domingo, 12 de febrero de 2012

INOLVIDABLE



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Capítulo 13: Inolvidable*

ATENCIÓN: Capítulo muy especial...

Bella pov.
Entramos en casa y me quité los tacones, no es que me molestaran, pero estaba más cansada que de costumbre. Yuna salió disparada de la cocina con todo el morro lleno de fruta... ¿qué había hecho?
-¡Preciosa! Pero si estás aquí...- le dije cogiéndola y mis sospechas fueron ciertas cuando le olí el hocico al darme un beso, le olía a melocotón...
-Yuna, ¿qué has hecho?- dijo Edward imitando voz severa y de momento se escondió en mi cuello...
-Pobrecita, está muerta de miedo...- le dije a Edward sentándome en el sofá con Yuna en brazos- Señorita eso no se hace- le dije dándole una reprimenda sólo de palabras por supuesto.
-Yuna has sido mala, ¿eh?- dijo Edward acariciándola y le lamió toda la cara, yo por supuesto me reí de él y solté a Yuna para que fuera con Edward- No te rías Bella Swan o te las verás conmigo- dijo imitando enfado- Ahora vengo, voy a lavarle el morro y parte del lomo...- dijo llevándosela consigo a la cocina.
No sé cuánto tiempo pasó, pero sentí a Yuna irse a su cama y unos pasos detrás de mí.
-¿Estás cansada preciosa?- me dijo Edward colocando sus manos en mi espalda y comenzó a hacerme un masaje.
-Mmmm, la verdad estoy un poco cansada- le dije sonriéndole.
-Pues relájate mi vida- me dijo dándome un beso en la frente y siguió masajeando mi espalda. Pasaron unos veinte minutos y Edward rompió el silencio- Princesa, ¿te apetece un baño?- me dijo con voz pícara.
-Si es contigo, si- le dije sensualmente y lo miré con mucha ternura. Él me devolvió la mirada y se acercó a mí para darme un hermoso beso en los labios.
Cómo lo amaba...
-Te amo- le susurré con todo el amor del mundo.
-Y yo a ti- me dijo rodeando el sofá para cogerme en brazos y llevarme hasta el cuarto de baño. Encendió la calefacción y comenzó a quitarme la ropa lentamente, con una delicadeza increíble.
Cuando me estaba quitando la ropa interior, se quedó quieto, justo a la altura de mi vientre y lo besó con mucha ternura y con mucho amor.
-Bebé te amo más que a mi vida- susurró emocionado y juro que estaba a punto de llorar.
La escena no podía ser más tierna y hermosa, la recordaría toda mi vida.
-Edward me haces la mujer más feliz del mundo- le dije cogiendo su cabeza delicadamente con mis manos para besarle justo encima de la cabeza y acaricié esos cabellos tan suaves que me volvían loca. Inesperadamente varias lágrimas se deslizaban por mis mejillas.
-Shh amor, no llores, me partes el alma- dijo limpiando mis lágrimas con sus pulgares.
-Lloro de felicidad mi amor, soy la mujer más feliz del mundo- le abracé con todas mis fuerzas y él me devolvió el abrazo. Estuvimos así mucho tiempo, hasta que mi piel se puso de gallina a consecuencia del frío.
-Vamos preciosa, estás helada- me cogió y me metió en la bañera. Nos duchamos despacio, sin prisas. Él me enjabonaba todo el cuerpo con mucha delicadeza y yo le acariciaba su precioso pelo.
Me enjuagó completamente y me sacó de la bañera en brazos nuevamente y me envolvió en una toalla.
-¿Para qué te ha llamado Alice cuando nos íbamos a casa de mis padres?
-Pu...pues- ¿qué le diría? ¿Qué me había regalado un precioso vestido de seda y un picardía al “estilo Cullen”? Si, porque el “estilo Cullen” no podía ser más sexy y atrevido...
-Bella dímelo, tienes bastante confianza para decírmelo o ¿no?- me dijo poniéndose una toalla alrededor de la cintura y salimos a nuestra habitación, si, porque ya era nuestra habitación.
-Míralo tú mismo, está en la bolsa esa- dije apuntando hacia la cama y él asintió- Edward he estado pensando...- le dije mientras me restregaba la toalla en el pelo para secármelo.
-¿A sí?- me dijo sacando el precioso vestido- Es precioso, justo para una diosa como tú- me dijo sonriéndome- ¿En qué has estado pensando?- me dijo con una ceja alzada.
-Te podrías venir a vivir aquí conmigo, ¿no?- le dije acercándome a él y sentándome a horcajadas encima suya.
-¿De verdad me lo preguntas?- me dijo sonriéndome- Nada me gustaría más que amanecer todos los días a tu lado, que lo primero que vea nada más abrir los ojos, sea tu hermoso rostro- me dijo besándome en la comisura de los labios y después intensificó el beso.
