martes, 14 de febrero de 2012

INOLVIDABLE



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Capítulo 14: Inolvidable**

(ESPECIAL SAN VALENTÍN)
ATENCIÓN: ¡¡¡Capítulo con mucho, mucho LEMON, y por supuesto mucho AMOR!!!


Edward pov.
Se veía como un autentico ángel con ese vestido de seda andando entre pétalos de rosas y velas...
Era perfecta.
Bella me miró interrogante y yo con mi mano le indiqué que siguiera.
Yo no podía si quiera hablar... estaba muy nervioso, esta noche sería el momento en que nuestros futuros cambiarían para siempre y esperaba con toda mi alma que fuera por buen camino...
Cuando llegó a la puerta de la habitación la abrió con mucho cuidado y su cara demostró felicidad. Su mirada recorrió toda la extensión de la habitación, pero como supuse, sus ojos captaron la hermosa caja de terciopelo verde que descansaba encima de la cama.
Me miró con mucha, mucha felicidad y yo le sonreí con su sonrisa favorita. Ella se armó de valor y se acercó a la gran cama blanca con cautela y yo no pude estar más lejos de ella y la seguí de cerca.
Cogió la caja y el tacto le encantó, por la expresión de su cara.
-Ed... Edward, ¿qué es esto?- me dijo mirándome con la caja en su mano.
-Ábrela- le dije sin poder hablar mucho, mi voz estaba atascada en mi garganta...
Abrió la caja con un cuidado casi imposible, dejando ver el hermoso anillo de pedida.
Su cara era la más hermosa de todas, no se comparaba con nada y ese anillo era perfecto para ella.
Comenzó a llorar, gruesas lágrimas bajaban por sus preciosas mejillas y ahí supe que me aceptaría, me armé de valor y me arrodillé ante ella, ante mi diosa...
-Isabella Swan, ¿tendrías el honor de casarte conmigo?- le dije con una mirada cargada de amor, era el sueño de mi vida, casarme con la mujer que siempre amé y ella no vaciló en ningún instante al contestarme.
-Si, claro que quiero ser tu esposa- me dijo llorando, pero se le entendió a la perfección y mi pecho se llenó de felicidad incondicional. Se tiró literalmente hacia mí y mi espalda dio con la suave alfombra.
Ahora era el hombre más feliz del mundo, con la mujer más hermosa de todas y con un hijo en camino.
Ahora mi vida estaba completa.
-Bella me haces el hombre más feliz de todos, gracias mi amor- le dije besándole en la frente, en los párpados, en la nariz, en las mejillas y por último en los labios- Gracias, gracias mi amor, gracias- Yo no podía estar más emocionado y ella se veía igual que yo. Le puse el anillo con mucha delicadeza y brillaba al igual que ella- Sabía que te quedaría perfecto princesa- le dije besándole su hermosa mano.
-Te amo, te amo con todo mi corazón- me dijo besándome en los labios y yo instintivamente comencé a acariciarle la espalda, con mucho cuidado.
Cogí a Bella de nuevo en brazos y la senté al borde de la cama. Comencé a quitar sus zapatos con mucha suavidad y los dejé a un lado.
Le besé los tobillos, las pantorrillas y fui subiendo el vestido en el proceso.
-Tus piernas son perfectas- le dije con voz ronca, estaba muy excitado... Esta mujer era toda una tentación para mí.
Le subí el vestido hasta que la tela me lo impidió y sin pensarlo dos veces, me levanté y la cogí de la mano para que ella se levantase conmigo.
Mis dedos fueron hasta los pequeños botones que sujetaban el vestido y los quité uno a uno sin prisas, haciéndola querer más por segundos...
El vestido se deslizó por el suave cuerpo de mi ángel y quedó expuesta ante mí el cuerpo más perfecto que había visto jamás...
Tenía suaves curvas, pero intensas, típico de su madurez, nada que ver con la preciosa niña de 17 años con la que perdí mi virginidad, esa experiencia era INOLVIDABLE, al igual que todas las que había compartido con ella...
Sus pequeños hombros estaban rectos provocaba que el estrechísimo corsé que llevaba, se viera espléndido, sus pechos estaban apretados al máximo, pero con una delicadeza exquisita, ese canalillo sería mi muerte...
Y ya ni que hablar de sus torneadas piernas... Eran finas, pero con una musculación disimulada...Absolutamente algo antinatural, era perfecta...
-Eres perfecta- le dije mirándola sin ningún pudor, ya no tenía que tenerlo, sería mi mujer pronto y era mía. Miré su cara y ésta no estaba ruborizada, lo que hizo que mi cuerpo reaccionara a tal punto que mi erección era ya dolorosa. Estaba buscando su liberación entre mi bóxer y mis pantalones.
