martes, 28 de febrero de 2012

INOLVIDABLE



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Capítulo 16: Incontrolable.

Edward pov.

Había visto decenas de pacientes y estaba más en la llamada de Bella que en ellos...
Esa mujer era mi tentación y estaba seguro que sería mi muerte, de sólo pensar en cómo se retorcía de placer, dejando sonoros gemidos por el otro lado del teléfono...
Era perfecto.
Era mi ángel y cuando quería podía ser un demonio...
-Doctor Cullen, ¿qué debo hacer?- dijo la chica enfrente de mí. No tenía más de 17 años y probablemente podría estar embarazada...
-Jennifer- le dije con confianza y ella sonrió, tenía que tranquilizarla y era la mejor forma- Te haré una prueba de embarazo y veremos lo que pasa, ¿está bien?- le dije con mi mejor sonrisa y ella se ruborizó, recordándome a mi castaña de ojos marrones. Aunque su sonrojo no tenía nada que ver con el precioso rubor de mi ángel.
-Cla...claro- dijo casi con lágrimas.
-Ven, no te preocupes- le dije levantándome y me acerqué a ella para darle un abrazo- ¿Sabes quién es el padre?- le dije pausadamente y con tranquilidad para que no pensara que estaba diciendo que se acostaba con el primero que veía.
-Si, es mi novio- dijo apretando el abrazo y yo sonreí como un idiota, recordando a mi preciosa mujer con tan sólo 17 años... su belleza era inigualable.
-Mejor- susurré y deshice el abrazo y le di el pase para la prueba de embarazo- Ve a hacértela, yo te estaré esperando, eres mi última paciente- le sonreí de nuevo y ella estaba recompuesta, salió de la consulta y de nuevo mi ángel ocupó mi mente.
Aproveché para llamar a mi hermanita para saber cómo iban los preparativos para la fiesta.
-¿Ali?
-No, soy Rosalie, ¿qué pasa Edward?- dijo mi hermosa cuñada seguro con una sonrisa.
-Hola Rose, ¿cómo vais?
-Genial, con la enana al mando ha sido posible...- susurró cansada y yo no pude evitar soltar una carcajada- Si, si, ríete, las hormonas del embarazo nos la estamos tragando nosotras... parece un verdadero coronel Edward...- dijo bajito para que no se enterase la enana y yo no pude evitar reír de nuevo.
-Vale, perdonad, pero es por una buena causa- le dije con una sonrisa- Dile a la enana que se ponga, la tranquilizaré- le dije seguro.
-Eso espero, porque tu hijo te verá castrado- dijo con malhumor y ahí comenzaban las hormonas de su embarazo... No sólo había que soportar las hormonas de la enana, si no que también las de Rose... me pregunto cómo estará mamá...
-¡EDWARD!- gritó la enana y tuve que apartar el móvil del oído...
-Dios Alice me vas a dejar sordo...
-Sordo y castrado- dijo segura y yo tragué en seco...- Menos mal que estoy aquí para arreglarlo, ni siquiera me has dicho a qué hora volvía Bella y tu salida la sabemos por papá, por Dios Edward, ¿en qué piensas?- dijo envenenada y yo solté una carcajada disimulándola con tos...
-En mi mujer...- dije sin más.
-Ya veo, pues más te vale que Bella no aparezca antes de las 7 o si no todo será un desastre- dicho esto me colgó y mi sonrisa se ensanchó recordando la reunión de Bella y que seguro terminaría más tarde de las 7...
Enseguida llamó alguien a la puerta y yo puse el móvil encima de la mesa.
-Adelante.
-Doctor- dijo Jennifer con una sonrisa en su rostro.
-Pasa Jennifer, ¿qué ha pasado?
-No estoy embarazada- vino corriendo hacia mí y me abrazó efusivamente, se parecía a mi hermana Alice, a pesar de su pequeño cuerpo, tenía bastante fuerza.
-¿Ves pequeña? No hay que adelantarse a los acontecimientos- le dije deshaciendo el abrazo y besándole en la mejilla, esta chiquilla me había caído de maravilla.
Le di otro pase para que viese a Carmen, mi amiga y ginecóloga y nos despedimos.
Miré mi reloj de muñeca y ya eran casi las ocho, tenía que darme prisa si quería llegar antes que Bella.
Colgué mi bata y cogí mi maletín y el móvil, apagué la luz y cerré la puerta.
Me encaminé hacia mi coche y me monté rápidamente, mirando que el coche de mi papá ya no estaba, probablemente ya estaría en nuestra casa, qué bien sonaba ese “nuestra”.
El trayecto que normalmente tardaba 20 minutos, lo hice en 8... La verdad que había pisado el acelerador en demasía...
Llegué y aparqué en el parking subterráneo rápidamente, golpeándome más recuerdos... la noche en la que Bella y yo hicimos el amor en su coche...
Estaba total e irrevocablemente enamorado de Isabella Swan.
Subí lo más rápido que pude por las escaleras, sin esperar al ascensor y me adentré en el apartamento, viendo como toda mi familia me miraba feliz y sonriente.
-Edward, hijo- dijo mamá viniendo hacia mí y me abrazó con fuerza y yo le besé en la mejilla y le abracé feliz- Enhorabuena hijo, me alegro tanto de que tú y Bella os vayáis a casar, es el sueño que había deseado desde que os vi juntos- dijo esto último susurrándome en el oído y yo sonreí aún más.
-Gracias mamá, es lo que deseo.
-Tú señorito “deseo” ven a darle un beso a tu hermana- dijo una Alice con la panza enorme y yo le sonreí feliz.
Me acerqué a ella y le di un abrazo cálido y miles de besos en su cara, ella reía feliz y puse mi mano encima de su panza, tocando a mi sobrinita y ahijada.
-Hola Megan- le dije con cariño y en ese momento sentí una patada, miré a Alice con sorpresa y felicidad y ella me miró de igual forma- ¿Lo has sentido?- dije incrédulo, a lo mejor era producto de mi imaginación...
-Claro que si Ed, es para darte la bienvenida- me dijo mi hermosa hermana con la sonrisa más maravillosa que le había visto jamás.
La abracé más fuerte, pero siempre con delicadeza y amor y ella me correspondió de igual manera.
En ese momento Yuna se acercó y puso sus patitas encima de mis piernas, yo le sonreí y la cogí.
-Hola preciosa- le dije besándole en el tope de su cabeza y ella me lamió en respuesta- ¿Se ha portado bien?- les dije a todos.
-Oh si, es un amor- dijo la enana cogiéndola y Yuna le lamió en la mejilla y mi hermana sonrió.
-Venga vamos, hay que regirse al plan- dijo Rosalie y todos nos quedamos callados.
Primero se escuchó la puerta del ascensor abrirse y el inconfundible taconeo de mi preciosa mujer, elegante y fino y Jasper apagó las luces y nos quedamos callados en un silencio sepulcral, me había encantado esta idea.

