quiero
que seas el padrino y tío de mi hijo- dije convencida y él me abrazó con mucha
suavidad.
-Gracias
preciosa- me besó en la frente y me sonrió.
-Esperaba
decírtelo más adelante, pero sabes que soy demasiado impaciente para esas
cosas- le sonreí burlona y él asintió.
-Son
las…siete de la tarde…- dijo mirando su reloj de diseñador- Se me ha ido el
santo al cielo, el becario debería de haber terminado hace una hora…
-No lo
acobardes tanto…- dije con voz melosa- Recuerda que es el hijo del señor
Andrew…- dije recordándole las mismas palabras y él suspiró- Oh vamos, sabes
que lo odio tanto como tú, pero hoy nada ni nadie van a amargarme el día…
-Eso
espero- me guiñó y me besó en la mejilla- Vete a casa, ya termino yo de revisar
lo que ha hecho el “becario”- dijo esto último haciendo comillas con sus dedos.
-No es
justo, y te ayudo- hice el amago de salir del despacho, pero él me cogió del
brazo.
-No, te
irás a casa ahora a descansar, bastante has tenido hoy- dijo demandante- Ahora
te ayudaré a llevar todo esto al coche- señaló los preciosos regalos que me
había hecho- Y te irás a casita- me guiñó y yo sólo pude asentir.
-Está bien,
eres peor que Edward…- susurré y él soltó una carcajada- Pero te debo un día de
trabajo.
-Dirás
horas… y no, no me debes nada- dijo cogiendo la enorme bolsa con el nombre de
Nanos, mi tienda favorita de ropa de bebés, y cogió mi cintura, mientras yo
cogía mi hermoso peluche y lo apretaba contra mi pecho.
Salimos al
pasillo y saludamos a Ángela antes de entrar en mi despacho.
-Me alegro
de que Edward también te ponga límites, eres una cabezona- me dijo con dulzura
y yo lo miré mientras apagaba mi ordenador.
-No te
metas con una mujer embarazada, ¿tienes idea de cómo tengo las hormonas ahora
mismo?- dije encarándolo y él se puso blanco negando con la cabeza- Así me
gusta- le sonreí triunfal y cogí el abrigo y el bolso.
-Anda
vamos…- susurró y salimos del despacho, encontrándonos de lleno con el “querido
becario”…
-Señora
Cullen, Eleazar…- dijo con una educación fingida y yo sonreí de igual manera.
-Te quiero
en mi despacho ahora- dijo la voz demandante de mi amigo sin subir el volumen
de su voz.
-¿Pasa
algo?- dijo inocente y uf… a Eleazar le estaba tocando la fibra…
-Si, eres
un puto vago que no sabe valorar lo que tiene- dijo alzando un poco la voz,
provocando que Ángela levantara su cabeza de los papeles que tenía en sus
manos…- Ahora si nos disculpas… espérame en mi despacho- dijo empujándome con
suavidad hacia el ascensor.
Miré hacia
atrás y pude darme cuenta la asquerosa sonrisa que tenía el tal James en su
cara, y ni que hablar de sus penetrantes ojos fríos como el hielo…
Giré mi
cabeza y me prometí buscar información sobre el tío ese… no me gustaba nada y
la verdad que no me tragaba su “interés” por mejorar su experiencia laboral…
-Imbécil…-
susurró Eleazar cuando estábamos dentro del ascensor- Juro que si no fuera el hijo de quién es le hubiera
metido un puñetazo en su arrogante cara por mirarte de esa manera…- dijo más
para sí que para mí…
¿Cómo? ¿Qué
me estaba mirando? Eso ya lo sabía… pero, ¿qué manera?
-Eleazar-
le puse una mano en el brazo y él me miró- No quiero que te sofoques por alguien
que no merece tu importancia- dije segura y él me miró con dulzura.
-Bella no
quiero que te mire como si fuera a poseerte o algo… es un mierda, que lo único
que le interesa es tirarse a todo lo que tenga dos tetas y un buen culo…
-¿Tengo un
buen culo?- dije para aligerar el ambiente y lo conseguí.
-Créeme
cuando te digo que eres demasiado ingenua para ti misma…- dijo justo antes de
que sonara la campanita del ascensor, anunciando que habíamos llegado a la
planta baja.