Bella se acercó vacilante hacia mí y me cogió fuertemente del cuello y mis manos llegaron a sus nalgas y las apreté con fuerza, pero sin hacerle daño, provocando que un gemido saliera de su preciosa boca, yo le sonreí triunfante y la impulsé para que sus preciosas piernas quedaran alrededor de mi cintura. Ahí comenzamos nuestra danza apasionada, nuestras lenguas danzaban juntas en una sincronización perfecta, luchando la una con la otra.
Bella comenzó a deslizar mi chaqueta y me tensé al instante, el roce de sus dedos con mi cuerpo era perfecto, sintiendo millones de corrientes eléctricas. Mi corbata desapareció por un fuerte jalón y la miré con mucha, mucha lujuria y ella me sonrió deliciosamente, estaba jugando... y a mí me encantaba ese juego.
Al instante, me quito uno a uno los botones de mi camisa, con una lentitud torturante, ahora me devolvía la moneda, lo mismo que había hecho yo con ella. Sus dedos pasaban por mi pecho a propósito cada vez que quitaba un botón
-Edward- me llamó de repente con ¿inseguridad? ¿Se arrepentía de haberme dicho que sí? Yo la miré con súplica- Quiero que sepas algo importante- Ahora mi mirada era interrogante- Eres el primer y único hombre con el que he hecho el amor y espero que sea así para toda la vida- me dijo sonriéndome y yo me quedé estático. ¿De verdad que no se había entregado a ningún otro hombre?
-¿De... de verdad?- le dije incrédulo y ella asintió. Era, era verdad... Yo era el único hombre de su vida y ahí supe que siempre fui INOLVIDABLE para ella, al igual que ella para mí, mi pecho creció más aún, como si eso fuera posible... - Gracias mi amor, no sabes lo importante que es eso para mí, ahora me siento completo- le dije besándola con todo el amor que sentía por ella y apreté sus hermosas nalgas.
Se deshizo de mi camisa en segundos y sus suaves dedos pasaban por mis brazos con mucha delicadeza... Toda una tortura.
De mis labios salieron audibles gemidos debido a la elegancia de sus caricias... y ella sonreía satisfecha...
Ya no pude soportar más estar jugando a este magnífico juego y la tumbé en la cama lentamente y con mucha, mucha delicadeza, pero ella fue mucho más rápida que yo y se sentó en la cama. Mi mirada se convirtió más ardiente aún, con más deseo contenido, quería hacerla mía desde antes siquiera de haberla visto vestida así, era un imán que me provocaba y que me hacía perder la razón.
Ella por su parte me quito la hebilla de mi cinturón con un fuerte jalón, tal y como hizo con mi corbata y yo la miraba como si fuera el único ser de la tierra, la única mujer por la que tenía ojos, mi mujer... Y lo que me encendió aún más fue su mirada de lujuria hacia mi pecho...
-Dios Edward, estás buenísimo- dijo sin ningún tipo de pudor y eso me encantó. Se arrodilló frente a mí y se acercó con decisión.
No pudimos evitar el gemido que salió de nuestras bocas, el ardiente beso estaba lleno de pasión, deseo y lujuria, pero siempre con todo el amor que podía sentir por ella.
Su boca sabía deliciosa, era como una droga para mí, necesitaba su saliva para seguir viviendo.
-Tú si que estás buena señora de Cullen- le dije con mi sonrisa más pícara cuando tuvimos que separarnos por falta de aire- Tienes un cuerpo perfecto, de ángel y demonio a la vez, puedes ser buena y mala a la vez... me encantas- le dije con toda la sinceridad del mundo, era una mezcla explosiva que me hacía enloquecer. Ataqué de nuevo sus labios de diosa y gimió más fuerte.
Ahora era el momento que mi erección pedía su liberación a gritos y yo encantado se la di, no pudiendo soportar por más tiempo el deseo contenido que tenía hacia mi mujer. Qué bien sonaba eso de “mi mujer”...
Quité mis estorbosos pantalones y por supuesto el estorboso bóxer, dejando mi erección libre por fin...
Su mirada estaba clavada en mi erección, con mucha, mucha lujuria...
-Dios...- susurró muy bajito, pero audiblemente y yo sólo le pude sonreír torcidamente, cómo me gustaba que me mirase sin ningún pudor... -Edward- gimió aún más y ahí supe que ya nada me detendría, la cordura se había ido al carajo y ahora estaba la locura... Locura por esta maravillosa mujer.
-Mmmm- dije quitando el molesto corsé, liberando sus preciosos pechos, que se alzaban ante mí con majestuosidad... era perfecta, la mirase por donde la mirase... Ataqué su pezón derecho, rosado y caliente y se me hizo la boca agua... Ella gemía incontrolablemente y yo sonreía con orgullo. Al instante ataqué su otro pezón, reclamando mi atención y ella gemía y gemía.