Bella pov.

Llegué al parking subterráneo y aparqué el coche rápidamente, quería llegar y abrazar a mi Dios griego.
Esperé a que el ascensor llegara y subí hacia nuestro departamento.
Cuando se abrieron las puertas del ascensor, miré extrañada hacia la puerta del departamento, no se escuchaba nada, ni siquiera la televisión y no había ninguna luz encendida, ¿acaso aún no había llegado Edward?
Abrí con tristeza y de repente se encendieron todas las luces del salón, dejando ver a la increíble familia Cullen, mi familia y mi rostro se iluminó por tanta felicidad.
-¡BELLA!- dijeron todos al unísono, pero yo sólo tenía ojos para mi Dios griego, que me miraba con una preciosa sonrisa en su rostro y me guiñó el ojo, yo le sonreí en respuesta.
-Felicidades mi amor- dijo maternalmente Esme y me abrazó efusivamente, yo le respondí de igual modo, poniendo mi cara en el hueco de su cuello y gruesas lágrimas comenzaron a bajar por mi mejilla- No llores cariño- dijo Esme consolándome.
-No puedo evitarlo Esme, estoy tan feliz...- dije con voz quebrada y en ese momento unos brazos muy conocidos para mí me abrazaron por la cintura y me besó el tope de la cabeza.
Me volví y me encontré con ese par de esmeraldas que me miraban con adoración.
-Te amo- le dije antes de besarlo y él me correspondió efusivamente y todos estallaron es silbidos y aplausos, yo sólo tenía ojos y oídos para él.
-Yo más preciosa- me dijo besándome en la punta de la nariz y tocó mi vientre- Hola bebé- le dijo con ternura.
De repente, alguien demasiado conocido para mí, me agarró del brazo suavemente y me giró hacia ella.
-Señorita sabelotodo, ¿cuándo pensabas decirme que te ibas a casar con mi hermano?- dijo una endemoniada Alice.
-¿Ahora?- dije lo más obvio.
-Oh por Dios- dijo besándome en la mejilla y abrazándome- Eres peor que Edward.
-Vamos Ali levanta el ánimo, dejaré que te encargues de la boda- le dije deshaciendo el abrazo y su cara se iluminó.
-¿De verdad?- dijo ilusionada y Jasper soltó un “Oh Dios, lo que faltaba...” y todos estallamos en sonoras carcajadas, por supuesto Edward me abrazó de nuevo, y puso su cara en el hueco de mi cuello.
-Si, pero hay una condición- dije volviéndome para ver a la persona más importante de mi vida- Nos casaremos dentro de un mes, no quiero que mi panza sea un obstáculo para mi luna de miel- dije lo más calmada y sincera que pude.
Edward me cogió en brazos y me besó toda la extensión de la cara, de nuevo una ronda de aplausos y silbidos, esto último, por supuesto, por parte de Emmett.
-Gracias mi amor, gracias- me dijo con una preciosa sonrisa en su rostro y sus ojos estaban cristalinos.
-Te amo más que a mi propia vida- ya no me daba vergüenza reconocerlo delante de todos y lo gritaría a los cuatro vientos si hiciera falta.
-Me haces el hombre más feliz del mundo princesa- me besó en los labios con mucha ternura y yo cogí su cara con mis manos y la acaricié suavemente.
Después de un rato, Emmett le vino una improvisada tos y Edward y yo no pudimos más que reír.
-Felicidades hija- me dijo Carliste con una sonrisa abrazándome.
-Gracias Carliste.
Todos me felicitaron con el mayor cariño de todos y Alice, Rosalie y yo empezamos a quejarnos por el hambre...
-Me pondré como una vaca- dijo Alice sentándose en la mesa y todos la seguimos con una sonrisa.
-Ah, pero ¿no lo estás ya?- dijo el muy idiota de Emmett y todos nos volvimos hacia él con cara de asesinos... sobretodo Jasper, el pobre parecía soportar todos y cada uno de los difíciles antojos de Alice...
-Emmett eres un completo idiota- dijo levantándose y dándole una sonora colleja en la nuca.
-“Auch”, sólo era una broma- dijo el aludido tocándose la nuca.