-A mí
tampoco me gusta y lo sabes, averiguaré que está tramando…
-No, lo
averiguaré yo, tú estate tranquila, no quiero que te alteres- me besó en la
frente y emprendimos de nuevo nuestro camino hacia los aparcamientos.
-Hasta
mañana señora Cullen, Eleazar…- dijo la voz monótona de Bárbara y los dos
dijimos un “hasta luego”.
Salimos a
la fría noche y nos encaminamos rápidamente a mi coche.
-Espero que
la sillita te sirva- me sonrió y miró los asientos traseros de mi querido Audi
mientras se dirigía hacia el maletero para guardar las cosas.
-Claro que
servirá, intuyo que la has escogido exacta para mis bebés- dije con una sonrisa
y él sonrió, sabiendo que me refería a mi hijo y a mi coche.
-Por
supuesto, no podría ser de otra manera- dijo cerrando el maletero suavemente-
Mañana te veré, no me fio de ese dejándolo solo en mi despacho- me besó en la
frente y acarició mi vientre- Adiós pequeñín- dijo con voz dulce y yo sonreí
más anchamente.
-Hasta
mañana- le besé en la mejilla y me metí en el coche.
Vi cómo se
alejaba Eleazar y decidí llamar a Edward, lo extrañaba demasiado… y además le
dije que lo llamaría más tarde…
-Hola mi
vida- dije contenta y pude oír el suspiro por parte de Edward.
-Hola mi amor, ¿cómo estáis?- sentí cómo
se sentaba.
-Perfectamente
bien, te echamos mucho de menos…- dije mientras tocaba mi vientre.
-Bueno… espero estar en casa lo antes
posible… ha sido un día de locos…- dijo cansado.
-¿Ha pasado
algo?- dije asustada y él enseguida me tranquilizó.
-No, para nada, es que ha habido muchas
urgencias de accidentes…
-Oh…- fue
lo único que pude decir.
-Ten mucho cuidado Bella, hay demasiados
locos por ahí sueltos…
-Si, no te
preocupes, mi día ha sido divertido, aunque un poco desesperante…- le dije
recordando al imbécil de James…
-No quiero que te alteres por nada…
-No lo
haré, te lo prometo, ¿cuándo sales?
-En un par de horas, todavía me queda una
operación y pasar a visitar a mis pacientes…
-Debes
estar agotado…
-Si, pero tengo muchas ganas de verte
princesa, no dejo de pensar en ti.
-Yo tampoco
dejo de pensar en ti cariño- dije con una sonrisa- ¿Te apetece pastel de
berenjenas para cenar?
-No quiero que hagas nada…- y volvemos a
lo mismo…
-Edward,
¿tengo que decir de nuevo mi frase eterna?
-No, pero estarás cansada.
-No tanto
como tú, dime, ¿te apetece?
-Nada me gustaría más que estar a tu lado
comiendo ese rico pastel- dijo con voz alegre.
-Vale,
entonces te veré pronto- dije ilusionada.
-Si, ¿dónde estás ahora?
-En el
coche, voy de camino al supermercado.
-Vale, ten cuidado.
-Si, te amo
mucho amor.
-Y yo a ti princesa.
Colgué y mi
sonrisa se hizo aún más enorme, cuánto lo amaba…
Puse en
marcha el coche y me encaminé hacia el supermercado.
Cuando
entré al supermercado, el olor a fresas se hizo latente en mi nariz y lo seguí
como Homer Simpson sigue el olor de la carne…
Mi antojo por
las fresas parecía una obsesión…
Estaba tan
metida en mis pensamientos por llegar al estante de las fresas y coger como
cinco kilos, cuando choqué con un cuerpo menudo…
-Perdone.
-¿Bella?-
dijo la voz de ¿Esme?
Miré hacia
su cara y si, era mi preciosa suegra.
-¡Esme!- la
abracé y ella me correspondió con una sonrisa.
-¿Cómo
estáis hija?- dijo tocando mi vientre con suavidad y yo me separé un poco de
ella.
-Estupendamente,
este pequeñín va a conseguir que se me ponga la cara como una fresa- dije con
humor y Esme sonrió feliz.