Estuvimos besándonos hasta que no tuvimos aire y comenzó a hablar.
-Bella esta noche cenaremos fuera- me dijo mirándome intensamente
-¿Fuera?- le dije sorprendida.
-Si, ¿no te apetece?
-Si, claro que si, ¿de etiqueta señor Cullen?- le dije levantándome para ir a mi cajón y coger mi ropa interior.
-Bueno... ese vestido de seda es perfecto- dijo mirándome con deseo- Apuesto que se ceñir a tu cuerpo como una segunda piel, te tiene que quedar perfecto, ¿y esto?- dijo esto último sacando de la bolsa el picardía.
-Eso...- le dije apuntándolo con el dedo y ruborizándome bastante- “El complemento ideal para ese vestido” según Alice Cullen- le dije imitando la voz de Alice y Edward se rio de mi patética imitación- Oye, no te rías- le dije acercándome a él y empujándolo.
-Quiero que te lo pongas esta noche, junto con ese vestido- me dijo cogiéndome por la cintura y tumbándome encima de él.
-¿Dónde iremos?- le dije mordiéndole el labio inferior.
-Sorpresa señorita Swan- me dijo levantándome y me colocó encima de la cama- Iré a mi departamento por varias cosas, quiero que estés lista en- dijo mirando su reloj- ¿una hora?
-Perfecto, y ¿tú que harás en ese tiempo?
-¿Yo?- dijo apuntándose él mismo en su pecho –Primero tengo que bajar a la princesita traviesa a la calle- me sonrió dulcemente- Después tengo que vestirme con mis mejores galas- dijo sonriéndome- Esta noche lo merece- dijo ocultándome todo por supuesto.
-Vale, pero no tardes, quiero que estés conmigo- le dije levantando mis brazos como una niña pequeña para que me besara y así lo hizo. Nos fundimos en un precioso beso y él se apartó para dedicarme mi sonrisa favorita e irse de la habitación.
Comencé a ponerme el picardías con mucha delicadeza, no quería que la fina seda de las medias se rasgara. Me lo terminé de poner y me dirigí al cuarto de baño.
Miré mi reflejo en el espejo y quedé maravillada...
Me estaba perfecto, absolutamente perfecto, Alice tenía razón, acertó en la talla y en el color de lleno, mañana le daría las gracias por tan buen obsequio. El picardía era rosa pálido y por supuesto el negro no faltó en los lazos que decoraban tanto las medias como el sujetador, contrastando muy bien con el rosa pastel.
Al instante cogí el secador y comencé a secarme el pelo con mucha delicadeza, estaba muy sensible últimamente... Me lo alisé e hice unos preciosos tirabuzones en algunos lados del cabello. Salí del baño y el vestido estaba perfectamente colocado en la cama, seguro Edward se había encargado de ello.
El vestido era totalmente de seda, en color rosa pálido. Sin mangas, era tipo palabra de honor y en el pecho se cruzaba la tela de forma sencilla, haciendo que el busto aumentara considerablemente y el escote era un fino pico. A partir de la cadera hasta abajo era suelto, tanto que la gasa de movía con una simple ráfaga de aire, era precioso.
Y por último, me calcé unos preciosos zapatos de tacón que tenía desde hace un año y que mágicamente no había estrenado, era muy sencillo. Su color era el mismo rosa que el vestido y no tenía costuras, era el típico salón, pero con un tacón más fino y alto.
Mi maquillaje era suave, pero resalté mis ojos intensamente con lápiz negro y delineador y mi labial era de un tono rosa muy natural totalmente mate.
Me dirigí hacia el espejo de pie entero que tenía al lado de la puerta del baño y me encantó la imagen que me devolvió el espejo, estaba mágicamente espectacular, había hecho un trabajo perfecto.
-Bebé, espero que a tu papá le guste- le dije a mi pequeña cosita acariciándola con mucha suavidad.
Edward pov.
Saqué a Yuna y le ladró a todos los pajaritos que había en el lugar y yo no pude más que reírme. Estaba feliz, feliz de tener a la mejor mujer del universo, feliz por ser el futuro padre de un bebé hermoso, feliz por formar una familia.
-Yuna, mira- le dije señalando al cielo, donde había muchas aves volando en grupo y ella por supuesto ladró. Yo me volví a reír y decidí dejarla en mi casa, mientras que yo me vestía y recogía todas las porquerías que esa odiosa mujer había dejado por toda la estancia.
-Maldita mujer- murmuré tirando una foto en la que salíamos ambos “muy felices”, qué ironía...
Me pasé por toda la estancia con una bolsa de basura, por supuesto franqueado por Yuna, no se movía de mi lado y cada vez que tiraba algo a la bolsa ladraba como una loca.
