miércoles, 11 de abril de 2012

EL AMOR CONTRA TODO


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                           Capítulo escrito por Flopii Cullen.                

Capítulo 5: Genial.

POV.Bella

La luna brillaba en lo alto del cielo, iluminando tenuemente el camino de piedra por el que recorríamos. Edward me rodeaba los hombros con su brazo y yo tenia puesta su chaqueta, aunque le había dicho expresamente que no tenía frio. Si tenia la piel de gallina era provocado por sus besos, unos besos que me volvían completamente loca.
Si no fuese por que tenía bien en claro la poca imaginación que tenía pensaría que estaba soñando.
Yo y Edward, ja, daba risa con solo mirar de lejos. Me había sentido gran parte de mi vida como una niña tonta y fea, no era tan hermosa como mi madre o como mi hermana pero esta noche, me sentía tan bella como nunca.
Y muy segura, tan segura…esa misma seguridad me había hecho actuar de una manera que en verdad me sorprendía.
¿Cómo me había sentido tan celosa? 
La cólera que había sentido…casi me levantaba del asiento y le arrancaba los pelos a esa…
-¿Qué tal te la estas pasando?- Me preguntó Edward.
-Maravillosamente, ¿Por qué? ¿Tienes alguna duda?- Pregunté.
Él se rio entre dientes.
-No, no es por eso- Me miró a los ojos y luego la boca y aproveché esa oportunidad para robarle un inocente beso en la mejilla.
Él se paró de pronto y tuve miedo que ese acto le hubiese molestado, pero me tomó de la barbilla y unió nuestro labios en un ardiente beso. Como siempre, dejándome sin aliento.
-¿Vamos a por el postre?- Preguntó con una sonrisa, parecía tan feliz como yo, disfrutando de nuestra perfecta burbuja.
-Me parece genial- Le respondí casi sin aliento. No podía dar besos tan perfectos.
Caminamos en silencio unas manzanas más, tan pegados como nos permitían nuestros cuerpos, yo tenía una sonrisa tonta en la cara y fantaseaba con un espléndido futuro junto a él. Era increíble cuanto me había cambiado en tan poquito tiempo, era como si el fuese el único oxígeno que podía respirar.
¿Estaba enamorada? Ya creía que si, aunque debía de estar segura antes de tirarme al pozo, debía estar segura que en el fondo hubiese algo bueno y blando en donde aterrizar.
Sin duda Edward ya tenía un lugar en mi corazón y estaba segura que yo también tenía un lugar en el de él.
Él había pensado en todo, me llevo a una preciosa heladería italiana, era nueva en la ciudad e iba perfecto con el ambiente en el que habíamos estado tiempo antes.
A Edward le encantaba el helado de frutilla y a mí, el de chocolate. Claro que al final, ambos terminamos compartiendo el helado del otro, mezclando los sabores como si ya fuésemos una pareja.
Edward me besó en la banca que había fuera de la heladería con los labios aún fríos y con sabor a frutilla, nunca lo había vista tan irresistible, me daban ganas de llenarle la cara de helado de frutilla y quitárselo a besos.
Si, cursi, pero era la pura verdad.
De camino de regreso, ya bastante tarde, ambo estábamos tan tranquilos que no podíamos ni hablar o no había la necesidad mejor dicho, con la presencia del otro bastaba y yo me dediqué a acariciar la mano de Edward que reposaba sobre mi vientre.
Cuando doblamos en la esquina de mi casa sentí como yo saltaba de mi asiento y él se ponía tenso, la noche había acabado, la magia deberíamos dejarla para otro día u otra noche, ahora debía regresar a mi casa como una niña buena y él debía regresar a la suya.
Me puse colorada cuando se me pasó por la cabeza una escena de una vieja película donde el muchacho, completamente enamorado se metía por la ventana de su chica mientras los padres dormían.
Suerte que el coche de Edward estaba a oscuras por que si me preguntaba algo por mi tono de piel me tiraría del coche andando de pura vergüenza.
Se detuvo lentamente en la puerta de mi casa, donde todas las luces estaban apagadas, aunque presentía que más de una mirada husmeaba por las ventanas. Edward me abrió la puerta como llevaba haciendo durante toda el día y me tomó de la mano.
Tenias unas ganas locas de invitarlo a pasar y  sumarme unos minutos más con su presencia, pero… ¿Realmente quería realmente quedarse? ¿Y que haría con mis padres si por casualidad bajaban a ver?
Tenía que aguantarme y esperar a verlo en la mañana.
-¿Te voy a ver en la mañana?- Le pregunté tímidamente, no sabia que clase de planes tenía y no quería verme como una acosadora.
-Si tú quieres- Contestó sin sacarme la mirada de encima. Me sentía cohibida.
-Sólo si tú quieres- Contesté. Él sonrió, tan cálidamente como había hecho durante toda la velada.
-Entonces en cuanto salga el sol estaré aquí, esperándote en tu puerta, ¿Te parece?-Preguntó.
-Me parece perfecto- Contesté y callé mientras él se acercaba a mí y me besaba en los labios, con nuestros ojos abiertos mirándonos fijamente. Me sonrojé.
-Que tengas dulces sueños Bella.
-Buenas noches Edward- Le saludé con la mano mientras él se dirigía hacia su coche y yo, con manos temblorosas, metía la llave en el cerrojo de mi puerta.
Una vez adentro, me recargué sobre la puerta en un intento de sostenerme, parecía que de pronto pesase más de cien kilos.
Todo estaba en silencio, hasta ni siquiera había oído el coche de Edward arrancar y marcharse.
Me senté en el frío suelo de la sala y me saqué los zapatos, una vez cómoda subí las escaleras hacia mi dormitorio, no quería despertar a nadie así que tal como había llegado me tumbé boca abajo en mi cama, sonriendo como una tonta.
De repente y sin previo aviso (casi matándome de un infarto) alguien me saltó encima, aplastándome los pulmones.
-¡Cuéntame todo!- Chilló mi hermana, sacudiéndome los hombros con urgencia. Estaba tan oscuro que no podía verle la cara y yo ardía de ganas de darle una bofetada.
-¡Rosalie basta!- Le grité, ¿Quería acaso despertar a papá y que éste viese a la tremenda hora que Edward me había dejado en casa? -¿Estás loca?- Le susurré mas bajito- ¿Quieres despertar a todos?
-Claro que no, solo quiero que me cuentes con lujo de detalles todo lo que ha pasado, no te dejare dormir hasta que lo hagas- Me amenazó. Sin más, volvió a saltar de la cama como un canguro, estaba pasando demasiado tiempo con Alice…