-Edward...- gimió más fuerte aún y yo subí hacia su oído para susurrarle lo increíble que era, el espectacular cuerpo que tenía que me hacía perder la cordura, que estaba deseando que fuera mi mujer y muchas cosas más... Baje de nuevo hacia sus hermosos pechos y ella arqueaba su espalda en cada lamida y yo no podía estar más orgulloso por provocarle a mi diosa tanto placer...- Edward... no lo soporto más...
Ahí tuve un momento de cordura y pensé en lo sensible que estaría su cuerpo debido al embarazo, sabía que las hormonas las tendría revolucionadas y que su cuerpo respondía a cada simple toque, más fuertemente que antes y eso me enloqueció aún más, como si eso fuera posible...
-Vente para mí preciosa- le dije bajando hacia su clítoris y lo acaricié lentamente, para introducir un dedo en su cavidad y comencé a bombear suavemente, estaba húmeda y caliente... era algo indescriptible... algo impresionante y encima estaba más estrecha que de costumbre... Dios...
Ella me susurraba que le diera más placer y seguí con mi juego...
- ¿Quieres más?- le dije con la voz más excitaba de toda mi vida...
Bella cerró los ojos y supe que estaba a punto de llegar a su tan esperado orgasmo...
No pude esperar más y la poca ropa interior que le quedaba se la arranqué literalmente, no podía contenerme y me coloqué encima de ella con suma delicadeza.
-Te amo más que a mi propia vida- le besé tiernamente y comencé a penetrarle con mucha suavidad y ella enseguida clavó sus uñas en mi espalda y de sus preciosos labios comenzaron a salir gemidos maravillosos, inundando toda la habitación
-¡Edward!- gimió cuando comencé a penetrarla un poco más rápido, pero sin dejarme llevar, no podía hacerlo, tenía que ser suave con ella, aunque después me pidiera más y más, eso era lo que deseaba, darle el mayor placer de todos.
-Dios... Bella...- le susurré y se estremeció a causa de mi aliento, yo sólo pude sonreír- Eres toda una tentación para mí- dije empujando un poco más fuerte...
-¡Edward, más!- me exigió como esperaba y de nuevo le sonreí, nuestras miradas de conectaron y no podía dejar de mirar esos preciosos ojos marrón chocolate que tanto me llamaban, que tanto amaba y Bella tuvo un estremecimiento por todo su cuerpo, dando la llegada a un nuevo orgasmo... Yo sólo pude sonreír orgulloso...
 -Eres tan estrecha y caliente...- dije al borde de la locura y la besé de nuevo empujando más fuertemente, ahora era un vaivén sin tapujos, totalmente desenfrenado, era el paraíso- Estás tan húmeda...
La habitación estaba inundada por los maravillosos gemidos que salían de nuestras bocas y el sonido de nuestros sexos chocando... ahora mismo era el sonido más perfecto de todos...
-Bella, oh, Bella...
-Edward eres perfecto- rompió la conexión de nuestras miradas y comenzó a mirarme el cuerpo con deseo y cómo agradecía ahora mis horas en el gimnasio...
Sus dientes atraparon su perfecto labio inferior y me tocó el torso.
- Eres un auténtico Dios griego, mmmm- yo sólo pude empujar más, sin poder hacerlo más profundamente.
-Y tú eres un ángel con cuerpo de demonio, eres irresistible- le miré con picardía y mi clímax llegó.
-OH, DIOS, BELLA- grité lo más alto que pude y ella llegó a su tercer orgasmo, yo no podía estar más orgulloso y mi cuerpo cayó encima del de Bella pero aguantando todo mi peso en mis brazos. Nuestros cuerpos resbalaban a causa del sudor que recorría en ellos.
Y me coloqué al lado de ella y la estreché entre mis brazos, no quería que estuviera separada de mí a más de un milímetro...
 -¿Qué tal un baño?- le dije sonriéndole, ya que nos esperaba un jacuzzi con la temperatura perfecta y por supuesto el agua estaba impregnada de pétalos de rosas por doquier y las velas era la única luz que iluminaba el baño... Era una sorpresa para Bella y de pronto me acordé de algo... - ¿Cuántos orgasmos has tenido señorita Cullen?- ella no respondió, me dio un golpe en el brazo en broma y yo sólo pude sonreírle.
-Pues bastantes, agradéceselo a tu hijo- me dijo como si nada... y yo sabía de lo que estaba hablando... estaba más sensible que de costumbre.
-Más bien tengo que agradecérmelo a mí mismo por haber conseguido que la mujer más hermosa del planeta haya tenido tres fabulosos orgasmos entre mis brazos- le dije vacilante, por ser el causante de ese magnífico placer y por saber con exactitud sus orgasmos. Ella me abrazó pegando su sexo al mío y de nuevo mi miembro creció hasta límites insospechados...