-Menos mal que no la conociste preciosidad- le dije cogiéndola y me gané un besito de los suyos en toda la cara, yo sólo pude reírme y le besé en el tope de la cabeza.
Fui hasta mi habitación, que ahora estaba desordenada totalmente, ropa mía por doquier tirada en el suelo, en la cama, en el armario... En fin... un total desastre. Esa mujer era la peor persona de todo el mundo...
Recogí todo en tiempo récord y decidí tirar toda la ropa, menos mi favorita y por supuesto sólo dejé un traje de chaqueta que me había regalado mamá, ése sería el que me pondría esta noche. Todo lo demás lo coloqué en otra bolsa de basura y en poco tiempo, todo estuvo arreglado.
Ya no había ni rastro de esa mujer y sonreí feliz. Ya estaba todo listo, la empleada del hogar estaba despedida desde la semana pasada y la cerradura la cambiaría mañana, llamaría a un cerrajero para que me la pusiera, ya no había ningún cabo suelto.
Le puse la correa a Yuna de nuevo y bajé todas las bolsas de basura.
No podía evitar recordar las imágenes que tenía en mi mente de las dos veces que le había hecho el amor a Bella en el ascensor cada vez que me montaba en él... Era muy erótico y el aroma de Bella estaba inundando toda la estancia y yo aspiré fuertemente, provocando que Yuna me ladrara. Yo me agaché y la acaricié y ella me lamió en la mano.
Llegué de nuevo a casa y me cambié de ropa, ya había pasado una hora y no iba a hacer esperar a mi ángel.
Salí de mi apartamento y abrí la puerta del que era nuestro departamento, qué bien sonaba ese “nuestro”, dejé a Yuna suelta sin la correa y me encaminé hacia nuestra habitación.
La puerta estaba entreabierta y pude ver a mi ángel en todo su esplendor.
-Bebé, espero que a tu papá le guste- dijo acariciando a nuestro hijo suavemente.
Yo sin hacer ningún ruido, me acerqué a ella despacio y puse mis manos encima de su vientre, acariciando a nuestro hijo.
-Claro que me gusta, estás espectacular princesa- le dije mirándola con mucho amor y deseo. Mucho deseo, estaba ansioso por quitarle ese vestido y hacerla mía hasta que amaneciera- Estás deslumbrante- le seguí alagando y es que era la verdad. El vestido le estaba perfecto, parecía que el diseñador había pensado exactamente en el cuerpo de Bella, su escote, sus mangas y sobretodo la suave seda la hacían ver angelical.
-Gracias- me dijo volviéndose y besando mis labios- Dios Edward, tu aroma me vuelve loca- dijo con los ojos más oscurecidos de lo normal, estaba excitándose, esa oscuridad me lo decía, Bella tenía unos ojos muy expresivos y con el tiempo había sabido que estaba pensando con tan sólo verlos.
-Te amo preciosa, me haces el hombre más afortunado del mundo, voy a ser la envidia de todos los padres de los compañeros de nuestro hijo- dije poniendo mi mano derecha en su plano vientre.
-Y yo también lo seré, no quiero pensar en cuántas citas tendrás con la tutora de tu hijo sólo para verte- me dijo pícaramente y me sonrió de manera deliciosa colocando su mano encima de la mía- Sin contar con las madres que estén esperando a sus hijos al salir del colegio y ver al “doctor cañón” en acción- me dijo acercándose los pocos centímetros que faltaban y me besó en los labios tiernamente.
-Adiós Yuna, no seas traviesa- dijo Bella apartándose de mí y cogiéndola en brazos- Mmmm si hueles genial- y le dio un beso en el tope de su cabeza y Yuna intentó lamerle- No, yuna, tengo que estar estupenda para el gruñón de tu dueño- le dije soltándola en el suelo y mirándome con picardía.
-A sí que... además de “doctor cañón”, también soy “gruñón”- dije burlón.
-No, eres mi gruñón- dijo acercándose de nuevo a mí y me besó con mucha intensidad.
-¿Vamos?- le dije cogiéndole la mano cuando nos hubimos deparado y ella asintió.
Bella pov.
Estaba feliz, no podía estar más feliz...
¿Dónde me llevaría Edward? Todo esto era muy sospechoso, el regalo de Alice sobretodo, ¿por qué tendría que comprarme un precioso vestido y un picardías? Por Dios... ella sabía que nunca me había puesto uno, pero por lo visto los Cullen estaban de acuerdo, porque no sólo ella, si no también Rosalie y por supuesto Edward, que en cuanto lo vio se volvió loco...
-¿En qué piensas?- me dijo cortando el hilo de mis pensamientos y cogiéndome totalmente por sorpresa...