Encendió la luz amarilla de mi mesita de noche y se sentó en la cama, con los ojos bien abiertos de par en par, inspeccionándome como a una pintura colgada en la pared.
¿Se daría cuenta ella del color de mis mejillas? ¿Se atrevería a decirme algo sobre mis labios hinchados? Ya creía que si.
Me di cuenta que tenía puesto una bata de seda rosada y no estaba tan despeinada como en las mañanas, sospechaba que hacia rato que estaba despierta.
-Está bien- Admití. Respiré hondo.
-¿Adónde te llevo?- Preguntó en un tono confidente. 
-Me llevó al nuevo restaurante Italiano. Y luego a una romántica heladería- Contesté sonriente ante la lluvia de recuerdos que llenó mi mente.
-¡¡OH Fuck!! No lo puedo creer pero hay que admitirlo, Edward es demasiado tierno- Sus ojos se llenaron de picardía- ¿Te ha besado?- Preguntó ¡Sorpresa! Estaba ya muerta. No le respondí, pero por su grito intuí que había visto el tremendo sonrojo que se propagó como fuego por mi cara.
-¡Bella!- Me sacudió el hombro- Dios mío, cuéntame como ha sido, ¡Por favor!- Su posición histérica me estaba sacando de quicio.
-¿Podrías primero bajar la voz antes de despertar a papá?- Le acusé.
-Lo siento es que…la verdad, no me lo esperaba. Y mucho menos de alguien como Edward, me sorprende tanto que…Woow- Hizo un ademán con la mano como si aquello fuese algo de otro mundo, era extraño, yo me había sentido tan cómoda y natural a su lado…
-¿Besa bien?- Preguntó de pronto. Me sonrojé con violencia.
-Si besa bien. Besa muy bien- Le dije con un susurro, recordar los ardientes besos de Edward solo me hacia extrañarlo aún más. Secretamente, ya quería que amaneciera.
-Cuenta más- Me rogó empujándome el hombro.
Luego de ponerme mi pijama, nos ocultamos bajo las mantas de mi cama y nos tapamos las cabezas como cuando teníamos seis años y comencé a contarle todo lo que Edward y yo habíamos hecho, aunque claro, obvié las partes más profundas, como por ejemplo la enorme corriente eléctrica que me demolía el cuerpo cada vez que me besaba y como yo saltaba en mi asiento en el restaurante cuando sentía nuestras rodillas tocarse sin querer.
-¿Rosalie?- Le llamé después de un momento, todo estaba oscuro y hable bajito.
-¿Qué pasa? ¿Tienes alguna pregunta importante que hacerme? ¿Alguna duda?- Contestó.
¿Dudas? ¿Preguntas? Bastantes, tenía la cabeza plagadas de ellas, pero cosas que podían solucionarse, dudaba de todo, y me preguntaba lo que significaba nuestra atracción para Edward. ¿El sentía lo mismo? ¿Me correspondía lo que sentía? ¿Era amor o que cosa era?
-Solo… no me contaste como te fue a ti con Emmett- Le acusé antes de bostezar. Ella guardó silencio varios minutos.
-Vaya, lo había olvidado, estaba tan distraída contigo. ¿Quieres saber que pasó?- Preguntó acercándose a mi costado, con nuestras cabezas casi juntas.
-Claro que si- Resople- Es mi turno para torturante- Ella rio.
-Hay Bells, no sabes… fue todo tan… no lo sé, no tengo palabras. ¿Puedes creer que me llevo a cabalgar al parque, bajo la luna azul, nosotros dos solos?- Mi hermana suspiró y fue de esos suspiros enamorados que solo había escuchado salir de la boca de mamá.
-¿Enserio? ¡Que romántico! Tal vez por eso te dijo que llevaras ropa cómoda- Le contesté, sentí como se reía entre dientes, cuando Emmett le había dicho que llevara ropa “cómoda” ella había entendido otra cosa y casi le saca media cara de un cachetazo.
-Luego me llevo a cenar comida chatarra- Rio entre dientes- Casi me obligo a comer esa grasosa hamburguesa.
-Emmett es muy buen chico Rose- Le dije con sinceridad.
-Verdad, es increíble conmigo- Susurró con un aire soñador- ¿Quieres oír lo que pasó después?
-Ya me imagino- Contesté- ¿Te besó no?
-¿Cómo lo sabías?- Preguntó riendo, sentí que negaba con la cabeza- Te pareces a Alice.
Ignoré su comentario, yo nunca podría parecerme a Alice, en ninguno de los sentidos.
-Pues, no lo sé. Supongo que fue al ver tus ojos brillantes cuando encendiste la luz, y parecías bien despierta no como si acabases de levantarte. ¿Piensas que, siendo yo tú propia hermana, me crea que te has quedado despierta hasta muy tarde solo para abordarme a mí?- Le di un suave codazo, la había pillado, y eso era bastante difícil de hacer, normalmente solo lo lograba unas dos o tres veces al año.
-Ese beso tan ardiente que me dio en la puerta de casa me dejo sentada en la cama sin poder pegar un ojo- Rio con un poco de vergüenza y luego bostezó.
-¿Cómo fue?- Pregunté tímidamente, sabía que no era el primer beso que Rosie daba a un chico pero quería saber si había sido especial o como cualquier otro.
-Ni te lo imaginas Bella- Susurró tan bajito que apenas pude oírla- Fue, sin exagerar, el mejor beso de toda mi vida, Emmet me está llegando profundo.
-Me alegro mucho Rose, no sabes lo feliz que estoy por ti, por las dos- Ella asintió quedamente con la cabeza.
No me había dado cuenta del momento en que nos habíamos quedado dormidas, acurrucadas en mi cama como cuando teníamos pesadillas y una se iba a la cama de la otra.
Sonreí media adormilada cuando vi a mi Rose despeinada y durmiendo a mi lado. Ya era de día, era de mañana y probablemente muy temprano pero el corazón comenzó una alocada carrera cuando me di cuenta que en pocas horas volvería a ver a Edward. Parecía ridícula la necesidad que tenia de él.
Sacudí el hombro de mi hermana y ella gimió, dándose la vuelta, sin ninguna intención de comenzar el día. No me extrañaba nada, ella era así, hacia falta una grúa para sacarla de la cama.
Me metí en la ducha como un torpedo, despertando de paso a Danco, que dormía a una costado de la cama. Me observó divertido por un momento y luego saltó a la cama, tumbándose donde yo había estado, ¡hummm...! Hermosa sorpresa iba a llevarse Rosalie cuando despertara.
Intenté relajarme y calmar mi corazón, no quería hacer ninguna cosa estúpida cuando volviese a ver a Edward, como por ejemplo, saltar a sus brazos y devorarle la boca, que era lo que quería hacer en ese momento.
Mientras me enjabonaba el cuerpo sentí desde mi habitación el chillido aterrorizado de Rosalie…
POV.Rosalie