-A sí que
fresas, ¿no?
-Si… nada
más olerlas me entran ganas de comer kilos y kilos de fresas…- Esme soltó una
carcajada y yo la miré extrañada.
-No me
mires así, ya te dije que tu embarazo sería muy parecido al mío, Edward sólo
quería fresas…
-Pero,
¿cómo lo sabes? Estabas embarazada de Alice y Edward a la vez- ella asintió.
-Si, pero
ahora mi teoría queda cerrada, era Edward el que quería comer nada más que
fresas…- dijo segura.
-Bueno…
tiene su lógica- le sonreí- Por cierto, gracias por comprarme esa enorme caja
de fresas, Edward no se creía que yo fuera a tener mi primer antojo y encima de
fresas- le sonreí.
-Si, se lo
dije por propia experiencia- me sonrió maternalmente- ¿Cómo te lo has pasado?
-Genial-
dije totalmente convencida- No se ha podido mejorar en nada.
-¿Y mi
nieto?- dijo tocando de nuevo mi vientre.
-Está
perfectamente, mira- dije sacando las ecografías del bolso.
-Es
precioso- dijo con lágrimas en los ojos- Oh, Bella, soy tan feliz- dijo
abrazándome y de repente me soltó con suavidad- Aunque en la próxima ecografía
quiero estar yo, ¿me llamarás para acompañarte?
-Claro que
si- le sonreí y nos volvimos a abrazar.
-Me contó
Carliste cómo te fue en la consulta de Carmen, estaba muy emocionado y yo
muerta de envidia- me sonrió y yo sonreí también.
-No
deberías, tú serás la próxima que nos acompañe, te lo prometo- le besé en la
mejilla y me separé de ella- Tengo prisa, tengo un pastel de berenjenas
pendiente para mi marido- dije seria y ella sonrió aún más.
-Mmmm
consientes demasiado a Edward…
-La verdad
no es nada para lo que él me consiente a mí- le sonreí y ella asintió.
-Espero
verte pronto hija, cuídate- me besó maternalmente en la frente y se alejó con
una sonrisa.
Avancé con
una sonrisa por los pasillos, hasta llegar al área de la frutería y deleitarme
con el dulce olor de las fresas…
-Uhmmm…-
susurré levándome una a la boca, no lo pude evitar…
Cogí una
buena bolsa y la llené hasta los topes, hice lo mismo con tres bolsas más, no
sé cuántos kilos eran… pero me daba igual…
Me acerqué
a los plátanos e hice lo mismo, y así compré un poco de todo.
Me acerqué
al chico que pesaba la fruta y abrí los ojos como platos al darme cuenta de que
las fresas pesaban unos seis kilos…
Joder…
Daba lo
mismo, me las iba a comer igual…
Cogí de
todo lo necesario hasta llenar el carro completamente, la verdad hacía falta
una buena compra en casa desde que nos habíamos ido de luna de miel…
Me acordé
de las chuches que le prometí a Yuna y aproveché para comprarlas, al igual que
una camita más grande, ya que la pobre parecía crecer por horas… y un collar
nuevo de cadena, más formal y más serio que el que tenía ahora, pero que lo
necesitaría mas adelante y por último su pienso.
Me dirigí
hacia el pasillo de los chocolates y compré de todos los colores, formas y
texturas posibles… me iba a poner como una cerda, lo sabía, pero me daba
exactamente igual, tenía ansias por comer cosas dulces…
Y por
último cogí diez tarrinas de helados Ben & Jerry´s, de Cookie Dough, mi
favorito… y el de Edward por supuesto, y me decanté por otra de chocolate con
brownie…
Media hora
después, esperando a que la multitud de dispersara y pagase sus compras, pude
salir con mi carro en mano hacia los aparcamientos.
Saqué todas
las bolsas y la puse en el amplio maletero, aunque ahora era enano con todas
las cosas que había metido Eleazar en él… hasta tuve que meter algunas en los
asientos traseros…
Increíble…
Me senté en
el cómodo asiento y arranqué el motor suavemente.