-En ti- le sonreí- En lo feliz que me haces, no podría vivir sin ti- le sonreí y él me besó el dorso de la mano.
-Yo... no tengo palabras para describir las emociones de hoy, es... fascinante- dijo parándose enfrente de un restaurante súper caro... cómo no...- Ésa palabra es la que más se acerca a lo que estoy sintiendo, pero se queda corta- dijo acercándose a mí y me besó en los labios lentamente, sintiendo su cálido aliento entrar en mi boca, era perfecto...
Comenzamos a besarnos más apasionadamente y nos quedamos sin aire muy pronto para mi gusto.
-Tengo hambre- le dije mordiéndome el labio inferior y él me sonrió de manera irresistible, pero cuando se fijo en mi boca se acercó aún más a mí y liberó a mis labios de la prisión de los dientes.
-Yo también tengo hambre- me miró más intensamente aún- pero de ti- de nuevo comenzamos con una ronda de besos, pero mi pequeño bebé pensaba en otra cosa, ya que mi estómago rugió escandalosamente y Edward soltó una sonora carcajada, que pro supuesto acompañé.
-Eres increíble- me susurró antes de salir del coche y abrirme la puerta para que saliera. Miré el restaurante y puse una mueca de reproche- No quiero quejas esta noche señorita Swan, me va a dar un hijo y es lo menos que puedo hacer- dijo Edward con una educación excelente y no pude más que reír.
Nos encaminamos, abrazados por supuesto, hacia la entrada del restaurante y un hombre muy apuesto nos recibió con una grata sonrisa.
-Buenas noches- nos dijo con una perfecta educación.
-Buenas noches- dijimos al unísono Edward y yo.
-¿Edward?- dijo dudoso, ¿se conocían?
-Si- dijo Edward mirándolo para intentar reconocerlo- ¿Esteban?- dijo Edward con una sonrisa y segundos después se fundieron en un abrazo fraternal.
-Edward mírate que de tiempo- dijo con una sonrisa.
-Esteban, ¿qué haces tú aquí? ¿No estabas en España?
-Si, pero volví para comprar este fabuloso restaurante.
-¿No te iba bien allí en España?- preguntó con sorpresa Edward.
-Claro que si, pero mi asistente tuvo una idea genial- se acercó a Edward y le murmuró bajito- He traído toda la gastronomía española para aquí y es todo un éxito.
-Me alegro, la verdad la comida española es increíble- dijo Edward mirándome a mí de nuevo- Bella, él es Esteban, un profesor de la universidad- dijo señalándolo- Esteban, ella es mi mujer- dijo muy orgulloso y mi sonrisa en ensanchó aún más. Nos dimos dos besos y el tal Esteban me miró.
-Bella es usted preciosa si me permite decírselo- dijo con una espectacular sonrisa.
-Muchas gracias- me ruboricé un poco y Edward me sonrió.
-Siempre supe que esa odiosa no era para ti- dijo refiriéndose a Tanya, pero hoy no nos importaba nada- ¿Me permitís tutearos?- Edward y yo asentimos y él nos sonrió- Está bien, vamos, acompañadme, la mejor mesa os espera y por supuesto invita la casa- Edward iba a protestar, pero por lo visto el tal Esteban lo conocía demasiado bien- No quiero quejas Edward Cullen.
Yo sonreí quedamente porque era la primera vez que Edward Cullen no se salía con la suya... Este hombre me estaba empezando a caer maravillosamente.
-¿De qué te ríes tú?- dijo Edward burlón parándose en seco y cogiéndome por la cintura, pues él se encontraba detrás de mí.
-De que por fin no te has salido con la tuya.
-Eso no es verdad, la primera vez que no me salí con la mía fue cuando nos reencontramos, yo estaba deseando besarte y no pudo ser- dijo vacilante.
-Una pena- le dije para buscarle.
-Ahora no, pero me las pagarás Isabella- y yo sólo sonreí y él me empujó suavemente para que avanzáramos.
Nos sentamos en una mesa perfectamente decorada y alejada de todas las demás, sin duda era la mejor mesa. La tenue luz que había en el lugar era a causa de las hermosas velas que descansaban encima de la mesa y pétalos de rosa por doquier completaban la decoración.
-Es perfecto- dije en un suspiro.
-Sabía que os gustaría, me imagino que esta noche es especial para vosotros- dijo Esteban con una sonrisa- Aquí están las cartas, ¿qué os apetece para beber?
-¿Qué te apetece Bella? ¿Carne o pescado?- me dijo con una sonrisa arrogante y seguro pensando en...
-Carne, por supuesto- le dije lamiéndome para provocarlo y su mirada se oscureció.
-Lambrusco, por favor- dijo Edward sin apartar la mirada y Esteban se fue riéndose...