-Pareces que no has aprendido nada de ayer, ¿No?- dijo Jasper con una sonrisa, se lo estaba pasando en grande, viendo como su hormonal mujer arremetía contra todos...
-Perdóname Ali- dijo Emmett acercándose a ella.
-No te quiero ver a menos de 5 metros de mí, OSITO- dijo en tono de enfado, pero todos sabíamos que era sólo para amedrentar al pobre de Emmett y no pudimos más que estallar en carcajadas por el mote que le decía Rosalie.
-IDIOTA- dijo Rosalie golpeándolo en el brazo.
-“Auch”, ¿por qué me pegas bebé?
-Por ser un insensible, idiota, imbécil...- dijo sentándose al lado de Alice y todos nos reímos de nuevo.
-Vamos Bella pégame tú también, eres la que falta- dijo derrotado el pobre de Emmett.
-De momento no lo haré, pero procura no meterte conmigo- le dije apuntándole con mi dedo acusador y sentí cómo Edward y Jasper estaban tronchados de la risa...
Emmett se sentó cabizbajo enfrente de su mujer y Alice y Rosalie le miraron con rabia...
Pobre Emmett...
De repente de levantaron Alice y Rosalie y fueron hasta Emmett para besarle en todos lados, la imagen era muy tierna y todos suspiramos feliz, al fin habían enterrado el hacha de guerra.
Nos fuimos sentando, pero un cuerpecito pequeñito me lo impidió.
-Yuna, ven aquí mi amor- le dije agachándome con cuidado y la cogí en brazos.
-No sabes lo que me gusta ese conjunto- me susurró Edward lamiéndome el lóbulo de la oreja y yo me estremecí ante el contacto- Te lo quitaría aquí y ahora a mordiscos- volvió a decir y me giré para encararlo.
Su mirada estaba oscurecida, producto del deseo y la lujuria contenida y sus labios incitaban a besarlos, era una tentación andante.
-Yo te comería entero- le dije cogiendo su enorme erección- Pero ni aún así tendría bastante para saciarme- le dije pasando mi lengua por mi labio inferior.
-Ven aquí- me dijo cogiéndome de la mano y llevándome a la cocina.
-No hagáis cositas indebidas- dijo de repente Emmett y todos dijeron un “Cállate Emmett”, Edward y yo soltamos una gran carcajada.
Dejé a Yuna en el suelo y se fue disparada para el salón y lo miré con deseo.
Me cogió y me subió la falda sólo un poco para poder cogerme y sentarme encima de la encimera de piedra. Comenzó a besarme en la comisura de los labios y después pasó su lengua por toda la extensión de mi cuello y yo gemía bajito...
Dios... el embarazo producía una sensibilidad increíble en mi cuerpo.
Mis manos estaban en sus hermosos cabellos broncíneos y sus manos estaban en mi baja espalda acariciándome.
-Eres toda una tentación- susurró con voz ronca y yo lo besé con urgencia.
No sé cuánto tiempo pasó, pero toda la familia vino a mi mente y paré en seco cuando estaba a punto de quitarle la camisa.
-Edward, tenemos que parar- le dije mirándolo a los ojos.
-Joder- dijo más en necesidad que en enfado.
-Después me tendrás sola y completa para ti.
-No puedo esperar- dijo besándome de nuevo y Yuna vino y nos ladró.
Nos separamos viendo a la pequeña mover su rabito y soltamos una sonora carcajada.
-Después te violaré salvajemente- le dije mientras me bajaba de la encimera.
-No digas nada más Bella, no sabes lo que me estoy resistiendo a quitarte de un jalón la ropa y adentrarme en ti- dijo con la voz demasiado ronca.
Yo el sonreí feliz y orgullosa por conseguir que se excitara por mí y me miré en el reflejo de los cristales del mueble.
Mi pelo estaba en un caos total y mis labios rojos e hinchados.
-Ven aquí- dijo Edward pasando sus dedos por mi larga cabellera, quitándome los pequeños enredos y pasando su lengua por mis labios, haciendo un roce perfecto.
Mis manos volaron hacia su pelo ahora más despeinado que de costumbre y pasé mis manos por todos sus cabellos, domándolos como pude.
Ya estábamos presentables al menos y salimos hacia el salón.