Bella pov.

-Ed... Edward, ¿qué es esto?- le dije mirándole con la caja en mi mano.
-Ábrela- me dijo sin más.
Yo le hice caso y abrí la caja con un cuidado extremo, encontrándome con el anillo más hermoso que jamás había visto. El anillo era finísimo, de oro blanco. Tenía un diamante justo en el centro donde estaba engarzado por el mismo oro, era... perfecto.
En ese momento gruesas lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas...
-Isabella Swan, ¿tendrías el honor de casarte conmigo?- me dijo con la mirada de amor más maravillosa que había visto en toda mi vida.
-Si, claro que quiero ser tu esposa- le dije llorando, pero mi voz se entendió a la perfección, aunque estuviera atascada en mi garganta.
Me tiré encima de él literalmente y su espalda dio con la suave alfombra que había en el suelo.
-Bella me haces el hombre más feliz de todos, gracias mi amor- me dijo besándome  en la frente, en los párpados, en la nariz, en las mejillas y por último en los labios- Gracias, gracias mi amor, gracias- Edward estaba muy emocionado y mis lágrimas no dejaron de caer incontroladamente, ahora era la mujer más feliz del mundo- Sabía que te quedaría perfecto princesa- me dijo besando mi mano izquierda, donde tenía puesto el precioso anillo.
-Te amo, te amo con todo mi corazón- le dije besándole en los labios y él comenzó a acariciar mi espalda suavemente.
Edward me cogió en brazos y me sentó al borde de la cama. Me quito los zapatos con mucha suavidad y los dejó a un lado.
Me besó los tobillos, las pantorrillas y fue subiendo mi vestido en el proceso.
-Tus piernas son perfectas- me dijo con voz ronca, señal de que estaba excitado, muy excitado...
Siguió subiendo el vestido hasta que ya no pudo y más y se levantó, pues estaba de rodillas e hizo que me levantase yo. Y en una acción inesperada para él, me senté en la cama y le quité de un jalón salvaje el cinturón, él me sonrió y comenzó a quitarme los diminutos botones que tenía detrás en mi espalda y la suave tela se deslizó por mi cuerpo, haciendo que me quedase tan sólo con el sexy picardía. Cuando quedé expuesta ante él tan sólo con ese sexy picardía, su mirada se oscureció aún más, como si eso fuera posible...
-Eres perfecta- me dijo mirando todo mi cuerpo sin ningún pudor y yo por primera vez no tuve vergüenza, si no que lo cogí fuertemente por el cuello y lo acerqué a mí. Él por supuesto, puso sus manso en mis nalgas y las apretó fuertemente, provocando que un gemido saliese de mi garganta, él me sonrió triunfante y me impulsó, quedando mis piernas alrededor de sus caderas y comenzamos a besarnos muy apasionadamente, como la primera vez que hicimos el amor, igual de pasional y es que este hombre era un pecado mortal...
Yo por mi parte, deslicé su chaqueta por su tonificada espalda y sentí sus músculos tensarse... era todo un Dios griego... Seguidamente mis dedos fueron a los botones de su camisa, quitándolos de unos en uno y con una lentitud increíble.
-Edward- le llamé, quería que supiera algo importante, quería que supiera lo mucho que lo había amado todos estos años y por eso no me había podido entregar a nadie...- Quiero que sepas algo importante- le dije mirándole y él me miró interrogante- Eres el primer y único hombre con el que he hecho el amor y espero que sea así para toda la vida- le dije con una pequeña sonrisa.
-¿De... de verdad?- me dijo incrédulo y yo asentí- Gracias mi amor, no sabes lo importante que es eso para mí, ahora me siento completo- me dijo para atacar de nuevo mis labios y apretar mis nalgas más fuertemente.