Estuvimos sosteniéndonos la mirada hasta que Esteban abrió la botella de vino y nos llenó las copas. Se fue y entonces se rompió el silencio.
-Eres mala, muy mala Isabella Swan- me dijo con picardía.
-Tú me haces serlo- le dije con una sonrisa y dirigí mi mirada a la carta, tenía mucha, mucha hambre...La verdad que todo pintaba de muerte, pero hubo algo que captó mi atención de inmediato...- Edward- le dije sin mirarlo- ¿Qué tal está las milhojas de patatas y beicon con salsa carbonara?- le dije mirándolo de nuevo.
-Está delicioso, lo comía cada domingo en el restaurante que estaba al lado de la facultad- me contó recordando aquellos tiempos.
-Entonces lo pediré, eso y...- le dije y él me miró burlón con una ceja alzada y le sonreí y miré de nuevo mi carta- Filetes de pollo a la plancha con setas salteadas- le dije satisfecha de mi pedido dejando la carta encima de la mesa.
-Perfecto, yo me decantaré por el arroz a la marinera, deberías probarlo- me dijo guiñándome un ojo. Me estaba buscando y me iba a encontrar...
-Bueno... las parejas siempre comparten todo, ¿no?- le dije con una ceja alzada y el se acercó a mí...
-¿Pareja? Yo no he hablado nada de pareja señorita Swan.
-¿No?- le dije alzando aún más mi ceja- El hecho de que te vaya a dar un hijo, ¿no es suficiente? Aunque...- le dije pensando diabólicamente, típico Alice Cullen...
-Bueno... estamos en el siglo XXI, eso es irrelevante- me dijo buscándome aún más, este hombre no se cansaba nunca y por eso me gustaba...
-¿Irrelevante?- dije cuando Esteban vino y pedimos nuestra comida y se fue con una sonrisa.
-Si, irrelevante- dijo acercándose aún más a mí.
-En ese caso...- dije alejándome- Conquistaré a un hombre guapo con mis encantos- dije colocando mis pechos encima de la mesa, haciéndolos estallar...no es que tuviera mucho pecho, ni grandes ni pequeños, pero cuando los juntabas, se veían enormes.
-Bella...-dijo suspirando...con mucho deseo.
-¿Si Edward?- le dije con voz cantarina.
-No conquistarás a ningún hombre- dijo levantándose y acercándose a mí. Se acuclilló y me cogió las manos, quitándome de la postura tan provocativa que tenía- Porque eres mía Isabella Swan, no he estado a tu lado durante unos tortuosos seis años y ahora no te pienso perder- me dijo dejándome totalmente sorprendida, no porque no lo supiera ya, si no porque esas palabras  saliendo de su boca era... absolutamente perfecto.
-No necesitarás luchar, porque ya soy tuya- le dije con el corazón en la mano y él se puso de pie y me dio un beso de película, si, esos besos que jamás olvidarías y yo el respondí gustosa.
-Te amo- me murmuró dándome suaves y cortos besos en los labios.
-Que aproveche- dijo Esteban dejando los platos encima de la mesa.
-Gracias- dijimos al unísono con una sonrisa y Esteban de fue al tiempo que Edward se sentaba de nuevo en su silla.
-Buen provecho- me dijo Edward metiéndose una almeja en su boca.
-Igualmente, la mía es más apetitosa- le dije picándolo, apuntando con mi dedo a la concha que tenía entre sus dedos y él se atragantó con su propia risa.
-Señorita Swan- dijo cuando se hubo calmado- Debería tener más consideración conmigo- me dijo guiñándome un ojo y yo sólo le sonreí.
-Esto está realmente delicioso- le dije probando las milhojas.
-Lo sé, sabía que te gustaría, ¿quieres probar el arroz?
-Claro- me acercó el tenedor y no se cayó ni un grano de arroz, increíble- Mmmmm, está realmente bueno.
-La verdad tengo muy buen gusto- me dijo vacilante.
-Baja esos humos Edward Cullen, el mejor gusto que  has tenido ha sido al escogerme- le dije con una sonrisa ancha.
-Lo sé, de eso nunca tuve duda- me dijo sacándome la lengua y yo le sonreí más ampliamente, como si eso fuera posible.
Estuvimos comiendo durante una hora entre risas y hablando de todo en particular, me estuvo contando anécdotas de la universidad, al igual que yo y en ese momento me vino algo a la mente.
-Edward- le dije comiéndome mi limón helado.
-¿Si?- dijo él limpiándose el resto de chocolate que tenía en la comisura de sus labios... mmmm, se veía absolutamente sexy...
-Tú sabías que los antibióticos reducían el efecto de las pastillas anticonceptivas, ¿verdad?- le dije cogiéndolo totalmente por sorpresa.
-La verdad...- dijo sorprendido y sin saber que decir.