Nadie dijo nada, ni siquiera Emmett, que nos miraba burlón. Al parecer todos le habían leído la cartilla...
Nos sentamos y comenzamos a comer la rica comida que había preparado Esme con Alice y Rosalie.
Estuvimos hablando de todo un poco y sobretodo nos reímos muchísimo con las ocurrencias de Emmett.
-Bella, mañana mismo iremos de compras- dijo Alice feliz.
-Dios...- susurré con mis manos en mi cara.
-No podemos perder tiempo Bella, me has dado tan sólo un mes- dijo histérica.
-¿Qué problemas tienes? Te dará tiempo de sobra- dijo Edward con toda la razón del mundo.
-Hombres... cómo se nota que no sabéis lo que es preparar la boda del siglo...- dijo pensando seguro en los modelos de todas las cosas...
-Alice no te pases, la queremos hacer íntima- dijo Edward y yo asentí.
-Nada de eso, habrá de todo y por supuesto no faltaran las personas más importantes del país- dijo segura- Jasper, vámonos, tengo mucho que pensar- dicho esto se levantó y fue seguida por el pobre de Jasper, que al parecer estaba agotado...
Pobre...
-Mi hermana lo tiene consumido- dijo Edward bajito para que la demonio no se enterase.
-Edward Anthony Cullen Masen te he escuchado- dijo antes de abrir la puerta- Adiós- dijo desapareciendo y Jasper sólo hizo un asentimiento de cabeza y cerró la puerta.
-Pobre Jasper- les dije a todos.
-Si, la enana está inaguantable- dijo Emmett y todos asentimos, por primera vez estábamos de acuerdo con él.
-Bueno chicos nosotros también nos vamos- dijo Carliste besando la mano de Esme, se veían tan enamorados a pesar de los años...
-Bella, ¿conseguiste vencer a la náuseas con las galletas?- dijo Esme cuando me estaba levantando para despedirme de ellos.
-Si, la verdad funcionó bastante bien- le dije con una sonrisa y Edward me besó en la mejilla.
Nos encaminamos hacia la puerta y nos despedimos.
-Bella cariño cuídate mucho, mañana te veré seguramente con la loca de Alice- me dijo abrazándome y yo sonreí por lo último que dijo.
-Tú también Esme y gracias por venir y hacer esto- le dije refiriéndome a todos los preparativos para mi sorpresa.
-Nada de gracias, es lo menos que puedo hacer por mi nieto- me besó tiernamente en la mejilla mientras acariciaba suavemente mi vientre, yo le sonreí feliz.
-Edward cariño, cuídala mucho y dale todos los caprichos, se merece todos y cada uno de ellos- le dijo a su hijo mientras lo abrazaba y Edward y yo nos miramos intensamente.
-Claro que si mamá, es lo menos que puedo hacer por la mujer más maravillosa de todas- me dijo mirándome embobado.
-Qué amor...- suspiró Esme y nosotros sonreímos.
-Bella nos veremos pronto, cuida de mi nieto- dijo Carliste mientras me abrazaba.
-Por supuesto- le dije antes de besarle en la mejilla.
-Adiós hijo, mañana te veré en el hospital.
-Claro, adiós papá- le dijo con una sonrisa y vimos cómo Rosalie y Emmett se levantaban de sus asientos.
-Nosotros también nos vamos, queremos dejar a la parejita feliz hacer e...- no terminó Emmett, pues Rose le dio una colleja bastante fuerte.
-“Auch”- se quejó Emmett y Edward y yo soltamos una gran carcajada.
-Emmett ten un poco de educación- dijo Carliste severo, pero Emmett le sonrió como un niño, dejando aparecer sus hermosos hoyuelos tan adorables.
-Si, pa- le dijo como si nada y todos se fueron después de hacerle prometer a Esme que mañana nos veríamos y que por supuesto compraríamos cosas para el bebé.
-Qué día...- susurré cerrando los ojos y Edward se puso enfrente de mí.
-¿Estás cansada preciosa?- me dijo cogiéndome en brazos.
-Sólo lo justo- le dije pícaramente y él me sonrió torcidamente, no pude evitarlo por más tiempo y lo besé.
Lo besé con todo el amor que sentía hacia él, con todo el deseo que tenía desde esta mañana de hacerle el amor y por supuesto con una lujuria incontrolable.