Yo me deshice de su camisa totalmente, pasando mis dedos por sus fuertes brazos y él gemía audiblemente a causa de mis caricias y cómo me gustaba ser la causante de tan maravilloso sonido...
Se movió lentamente dejándome tumbada en la cama, pero yo fui más rápida que él y me senté, provocando una mirada de deseo por parte de él. Le comencé a quitar la hebilla del cinturón y se lo quité de un fuerte jalón. Él me miraba anonadado, al igual que yo, observando su fuerte torso.
-Dios Edward, estás buenísimo- le dije poniéndome de rodillas en la cama y acercándome a él. Gemimos los dos juntos por el apasionado beso, el cual duró bastante, su lengua exploró toda la cavidad de mi boca, dulce y caliente, era una droga para mí.
-Tú si que estás buena señora de Cullen- me dijo con una sonrisa- Tienes un cuerpo perfecto, de ángel y demonio a la vez, puedes ser buena y mala a la vez... me encantas- me dijo atacando mi cuello y yo gemí más fuertemente.
No sé cómo lo hizo, pero el estorboso pantalón desapareció, al igual que su bóxer, quedándose totalmente desnudo. Su erección parecía agradecer la liberación, porque se alzaba con majestuosidad ante mis ojos.
-Dios...- susurré muy bajito y él dándose cuenta me sonrió torcidamente.
-Edward- gemí alto.
-Mmmm- dijo quitando el corsé, liberando a mis pechos. Atacó mi pezón izquierdo y creí morir de placer, después le dio toda su atención al otro y yo estaba en el cielo, más bien, en el paraíso.
-Edward...- gemí y gemí y él subía y me susurraba cosas increíbles. Mi orgasmo llegaría en cualquier momento. El embarazo  había provocado que mi cuerpo estuviera más sensible de lo normal y por tanto me vendría muy fácil y más intensamente-Edward... no lo soporto más...
-Vente para mí preciosa- me dijo introduciendo un dedo en mi cavidad... y yo ahí creí morir. Comenzó a bombear deliciosamente y de mi boca sólo salía la palabra “Más” y “Más”- ¿Quieres más?- me dijo con la voz más ronca aún y yo cerré los ojos ante la oleada de placeres que me daba mi amado.
Llegué, llegué a mi orgasmo tan esperado y Edward no perdió ni un instante. Me quitó lo que me quedaba de ropa interior y se colocó encima de mí.
-Te amo más que a mi propia vida- me besó tiernamente y comenzó a penetrarme suavemente. Yo inconscientemente clavé mis uñas en su espalda y comencé a gemir, tan rápido y tan fuerte como pude...
-¡Edward!- comenzó un vaivén lento y tortuoso.
-Dios... Bella...- me susurró en el oído y yo me estremecí por su aliento cálido- Eres toda una tentación para mí- me dijo empujando más fuerte y yo estaba llegando a mi segundo orgasmo.
-¡Edward, más!- le exigí y él me sonrió, a partir de ese momento nuestras miradas se conectaron y de nuevo, toqué el cielo con la punta de mis dedos, él al darse cuenta sonrió orgulloso.
-Eres tan estrecha y caliente...- me besó de nuevo y empujó más fuerte aún, manteniendo un vaivén desenfrenado, era una delicia- Estás tan húmeda...
El sonido de la fricción de nuestros sexos era el sonido más maravilloso de todos... al igual que nuestros gemidos, que inundaban toda la habitación.
-Bella, oh, Bella...
-Edward eres perfecto- quité su mirada y comencé a mirarle el cuerpo de Dios griego que tenía, con el sudor resbalándole por todo el torso y sus abdominales bien marcados, moviéndose con una sincronización imposible. Inconscientemente, mis dientes atraparon mi labio inferior y no pude contenerme a tocar tu torso- Eres un auténtico Dios griego, mmmm- empujó más fuerte aún, como si eso fuera posible.
-Y tú eres un ángel con cuerpo de demonio, eres irresistible- me dijo mirándome con picardía y el vaivén pronto terminó...