-No me enfadaré Edward, la verdad que esto- le dije tocando mi vientre- Es lo mejor que me ha pasado en mi vida después de haberte conocido- le dije con mi sonrisa más sincera.
-Perdóname, pero la verdad lo sabía- me dijo mirándome con culpa- Lo que pasa que de verdad no pensaba que pasaría, sólo hicimos el amor una vez y la verdad, era lo que deseaba toda la vida- me dijo cogiéndome las manos y me sonrió torcidamente.
-No tengo nada que perdonar mi vida- le dije apretándole las manos- Me has hecho la mujer más feliz del mundo- me acerqué y le besé en esos apetecibles labios- Mmmm, limón y chocolate es una mezcla explosiva- le dije cogiendo aire y volviéndolo a besar y él sonrió.
-¿Nos vamos?- me dijo con nerviosismo, ¿qué le pasaba?
-Claro- le dije cogiendo mi bolso de encima de la mesa y Edward ya se encontraba detrás de mí para retirar mi silla, era todo un caballero- Muchas gracias caballero.
-De nada mi bella dama- me dijo besándome mi mano derecha y los dos soltamos una gran carcajada.
-Espero volveros a ver pronto- dijo Esteban dándome dos besos y dándole la manos a Edward a modo de despedida, tendiéndonos nuestros abrigos.
Edward me ayudó a ponérmelo y él se pudo el suyo.
-Claro, todo ha estado fantástico.
-Chao chicos, que tengáis una noche perfecta- dijo abriéndonos la puerta.
-La tendremos- dijo Edward mirándome con lujuria y yo me sonrojé un poco- te ves adorable cuando te sonrojas- me susurró cuando salimos a la fría noche invernal.
Llegamos al coche y Edward, como siempre, me abrió la puerta. Me senté en el asiento y Edward se acuclilló enfrente de mí.
-Bella- me dijo sacando un pañuelo de su bolsillo- Te pondré este pañuelo para que no veas nada, es una sorpresa- me dijo sonriéndome torcidamente y yo sólo pude asentir.
Me puso el pañuelo, que por cierto era de seda, con un cuidado extremo y me dio un beso en la frente. Sentí cómo cerraba la puerta y abría la suya en una velocidad récord.
Edward no había soltado mi mano en todo el camino, me apretaba suavemente para darme tranquilidad, pues la verdad estaba muy nerviosa. Mi otra mano descansaba con mucha delicadeza en mi vientre, acariciando a nuestro bebé.
Qué bien sonaba la palabra “nuestro”...
Llegamos, a lo que supuse sería el sitio, en un tiempo eterno, al menos para mí, pues estaba demasiado nerviosa, tenía un presentimiento, no sé, pasaría algo muy importante...
-Ya hemos llegado preciosa, aún no te puedo quitar el pañuelo, pero pronto lo haré- me dijo besándome en los labios y sentí cómo abría la puerta para bajarse del coche.
-Vamos mi amor- me dijo cuando abrió la puerta y me ayudó para que no cayese con el pañuelo en los ojos y si a eso le sumabas los altos tacones...
Edward no me dejó en el suelo hasta que llegamos a lo que supuse era la entrada, sin ningún tipo de esfuerzo y yo sólo pude sonreír por las emociones que estaban pasando por todo mi cuerpo...
Había un silencio total cuando entramos a una habitación, se notaba bastante por la calefacción que había, pero sí que había personas, sus aromas los delataban. Es verdad que cuando te falta algún órgano vital de tu cuerpo, los demás se hacen más fuertes, no es que estuviera ciega, pero el pañuelo impedía que viera y mis oídos se habían agudizado al extremo.
En un momento Edward me volvió a coger en brazos y nos metió en un... ¿ascensor?
-¿Un ascensor Edward?- le dije pícaramente.
-Eres muy observadora Isabella Swan- me dijo besándome de nuevo en los labios. Yo sólo pude sonreír- Vale, ahora te guiaré y pronto te podré quitar el pañuelo- me susurró en el oído y me estremecí por su cálido aliento.
Seguimos andando, Edward estaba detrás de mí con sus manos en mi cintura guiándome y mis manos descansaban en las suyas.
-Llegamos- me dijo y me giró hacia él. Me quitó el pañuelo y pestañeé un par de veces para que mis ojos se acostumbraran a la nueva luz.
-¿Dónde estamos?- le dije girándome para ver un gran pasillo, donde tan sólo había una puerta, que se encontraba justo enfrente de nosotros. Parecía un hotel... Todo estaba exquisitamente decorado, en tonos dorados y burdeos y la tenue luz estaba en los sitios indicados.
-Míralo por ti misma- me dijo abriendo la puerta que estaba justo enfrente de nosotros con una tarjeta. Sí, era un hotel... Dios estaba muy, muy nerviosa...