-Te amo- me susurró para volver a atacar mis labios.
-Y yo a ti mi vida- le dije cuando cerró la puerta de nuestra habitación con el pie.
Me dejó suavemente encima de las suaves sábanas y se colocó encima de mí. Comenzó a besarme en toda la extensión de mi cuello y creí venirme en ese momento.
-Edward...
Me miró intensamente y me besó con un simple roce en los labios y bajó presuroso a quitarme los zapatos y ponerlos en algún lugar de la habitación.
Me cogió de la cintura para quitarme la blusa y la falda. Mi blusa desapareció rápidamente, pero mi falda no...
Tiró de la cremallera hacia abajo con una delicadeza y suavidad imposibles mientras me miraba pícaramente. El roce de sus dedos con mi piel era algo exquisito...
Me puso de pie y me quitó completamente la falda. En segundos tan solo tenía el tanga de encaje blanco que me había regalado Alice hacía unos meses y que Edward no había visto...
-Eres preciosa- dijo antes de besarme intensamente y mis manos fueron hacia su hermoso cabello jalándolo suavemente, incitándolo... Me empujó con suavidad de nuevo contra el colchón y su camisa desapareció. Mis manos le impidieron seguir desnudándose y lo empujé hasta quedarse debajo de mí, ahora me tocaba a mí...
Me senté a horcajadas encima de él y restregué mi centro con su miembro.
-Bella- susurró con voz ronca y él tocó mis sensibles pechos, yo gemí en respuesta.
Mis manos acariciaron suavemente su tonificado pecho y mi mirada se volvió de deseo puro.
Era completamente hermoso y sólo para mí, ante este pensamiento sonreí y él me miró interrogante.
-¿De qué te ríes?- dijo con la voz más ronca aún.
-De que eres sólo para mí- le dije bajando hasta su altura para besarle, él puso sus manos en mi pelo y jaló aún más hacia él, nuestras lenguas comenzaron una batalla que ninguno estábamos dispuestos a perder. Pronto, demasiado pronto para mí nos quedamos sin aire y él comenzó a besar mi cuello.
-Tu piel es una droga para mí- susurró contra mi piel y yo me estremecí.
Me separé suavemente de él y mis labios se acercaron a su ardiente piel. Comencé a besarle con lentitud, dejando un sendero de besos húmedos por doquier, él gemía audiblemente y yo me sentía poderosa.
-Eres perfecto- le dije mirándole con deseo.
No dejé que me contestara, simplemente seguí con mi camino y mis manos bajaron hasta la hebilla de su pantalón, quitando el estorboso cinturón y mi lengua pasó involuntariamente por mi labio inferior.
-Bella...- gimió ante mi actitud y yo le sonreí pícaramente.
Desabroché el pantalón y comencé a bajarlo a la vez que dejaba suaves besos en el nacimiento de su pubis.
Él me ayudó a bajar el pantalón totalmente y me dediqué a jugar un poco con él, ante todo quería torturarlo...
Mis manos comenzaron a bajar su bóxer con una lentitud casi imposible y él gemía incontrolablemente a la vez que yo sonreía orgullosa y poderosa.
Cuando mis manos bajaron totalmente el bóxer, su miembro saltó agradeciendo la liberación que le daba, yo lo miré atentamente, era enorme...
No es que no me hubiera dado cuenta antes, pero a esta altura parecía un tamaño imposible.
-¿Te gusta lo que ves?- dijo con la voz más ronca que le había escuchado jamás.
-Me encanta- dije antes de meterme la punta en la boca y sus manos viajaron hacia mi pelo, jalándolo suavemente.
-Bella- gimió más alto y yo sonreí con su miembro en mi boca.
Bajé mi boca aún más, llenándola por completo y aún no tenía ni la mitad dentro...
-Dios Bella.
Yo me dediqué a bombear suavemente y Edward se retorcía de placer.
Mis manos me ayudaron en la tarea, bombeando suavemente y rudamente en otras ocasiones, Edward llenaba la habitación con sus hermosos gemidos y yo sonreí para mis adentros triunfalmente.