-OH, DIOS, BELLA- gritó alto Edward y eso fue lo que faltó para que mi tercer orgasmo llegara. Llegamos juntos al clímax total y cayó encima de mí con mucho cuidado, nuestros cuerpo estaban resbalosos, a causa del sudor.
Se colocó a mi lado y me abrazó fuertemente, juntando su cuerpo con el mío.
-¿Qué tal un baño?- me dijo sonriéndome y yo asentí- ¿Cuántos orgasmos has tenido señorita Cullen?- yo le di un tortazo en el hombro en broma y él me sonrió.
-Pues bastantes, agradéceselo a tu hijo- le dije haciéndome la desentendida.
-Más bien tengo que agradecérmelo a mí mismo por haber conseguido que la mujer más hermosa del planeta haya tenido tres fabulosos orgasmos entre mis brazos- me dijo vacilante y de nuevo atacó mis labios. Yo lo abracé pegando mi sexo contra el suyo y él gimió. Miré hacia su miembro y éste crecía considerablemente de nuevo, yo sólo le sonreí con malicia...
Nos besamos apasionadamente de nuevo y él sin previo aviso me cogió en brazos y me llevó hasta lo que supuse era el baño. Me dejó en el suelo con un beso en la frente y abrió la puerta dejando ver el baño más hermoso que había visto en toda mi vida.
Justo en el centro se encontraba un enorme jacuzzi con burbujas y pétalos de rosas rojas moviéndose a causa de éstas...
Las toallas estaban perfectamente dobladas encima de un mueble, eran de color rojo pasión, igualando con los miles de pétalos de rosas rojas...
Y un sinfín de cosas de aseo... puestas meticulosamente en los sitios más estratégicos...
 No había luz, tan sólo la tenue luz de las velas iluminaban la estancia, había velas por todos lados, alrededor el jacuzzi, encima del lavabo, decorando todo el suelo y de nuevo un camino para recorrer que te levaría hasta las escaleras del jacuzzi, si, porque para entrar en él hacía que subir tres peldaños, decorados sofisticadamente...
Las verlas eran aromatizadas, más concretamente con olor a vainilla, mi olor preferido, aunque ahora ocupaba el segundo puesto, ahora mi olor preferido era el de Edward...
Todo era perfecto... junto a él. Me volví y en su cara vi un sinfín de emociones, desde la alegría hasta la ilusión y no esperé más y lo envolví en mis brazos.
-Edward, gracias mi amor- le dije al borde de las lágrimas- Te ha tenido que costar muchísimo todo esto, sin incluir el anillo- le dije abrazándolo más fuertemente...
-Shhh, mi amor, no llores- me dijo apartándose de mi para limpiarme las lágrimas y me miró con mucho amor- Esto no es nada para lo que tú has hecho con mi vida- me besó y fue un beso salado a causa de mis lágrimas, pero dulce por todo el amor con el que me besó... – Mi vida es completa a tu lado mi vida, lo eres todo para mí- me dijo dándome suaves y cortos besos por toda mi cara y yo le sonreí feliz.
Recorrí el hermoso camino hasta llegar al jacuzzi, Edward se encontraba detrás de mí, siguiendo todos mis movimientos y me ayudó a meterme en el jacuzzi.
-Dios...- murmuré sentándome dentro del jacuzzi- La temperatura es perfecta- le dije a modo de gemido involuntario.
- Todo tiene que ser perfecto para una bella dama- me dijo cogiendo mis brazos para que yo quedara encima de él, con mi espalda pegada a su pecho musculoso y eso me ponía cada vez más... Su musculoso cuerpo de Dios griego era toda una tentación y pensar que ya había tenido tres orgasmos...
La noche sería larga, muy larga, llena de placeres incontrolados...
Restregué mi trasero a su miembro y éste aumentó aún más, como si eso fuera posible...