Después de
un atasco de narices, llegué a casa en una hora, camino que solía hace en 10
minutos…
Si… estaba
jodidamente cabreada…
Aparqué
metiendo las marchas más bruscamente de lo necesario y me cabreé aún más por
tratar así a mi preciado Audi…
Cogí las
bolsas, que por cierto, pesaban un huevo, y salí pisando fuerte hacia el
ascensor, no sé cómo coño podía con todas las bolsas, pero ahí estaba… Con
todas las bolsas cogidas en ambas manos, mi bolso colgado en mi hombro y las
llaves en la punta de mis dedos, listas para abrir la puerta…
Si… todo un
puto show…
Abrí la
puerta con más fuerza de la necesaria y tiré las bolsas en cualquier lugar,
ganándome un ladrido por parte de Yuna.
-Hola mi
amor- mi cabreo disminuyó considerablemente al tocar el suave pelo de la
perrita, era tan adorable…- ¿Tienes hambre?- ella me lamió la cara y supe mi
respuesta…
Primero me
quité los zapatos y cogí los helados y todas las cosas frías para que no se
descongelasen.
Lo metí
todo en su sitio y me extrañé por el poco tiempo que había tardado en colocar
la compra.
-Toma
princesa- le dije a Yuna mientras dejaba su cuenco nuevo en el suelo con carne
para perros mezclada con el pienso.
Le sonreí y
me giré para hacer la cena.
Pelé las berenjenas
y las corté en rodajas finas, dejándolas en un escurridor en fregadero mientras
se calentaba el aceite. Cogí la harina y decidí hacer también una deliciosa
tarta tres chocolates, la favorita de Edward…
Cogí la
Thermomix y puse el primer chocolate para hacerse.
-Gracias
Alice por comprarme esta maravilla- susurré mientras miraba como el aparato ese
cocinaba solo.
Pasé las
berenjenas por la harina y las eché a la sartén con el aceite caliente.
Mientras se hacía, cogí de la nevera el jamón york y el queso en lonchas y cogí
el cacharro donde haría el pastel.
La
siguiente media hora fue montar bases de berenjenas, jamón york y queso, a la
vez que terminaba la tarta y la dejaba enfriar.
Cogí el
queso rallado y lo esparcí por encima del pastel y lo metí en el horno.
Contenta
con el resultado, me fui a la habitación y me desvestí completamente para darme
una ducha reparadora, no quería que Edward me viera tan cansada, tenía que
guardar fuerzas para él, se lo merecía.
Mientras me
estaba duchando me acordé de Rose y de Emmett…
Esos dos
estaban en su segunda luna de miel por el acontecimiento de su embarazo y era imposible
pillarles con el móvil encima… Aun así decidí llamarles, a ver si había suerte…
-¿Bella?- dijo la somnolienta voz de
Rosalie…
Oh, joder…
¿qué hora sería en España ahora mismo? Miré al reloj que colgaba justo encima
de la puerta y calculé rápidamente, serían las diez de la mañana…
Joder…
-Rose te
llamaré más tarde, perdona por haberte despertado- hice el amago de colgar,
pero ella me calló abruptamente.
-Dime que mi precioso sobrino está bien-
dijo asustada y sabía que no se enfadaría por haberla despertado…
-Perfectamente
bien, esperando para escuchar la voz de su tía- dije con una sonrisa y ella
soltó una pequeña risilla.
-Me alegro, pensaba que había pasado algo… no
es normal que llames a las diez de la mañana…- dijo bostezando…
-Rose no es
por nada, pero aquí son las 9 y media de la tarde…
-Oh, joder… cierto…- sentí cómo se
levantaba.
-¿Cómo
estás?
-Si te digo que esta luna de miel fue mejor
que la primera, ¿te lo creerías?- dijo con voz feliz y yo sonreí de nuevo.
-Si- dije
acordándome de mi hombre de ojos verdes…- Me siento igual que tú cada día que
pasa…
-Espero que mi cuñadito te esté tratando bien
y que esté mirando que estés embarazada y que tenga cuidado con saciar sus
instintos carnales y que…- la corté.