Edward pov.

Dios, dios y dios...
Esta mujer era la diosa del sexo y yo sólo me podía concentrar en su hermosa boca bajando y subiendo, con una delicadeza infinita, en mi miembro...
En ese momento me miró y en su mirada había mucho deseo y gemí sin cortar su penetrante mirada. Mi mirada estaba cargada de desesperación y agonía, quería venirme, pero no podía venirme en su boca sin avisarle, sería poco cortés...
-Bella me voy a...- no terminé la frase porque ella sacó su boca completamente y me calló.
-Quiero que te vengas en mi boca- dijo demandante y volvió a meterla en su boca y yo perdí la cordura en ese momento, me dejé llevar por la locura y me derramé en ella en pocos segundos...
La miré desconcertado y ella se lamía toda la comisura de sus labios para tragar todo el líquido blanco que se derramaba de su boca.
Era la escena más erótica que había visto jamás y mi miembro se puso duro de nuevo, era insaciable con esta mujer...
-Ven aquí- le dije cogiéndola por sus pequeñas muñecas y la alcé para que se pusiera a horcajadas encima de mí.
Mis labios fueron hasta su sonrosada e inflamada boca y se la comí literalmente. Ella por su parte se colocó perfectamente para que nuestros sexos estuvieran unidos y a la primera estocada ya estaba gimiendo como un poseso...
La imagen de su perfecto cuerpo de diosa sobre mí retorciéndose de placer era algo INOLVIDABLE.
-Edward...- gimió y me miró con lujuria.
-Eres preciosa- le dije anonadado por su penetrante mirada y yo alcé mis caderas provocando que me adentrara más en ella, como si eso fuera posible...
-Edward...- dijo y sabía que estaba a punto de llegar a su clímax.
-Eres perfecta- le dije antes de morder uno de sus pezones erectos y ella empujó más fuerte y yo enloquecí.
Cada vez hacía más calor y nuestros cuerpos resbalaban por el sudor...
-Edward me vuelves loca- dijo fuera de sí y gimió aún más. Yo sonreí feliz y orgulloso por ser causante de tanto placer.
-Eres tan estrecha- dije a punto de llegar.
En ese momento sus paredes me apretaron y mi sexo se sentía deliciosamente bien por tanta estrechez y calidez.
-Y tan cálida- dije aferrando mis manos a sus caderas más fuertemente y los dos llegamos a nuestro esperado orgasmo.
Ella cayó encima de mí y yo le acaricié el pelo suavemente.
Nuestras respiraciones volvieron a la normalidad poco a poco y ella tenía su oído en mi corazón. Yo le acariciaba su espalda en pequeños círculos y le besaba el tope de su cabeza.
-Ha sido...- dijo sin poder hablar, su respiración aún era anormal.
-Maravilloso, genial, fantástico- ella se volvió para mirarme y me besó con mucha felicidad.
-Me alegro de que te haya gustado- me dijo mirándome a los ojos, sabía que era su primera experiencia de sexo oral.
-No tengo palabras para describirte cómo has estado, pero un “perfecto” se le aproxima un poco- le dije besándole en la frente y ella me sonrió pícaramente.
Bella sólo pudo sonreírme en respuesta y yo le sonreí de lado.
-Voy a ducharme, ¿vienes?- me dijo levantándose.
-No podría negarme señorita- le dije guiñándole un ojo- En breve señora de Cullen- le sonreí y ella me sacó la lengua.
Se volvió y se encaminó hacia el balo, mostrando su perfecto cuerpo ante mis ojos...
De verdad era una tentación...
Nos metimos en la ducha y Bella comenzó a cerrar los ojos como una niña pequeña, su cara descansaba en mi pecho y yo la enjabonaba suavemente.
La enjuagué rápidamente y la cogí en brazos para secarla, se estaba quedando dormida.
La sequé con mucho cuidado besando a mi hijo y ella me acarició levemente el pelo.
-Te amo más que a mi vida- me susurró antes de caer a la inconsciencia.
Yo sólo pude sonreír y la llevé hasta la cama, la abracé y nos tapamos.
-Eres mi vida- le susurré antes de que el cansancio me venciera.