-Bella...- susurró en mi oído y de nuevo un estremecimiento me recorrió de pies a cabeza...- Eres una tentación que me enloquece- me dijo apretándome más a su cuerpo y su miembro se apretó aún más a mi trasero. No pude evitar gemir...
-Edward...- me volví porque de nuevo lo necesitaba dentro de mí y me posicioné para que su miembro entrara en mí con rapidez, sin ningún tipo de delicadeza, ahora yo necesitaba un placer duro, sin tapujos y menos con suavidad...
Él me miró con placer, mucho placer, cuando su miembro se introdujo completamente en mí.
-Dios... Bella- dijo posando sus manos en mis caderas y ahí comenzó un nuevo vaivén desenfrenado.
Mis manos se posaron en sus hombros delicadamente, pero cuando aumentó el ritmo, fueron mis uñas las que se posaron en su espalda. A él no parecía molestarle, más bien le gustaba y fue lo único que necesité para dejarme llevar a un lugar dónde sólo existiésemos él y yo, el paraíso...
El agua caliente y el aroma a rosas y vainilla aumentaba el deseo, nuestro sexos estaban mojados, tanto por el agua como por la excitación...
-Edward la tienes enorme...- le dije sintiéndolo más profundamente que antes... quizás por el agua y estaba inundada por placeres, no limitaba mis palabras ante él...
-Dios... Bella...- me dijo empujándome más hacia su miembro y en ese momento me quise desfallecer...
-Ed...Edward...- no podía decir ni siquiera una frase sin que estuviera entrecortada, perdí el hilo de mis pensamientos cuando miré a Edward y su cara mostraba cara de placer infinito...
Eso aumentó aún más mi placer...
-Bella eres deliciosa mi amor, cabalga para mí...- dijo dejando de hacer fuerza sobre mis caderas para empujar y me dejó a mí las riendas... eso me encantó...
Cogí sus brazos con soltura y comencé a moverme rápidamente, sin esperar indicaciones o suavidad, no quería nada de eso, quería tenerlo siempre dentro de mí...
-Bella...- me besó adentrando su lengua totalmente sin previo aviso en mi boca y sus manos se posaron en mi espalda para que estuviera más cerca de él- Cómo me pones... DIOS...- dijo cuando sentí su miembro palpitar dentro de mí, su orgasmo estaba a punto de llegar... y el mío estaba a punto también...
Pronto llegamos a nuestro clímax y Edward mordió mi cuello suavemente y yo le arañé más fuerte aún la espalda, mis manos habían ido a ella mágicamente...
Mañana tendríamos marcas, pero nos daba igual...
-Eres una diosa- dijo en mi oído besando la nuca- pues yo había caído rendida encima de él.
-Y tú un dios- le dije incorporándome y en su mirada había amor. Yo sólo pude besarle de nuevo y él me abrazó con mucha ternura.
-Lo eres todo Isabella Marie Swan, todo- me besó en los labios y sus manos se posaron en mi vientre- Bebé tienes una madre demasiado ardiente y arrebatadora...- me dijo mirándome con picardía y yo lo miré con vacilación.
-¿Sí? Pues la madre ardiente y arrebatadora no se ha saciado aún...- le dije cogiendo su gran envergadura, a pesar de estar dormida y él gimió de nuevo. Ése sonido era el más maravilloso de todos...
-Eres insaciable- me dijo besándome en la nariz y después en los labios con desesperación- Aunque pienso hacerte el amor hasta que amanezca- me dijo con voz pícara y con una sonrisa ladina.
-¿Quién es el insaciable ahora Cullen?
-Tú- me dijo con todo el descaro del mundo para de nuevo penetrarme sin previo aviso...
Estuvimos toda la noche haciendo el amor, con todas las posiciones y formas posibles...
Esta noche éramos insaciables los dos, nos habíamos entregado en cuerpo y alma y ahora tan sólo quedaba esa maravillosa boda, que esperaba con ilusión y nerviosismo...