Cuando se abrió la puerta nos dio la bienvenida un salón perfectamente equipado para todo, televisión, un gran sofá que parecía ser comodísimo y mis ojos inmediatamente se fijaron en la gran terraza que había en el fondo, viéndose todo el cielo con la gran luna llena.
Miré a Edward y éste me miraba con una sonrisa preciosa.
-Dios Edward...- le dije posando mis manos en su cuello y lo besé, lo besé con todo el amor que sentía por él.
Edward cerró la puerta y me cogió por la cintura y me alzó a su altura.
-Te amo- me susurró antes de besarme de nuevo.
Estuvimos besándonos por un gran tiempo, despacio, sin prisas, no importaba, esta noche sería muy especial y la palabra “rápido” no entraba en ella.
-¿Qué es todo esto mi amor?- le dije cuando me hubo bajado y me giré para ver de nuevo la gran luna que iluminaba la oscura noche.
Edward me quitó el abrigo y lo colocó en el perchero junto al suyo.
-Esto... es lo menos que puedo hacer por la mujer que he amado toda mi vida- me dijo pegando su musculoso pecho a mi espalda y empujándome suavemente para que saliésemos a la terraza.
Cuando salimos, el olor a rosas frescas inundó mis fosas nasales.
-Mmmm, el olor es exquisito- le dije cerrando los ojos y concentrándome en el olor. Edward cogió una rosa y comenzó a pasarla suavemente por la piel expuesta de mi espalda, no sentía frío, en absoluto, sentía deseo y pasión en este momento.
-No hay nada que se compare con tu suave piel, ni siquiera los pétalos de esta rosa- dijo girándome para besarme en los labios. De nuevo una ronda de besos cálidos tuvo lugar y tuvimos que parar por falta de aire.
Me giré de nuevo y él me abrazó desde detrás y contemplamos la oscura y silenciosa noche. Se veía todo el mar, era absolutamente precioso.
La vista era digna para ser fotografiada, la gran luna llena ocupaba casi todo el cielo oscuro, sin hacer ni siquiera una estrella, tan sólo la luz de la luna y el mar se perdía en el fondo del cielo... Perfecto.
-Es precioso- le dije acariciándole la mano.
-No tanto como tú- me giró de nuevo y comenzó a besarme el cuello y mi piel reaccionó ante el contacto de su suave lengua pasando por toda la extensión de mi cuello.
Me cogió de nuevo y mis piernas se posaron en su cintura. Mis manos acariciaban sus suaves cabellos y él seguía besándome el cuello ardientemente.
-Me vuelves loco- me dijo mirándome con lujuria y de nuevo comenzó a besarme el cuello, pero esta vez estábamos moviéndonos hacia el interior. Llegamos de nuevo al salón y nos encaminamos por lo que era un pasillo. De pronto me soltó con mucha dulzura y me dejó en el suelo, yo lo miré interrogante, pero antes de que pudiera contestarme, miré hacia el suelo del pasillo dándome cuenta que había un camino, formado por pétalos de rosas rojas y velas que olían a vainilla, era precioso...
Yo lo miré interrogante y él con su mano me indicó que siguiera adelante.
Dejé de mirarlo y me concentré en el precioso camino, siguiéndolo, llegué hasta una puerta y la abrí con cuidado, encontrándome la habitación más hermosa que había visto en mi vida, ni en mis mejores sueños me la hubiera imaginado así...
Era blanca con detalles dorados, y estaba iluminada por multitud de velas, rojas y doradas, haciéndola ver como una auténtica habitación de película, pero lo que de verdad llamó mi atención fue la gran cama... Era enorme y más blanca que la nieve, encima de ella había un enorme corazón realizado también con pétalos de rosas rojas y justo en el centro había una preciosa caja de terciopelo verde oscuro y enseguida miré a Edward, él sólo me sonrió de lado.
Me acerqué con paso temeroso hacia la cama y Edward venía justo detrás de mí, cogí la delicada caja de terciopelo y me agradó el contacto del suave tacto.
-Ed... Edward, ¿qué es esto?- le dije mirándolo de nuevo con la caja en mi mano.
-Ábrela- me dijo sin más.
Yo le hice caso y abrí la caja con un cuidado extremo, encontrándome con el anillo más hermoso que jamás había visto. El anillo era finísimo, de oro blanco. Tenía un diamante justo en el centro donde estaba engarzado por el mismo oro, era... perfecto.
En ese momento gruesas lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas...
-Isabella Swan, ¿tendrías el honor de casarte conmigo?- me dijo Edward arrodillado ante mí con la mirada de amor más preciosa que le había visto jamás.