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Chicas últimamente estoy teniendo demasiados retrasos, pero es que estoy bastante liada y la verdad que en estos momentos no tengo mucho ánimo que digamos, pero aún así escribí este capítulo con el mayor cariño que pude. Escribir me evade de la dura realidad de la vida.
Este capítulo está dedicado a mi querida Ciritha, cariño no te preocupes por estar ausente durante este tiempo, sé que me apoyas y eso es suficiente para mí :-) y para Yess, nena mil gracias por levantarme el ánimo con tus hermosas palabras y sobretodo por hacerme sonreír con tus capítulos maravillosos de Crónicas, eres un sol ^_^
Muchos besos a todas,
*.*Romiina*.* 

3 comentarios:

  1. Romina: Gracias por escribir este capitúlo esta hermoso, yo una de tus fans, comprendo que debes estar muy ocupada y que sacas de donde no tienes tiempo, para darnos estas maravillosas historias, muchas gracias.
    De todos los fics este es mi favorito me encanta y aunque hayas dicho que lo escribiste rápido te ha quedado "GENIAL",que encuentro de amor waoooo.
    Nena muchos besos

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  2. Awww que maravillosa dedicatoria mi Romii y mas que el capi estubo de fabula! realmente lo AMEEEE wowowowwww espero lo proximito con ansias, yo hice un articulo para ti, checalo y dime tu opinon besotes nena.

    http://reflejosdelunaenlacascada.blogspot.com/2012/02/mi-cumpleanos.html

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  3. Romi el capí estuvo hermosísimo. Me encanta el amor que derochan este combo. Por otro lado, disfrute muchísimo con Emmett, dice las cosas sin pensar y se llevo varios regaños. De verdad la historia esta fabulosa. El capí estuvo super hottt y tierno. Adoro esta parejita tan hermosa y lo mucho que la familia los quiere. Ansiosa por el próximo.

    PD: Tranquila entendemos que estes ajoradita con los estudios, yo pase por eso y te entiendo al 100%%%. Te deseo mucho éxito en todo lo que te propongas, respecto a los capis tranquila los estudios son primero. Te envío muchos saludos y deseo pases un hermoso viernes!!!

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*..Diosas del Crepúsculo..*