                                                          
CAMA DE LA HABITACIÓN


                                      JACUZZI
                

PICARDIA
DE BELLA


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Chicas segunda parte de este intenso capítulo.
Ha sido inspirado y adelantado por el gran día de hoy, 14 de Febrero de 2012,
¡¡¡FELIZ SAN VALENTÍN!!!
El Amor es el sentimiento más maravilloso de todos y por él yo sería capaz de matar si hiciera falta. Llevo enamorada 4 años y 3 meses de la persona más maravillosa de todas, es mi Edward personal con un toque de Emmett, ¿os imagináis? INCREÍBLE e INOLVIDABLE, esas son las dos palabras que más se asemejan a la relación que mantengo ahora y ¡¡¡espero mantenerla para toda la vida!!!
Hoy estoy muy FELIZ, un besazo y un abrazo enorme a todas mis chicas encantadoras,
*..Romiina..*


7 comentarios:

  1. Mi vidaaaa!! que maravilloso capítulo, en este día donde todo el ambiente que se respira es de puro amor, regocijo, tranquilidad...y con unas ganas locas de leerte, este fic también para mi, es como mi droga personal, leerte me saca siempre una sincera sonrisa.

    Ya terminé el capi, POR FINNNNNNNNNN!!! AWWWWWWWWWWWWW (Grititos de alegría y júbilo), ya en dos horas pasaré a dejarte el link, como aviso de que ya está el capi, va dedicado a ti hermosa, que en tan poco tiempo haz logrado entrar de lleno en mi corazón, en verdad que te quiero muchísimo.

    Un abrazo enorme, y besos al por mayor, que disfrutes muchísimo de este día tan especial, al lado de los seres que más amas.
    Yessi*.*

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    1. http://reflejosdelunaenlacascada.blogspot.com/2012/02/capitulo-16-rencuentro.html

      Listo el capi! pasate mi vida!! espero te guste, abrazos.

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  2. Rommi cariño casi me da un infarto cuando vi el nuevo capi de inolvidable uff que lindo encerio puro amor del bueno que lindo y que pasion Rommi casi me tengo que hechar agua para que se baja el calor jajaja. Que lindo es Edward encerio me encanta la combinacion de Eddy pasion y amor al mismo tiempo no se estan lindo sobre toda la sorpresa que la hizo a Bella que suerte tiene verdad. Pues al capi estubo genail cada dia vas mejor encerio estoy tan enamorada de este blog y de las hisotorias.



    Nena la amistad es el mejor sentimiento que puede exister por que los amores van y vienen pero la amistad es algo dura toda la eternidad. te quiero un beso y feliz dia del amor y la amistad cariño espero que te la pasas super un beso



    tu amiga ciritha cullen

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  3. Romi: no lo podía creer cuando vi que había un nuevo capitúlo de mi historia favorita y al fin llena de lemmossss, ha sido explisiva, me facino todo la de la cama, el jaccusi, el que Bella perdiera el pudor y se commporte con su hombre como toda una mujer reclamando lo suyo y Edward entregandole todo y más satisfaciendola, waoo, tremendo regalo de la amistad que nos has dado.
    Me alegro que la hayas pasado muy lindo y que disfrutes con tu pareja.
    Felicidades.
    Besos Nena

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  4. Romi el capí ha estado super hot y romántico. Me encantó, tanta felicidad me derrite. No sabes lo mucho que me gusto. Esta parejitas es insaciable, los adoro. El capí fue más que perfecto para un día como hoy de San Valentín, donde el amor se derrocha por todos lados. El amor es un sentimiento tan especial y hermoso. Deseo hayas pasado un hermoso día junto a tu parejita. Te deseo la pases super.

    La historia cada vez se pone mejor. Ansiosa por el próximo capí, te envío muchos saludos!!! Feliz Jueves°°°

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  5. Wiii capitulazo Romii me ha fasinado, te juro que me encanto super romantico y con mucho lemmon pero por sobre todo mucho amor. Alice se paso con la decoracion le quedo todo magnifico. Ahora hay que esperar con ansias esa boda!!! No puedo esperar a ver a bella embarazada, tendra antojos? algunos gustos particulares? edward entrara en desesperacion? Mmm nose, publica prontito hermosa. Feliz dia de los enamorados!!

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  6. Lumy cariño mil gracias por comentar, la verdad es que los capis me encantaron y quede super satisfecha con el resultado, cada vez hay mas comentarios!! Los adoro :-) flopii mi amor gracias por leer y sobretodo comentar me haces muy feliz :-) un besazo a las dos y el proximo capi sera el lunes

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*..Diosas del Crepúsculo..*