-Rose
créeme cuando te digo que soy yo la ninfómana- dije segura y ella soltó una
carcajada…
-Oh- exclamó muy alto- Nuestra Bellita se desfasa con el
matrimonio…- gritó y tuve que apartarme el móvil de la oreja…- Eres una morbosilla…- dijo con voz
pícara…
Oh no… otra
vez no… era la segunda persona que me decía eso en menos de cuatro horas…
-¿Quién es la morbosilla?- escuché a Emmett con voz
somnolienta…
-Rosalie
Cullen ni se te ocurra decir que estás hablando conmigo…
-Es Bella…- dijo ignorando mi súplica y
de nuevo tuve que apartarme el móvil de la oreja al escuchar la estruendosa
risa de Emmett…
Joder… esto
iba cada vez peor…
-Pasadlo
bien…- dije sin tener más nada que decir…
-No tanto como tú- fue lo último que
escuché antes de colgar…
-Madre mía…-
susurré saliendo de la ducha y me pegué un susto de muerte al ver a Edward
justo al lado de mí mirándome burlón… -Joder…- grité y él atrapó mi cintura
mojada y me sonrió de lado…
Edward pov.
Me estaba
quitando los guantes, el gorro y la bata desechable cuando mi padre salió tras
de mí.
-Lo has
hecho de maravilla hijo, felicidades, ese niño sobrevivirá gracias a ti- dijo
emocionado mientras me abrazaba.
-He tenido
al mejor maestro- le dije con una sonrisa cansada y él me devolvió la sonrisa.
Acababa de
operar a un niño de tres años que se había involucrado en un accidente de
tráfico por culpa de su madre, que se había saltado un “stop” y había chocado
frontalmente con un camión…
-No tengo
las mismas noticias para la madre…- dijo en un profundo susurro de tristeza y
yo lo miré directamente a los ojos…
-¿Estás
diciendo que ha muerto?- dije con los ojos como platos y él asintió- Pero si la
estaban operando de inmediato y parecía todo un éxito la operación…
-Hubo una
hemorragia interna que fue imposible controlar…- dijo mientras me apretaba el
hombro en señal de apoyo…
-Joder…-
susurré agotado.
-No te
preocupes por el niño, al parecer su padre viene de camino con su mujer…
Madre mía…
ese niño tendría que soportar a una mujer que era su madre, con tan sólo tres
años…
Inconscientemente
me acordé de mi morena con ojos chocolates…
Me moriría
si algo le pasase…
-No le
ocurrirá nada- mi padre me sacó de mis aterradores pensamientos…- Bella no es
imprudente al volante y lo sabes.
-No puedo
evitar comparar la situación…
En ese
momento sonó el móvil de mi madre e inmediatamente lo cogió.
-Hola
cariño- dijo mi padre sonriente.
Era mi
maravillosa madre.
-Si, está
aquí conmigo- hizo una pausa- Vale te pongo con él- tapó el móvil y me sonrió-
Es tu bella madre- dijo antes de pasarme el móvil y yo me temí lo peor…
-¿Está
bien, verdad?- dije asustado y mi padre intentó tranquilizarme.
-Hola hijo, ¿cómo estás?- dijo irónica- Si te refieres a tu mujer… está perfectamente
bien, acabo de estar con ella- el suspiro que salió de mi boca fue tal que
mi madre se rio a carcajadas.
-No te rías
mamá, esa mujer será mi muerte con los excesos que hace…
-No seas exagerado… eres igualito a tu padre…
hombres…- suspiró- No hace ningún
exceso, es normal que quiera trabajar…
-No tiene
necesidad y lo sabes.
-Si, pero Bella es muy independiente,
deberías de saberlo…- claro que lo sabía…
-Si…- dije
sin poder decir nada más…
-Sólo habla de ti y de lo feliz que está a tu
lado hijo- una enorme sonrisa de felicidad surcó mi cara.
-Soy
inmensamente feliz mamá- ella soltó un suspiro feliz- Por cierto, ¿dónde la has
visto?
-En el supermercado.
-¿Qué hacía
allí?
-Pues… ¿comprar?- dijo irónica de nuevo y
yo rodé los ojos- Aunque de eso hace dos
horas, ya se iba para casa, así que tranquilo.
-¿Dos
horas? Madre mía… mamá mañana te llamaré, estoy deseando salir del hospital,
llevo todo el día aquí…
-Hablaré con tu padre para que no abuse de ti
hijo- mi madre siempre tan atenta conmigo, defendiéndome con uñas y
dientes…
-No mamá,
se lo debo por las dos semanas de vacaciones- ella suspiró.