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                      ANILLO DE PEDIDA             VESTIDO DE BELLA


CAMINO HACIA LA HABITACIÓN

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Chicas otro capítulo más de esta increíble historia!! Es la primera parte, el siguiente capítulo será la segunda parte. Va dedicado a todas mis chicas que se han suscrito al blog o simplemente dejan comentarios, que de verdad, me animan muchísimo y me dan fuerzas para que mi inspiración fluya. Cada vez somos más y espero aumentar las visitas y los comentarios, poco a poco.
Personalmente, el capítulo me encantó!! ¿qué opináis vosotras? Un besazo a todas,
*..Romiina..*






8 comentarios:

  1. Rommi te mato como pudiste dejarme asi me vas a matar jajajaja por fin puedo dejarte mi comentario es que si te contara las cosas que me han pasado uff primero me cambia de casa por que la mia la estan reparando y nos fuimos a un pequeño departamento de mi abuelo pero lo malo de esto es que el departemento no tiene conexion a internet y es horrible jajaja y por fin puedo entrar a mi casa para poder entrar a tu blog uff he tenido un semana muy agetriada. Bueno cambiando de tema dejame decirte que el capi estubo genial te lo juro que tierno es Edward encerio y Bella creo que es la mujer mas feliz del mundo amo esta historia cariño encerio espero que este bien por que a veces la felicidad pasa por momentos deficiles y espero que todo este bien ja por que la familia Cullen- Swan que hermoso esta el anillo y el vestido quiero a una Alice para mi jajja bueno cariño me voy un beso y suerte.




    PD. la nueva historia seguro sera un exito suerte

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    1. Cirithaa mi amor!! qué tal? También a ti te tengo que echar una buena reprimenda!!! Es broma!:D La verdad te he echado mucho de menos, sabes que tu comentario es el primero en todos los capis y me ha extrañado bastante, pero ahora te tengo aquí y eso me hace muy FELIZ!! :D Os he cogido un cariño increíble nena, no sé que haría sin vuestras palabras de apoyo, de verdad GRACIAS!!
      El capi es típico para un día como hoy, SAN VALENTÍN!! EL DÍA DEL AMOR Y CÓMO NO TENDRÁ SU RECOMPENSA... NO TENDRÁS QUE MATARME POR MUCHO TIEMPO, YA QUE HOY SUBIRÉ OTRO CAPI DE INOLVIDABLE!!! Siiii, espero que te guste, un besazo y espero verte por aquí pronto!

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  2. Romina: espectacular se queda corto, genial, más que genial, waooo que capitúlo todo lo que escribes es hermoso, el vestido, la ropa interior,el restaurante, anillo, rosas, velas, que tierno ese Edward, es todo un principe enamorado de su princesa Bella, me encanto la parte en donde le dice de los anticonceptivas que lindo, deseaba tener con ella su bebé uyyyy,también me encanto que sacara la ropa y todas las cosas de esa malvada Tanya, uyyyy hay que arrancarles los pelos.
    Me encanta esta historia, estoy todos los lunes pendientes de los avances. Gracias por compartirla.

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    1. Gem cariño tus palabras de ánimo me hacen sentir libre para poder escribir todas las frases de las historias, me das mucho apoyo y me siento reconfortada con vuestros comentarios, la historia?? qué decirte?? Estoy enamorada desde hace 4 años y mis sentimientos fluyen por las teclas del ordenador :D HOY NUEVO CAPI DE INOLVIDABLE!! espero que te guste y gracias por comentar!

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  3. Nena, perdón por andar tan desaparecida no eh tenido dias muy buenos, pero bueno... ya que se le va a hacer, hoy publicaré a las 10 pm un capi de crónicas y un poema, en el que espero tus maravillosos comentarios. Muchas gracias, por preocuparte mi vida, (tienes messenger?, es que en el face, no me conecto jaja), te quiero muchisimo mi vida.

    Espero terminar cronicas a tiempo, sino lee el poema y mañana tendrás cronicas, lo prometo.

    Besotes y abrazos.
    Yess*.*

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    1. El link del poema xD
      http://reflejosdelunaenlacascada.blogspot.com/2012/02/cuando-sea-grande.html

      Pásate y dejame saber tu maravillosa y siempre reconfortante opinión. :D

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    2. Yess mi vida qué alegría que por fin me contestas, la verdad estaba preocupadísima!! Me extrañaba bastante tu ausencia, pero ahora que estás aqui estoy FELIZ!!:D Nena no te preocupes por crónicas, no quiero agobiarte, pero esa historia es como una droga para mí, eso ya lo sabes, yo estoy bien,he tenido una semana de locos y encima he estado malusquilla, pero ya se me pasará, un besazo guapísima y espero que estés súper bien, tus comentarios también con reconfortantes para mí, siempre los espero :D Y gracias por dar señales de vida cariño, te quieroo!!!

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  4. Romina!!! El capí estuvo excelente, me encantó!!! De verdad que Edward es un amor, ellos son la pareja perfecta, los adoro! Me encantó todo lo que Edward hizo de botar sus cosas viejas de la casa para olvidar su triste vida anterior, ahora empezará de cero y será muy feliz con Bella. Por otro lado, la relación tan bonita que tienen con su bebe Yuma es excelente. Tanta felicidad en esta historia me fasina. Ansiosa por más!!!! Te envío muchos Saludos!!!!

    PD: Deseo hayas pasado un increible dia de la AMISTAD!!! Te deseo todo lo mejor!!!!

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*..Diosas del Crepúsculo..*