-Ya… pero necesitas más tiempo para tu
esposa…
-Lo sé e
intentaré quitarme todas las guardias poco a poco.
-Eso espero, cuídate hijo y cuídala, pásame
con tu padre.
-Está bien
mamá, adiós, te quiero.
-Y yo a ti.
Le tendí el
móvil a mi padre y esperé a que hablara con mi madre.
-Tu madre
quiere salir para ir a cenar a un restaurante chino- dijo con una sonrisa
quinceañera y no pude más que reírme…
-Nunca
cambiará… me alegro de que os vaya tan bien papá, enserio, espero estar con
Bella igual de bien dentro de veinte años…- papá me sonrió y me abrazó.
-Eso es
fácil hijo, quiérela mucho y consiéntela en todo lo que puedas, es un consejo
sabio- se separó de mí y me guiñó un ojo- Anda vete a casa, Bella estará
desesperada…
-Si,
gracias papá- le sonreí y le di un abrazo a modo de despedida.
-Mañana
tenemos el congreso, así que tendrás que estar aquí sobre las siete de la
mañana, ¿vale?
-Si…- dije
sin ningún ánimo y él me sonrió.
-Tranquilo
hijo, sólo será esta semana- me abrazó de nuevo y se alejó hacia el ascensor.
Yo revisé
rápidamente a cada uno de mis pacientes y me dirigí a mi despacho para quitarme
la bata y coger mi abrigo y mi maletín.
Salí del
hospital y me dirigí con rapidez hacia mi Volvo, sólo quería llegar a casa y
estar con mi preciosa mujer.
Llegué en
unos putos cuarenta y cinco minutos gracias al jodido atasco que había…
Aparqué
rápidamente y pude observar el coche de Bella aparcado en su lugar
correspondiente, sonreí feliz.
Subí en el
ascensor y metí las llaves en la cerradura con prisa.
-Hola mi
vida- grité un poco alto para que me pudiera escuchar, pero tan sólo me
contestó el pitido el horno, avisando que la cena ya estaba lista.
Dejé el
abrigo y el maletín encima del sofá y entré en la cocina, viendo a la pequeña
Yuna durmiendo en ¿una cama nueva?
La acaricié
y me lamió la cara y se volvió a dormir.
Apagué el
horno y lo abrí, oliendo el delicioso pastel. Me levanté y pude darme cuenta de
la apetitosa tarta de tres chocolates que descansaba encima de la encimera,
sonreí de nuevo y la toqué para averiguar si ya estaba lista para enfriarse. Y
así fue, por lo que la metí en la nevera y me dirigí hacia la habitación.
Pude
escuchar la voz de Bella desde el baño…
-Rose
créeme cuando te digo que soy yo la ninfómana- Escuché a mi bella esposa desde
detrás de la puerta… No pude más que sonreír…
Ninfómana…
ya claro… pues entonces yo estaba enfermo porque sólo quería hacerle el amor en
todos lo lados de todas las formas posibles…
Podía ver
su cara de pervertida y eso me encendió de manera casi involuntaria…
-Rosalie
Cullen ni se te ocurra decir que estás hablando conmigo…
¿Qué estaba
pasando? ¿A qué se refería…? Al parecer estas dos estaban teniendo una
conversación demasiado caliente…
-Pasadlo
bien…- dijo con voz tímida…
Sin duda me
había perdido de algo…
Decidí
entrar con cuidado para no asustarla y la vi saliendo de la ducha con su
perfecto cuerpo desnudo…
Dios…
Sus pechos
parecían crecer incontroladamente y ni que hablar de sus caderas… estaban un
poco más anchas, pero deliciosamente irresistibles…
Y sus
piernas… joder… con esos tacones eran para una parada cardiaca, pero mojadas…
eran mortales…
-Madre mía…-
susurró y dio un salto por el susto que le había causado mi cuerpo pegado al
suyo… -Joder…- gritó asustada y no pude resistirme más y la cogí de la cintura…
-Lo siento
por haberte asustado ninfómana…- le dije antes de atrapar sus calientes labios
entre mis dientes y ella gimió incontroladamente…
-No me
digas que has escuchado toda la conversación…- dijo mirándome con horror…
-Puede que
un poquito- le dije cogiéndola en peso y ella enrolló sus piernas en mi
cintura- Me gusta que seas una ninfómana…- estampó sus labios en los míos y yo
gemí en respuesta…
Desde esta
mañana tenía ganas de enterrarme en ella como un puto animal… ahora mismo no
había nada de delicadeza y dulzura en mi cuerpo… tan sólo quería sexo y más
sexo con la mujer más maravillosa de todo el mundo…
-Fóllame-
dijo sin el menos pudor y yo cumplí sus órdenes…
Me deshice
rápidamente del estorboso pantalón y del bóxer y los bajé de un tirón, ella se
encargó de mi jersey y mi camisa y las tiró en cualquier lugar del baño.
-Eres
irresistible…- le dije antes de adentrarme en ella de un solo empujón…
Bella
enterró sus perfecta uñas en la piel de mi espalda y gimió audiblemente…
-No quiero
que tengas ninguna delicadeza conmigo esta noche, sólo házmelo fuerte y duro…-
su voz no podía ser más erótica y mi cuerpo empujó contra el suyo
incontroladamente, dejándola encima de la encimera del mueble, dejando mi
miembro en su cavidad y le abrí un poco más las piernas con demasiada rapidez.
El
cansancio había pasado a segundo plano, ahora sólo tenía energía para
satisfacer a mi hermosa esposa caliente…
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Chic@s, qué taL?
Jajajaja sin duda este capítulo tiene de todo... bien lo dice el título :D
A pesar del retraso aquí lo tenéis ;) Espero que os guste, lo he escrito con una rapidez increíble, espero que mi inspiración esté de nuevo en su auge... porque la verdad es que me estaba costando bastante escribir... pero gracias a vuestras palabras me siento feliz y llena de ganas para seguir con esta locura, que tanta falta nos hace a tod@s para evadirnos de la realidad, ¿no creéis?
Bueno... espero subir mañana el siguiente capítulo de MEZCLA DE SENTIMIENTOS!! Surgirá cosas muy importantes en ese fic y en INOLVIDABLE... bueno... espero que no me matéis por mis ocurrencias :D
Dedico este capítulo a todas las personas que visitan mi blog, tanto las que se dejan ver como las que no.
De verdad chic@s no os imagináis lo importante que son vuestros comentarios, yo soy la primera que no he comentado mucho en otras historias y ahora me arrepiento, porque bien sé que difícil es hacer todo esto, sacar tiempo de donde no lo hay y sobretodo escribir a gusto para que tod@s vosotr@s estéis orgullosos de lo que leéis...
Ahora leo poco, pero lo que leo lo comento, porque no os imagináis lo importante que es un simple "me gusta" o "quiero leer más".
También sé la pereza que dar abrir la ventana de comentarios y escribir, todo también por el rollo de tener una cuenta google, pero bueno chic@s en vuestra mano está si queréis comentar o no, yo no obligo a nadie ni jamás lo haré ;)
Un besote a tod@s!!!
Romiina^.^
Romina: que te puedo decir que no te haya dicho ya, esta es mi historia favorita, me encanta toda la narración que le hacemos, como Edward y Bella se compenentran, como dos imanes. Son dos luchadores, que pelean por lo suyo, waoo y ese final hiperrr caliente, bien HOT.
ResponderEliminarNena sigue así, lo haces muy bien.
Besos
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ResponderEliminarRomi un capí sumamente hermoso. Me encantó lo mucho que a Bella la aprecia su amigo incondicional Eleazar. Me fasina el amor tan profundo y fuerte que sienten Bella y Edward, no sabes lo feliz que soy cada vez que leo uno de tus fics, son exquisitos. Ansiosa por el próximo, un abrazo. Mucho éxito con los estudios, lo importante es que todo te vaya super. Feliz Semana!!!
ResponderEliminarhola aunque es la primera vez que comento te tengo que decir que me encantan tus historias el sentimiento el drama los personajes que para algunos son sus favoritos me encanta y te doy mi felicitaciones se que no es facil y eso es algo digno de admirar tu imaginacion tu esfuerzo y entrega gracias y de nuevo felicitaciones
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