Cuando mis ojos ya no soportaron la luz que había en la habitación supe que era hora de levantarme, debía de ser temprano, aun no había mucho ruido en la casa. Tal vez solo el ruido de una ducha cercana. El baño de Bella, quizá.
Me di la vuelta sobre la cama y abrí los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz del día. No quería levantarme, pero Emmet vendría a por mí para que fuésemos a desayunar juntos, no iba a decepcionarle.
Cuando abrí por completo los ojos una lengüita rosada me paso su baba por mi nariz.
Grité con todas mis fuerzas. Bella me escucharía y luego… más le valía esconderse.
Salté de la cama, demasiado rápido y sin poner las piernas, por lo cual caí de culo al suelo.
-¡BELLA!- Grité en dirección al cuarto de baño, el perro sucio de mi hermana seguía viéndome desde arriba de la cama con los ojos llenos de burla y una venganza satisfecha. Me limpie la nariz y enrojecí de furia cuando sentí a mi hermanita menor reír dentro de la ducha.
-¡Más te vale no volver a salir de allí nunca más!- Le volví a gritar y con mi ego herido me fui de allí.
Me lavé la cara en mi propio baño y después de peinarme y anudarme bien la bata a la cintura baje las escaleras aún descalza, necesitaba urgentemente mi café con crema para comenzar el día, si no, caería muerta del sueño donde apoyase la cabeza.
Mamá estaba en la cocina, con su café expreso fuerte entre las manos.
-Buenos días cariño- Me saludó.
-Buenos días ma, ¿Ha llamado Emmett?- Le pregunté mientras me preparaba mi desayuno, esperaba que mi entusiasmo no se notase demasiado.
-Aún no- Contestó simplemente, le había restado importancia. Qué raro, aunque me daba la impresión de que quería de hablar de otra cosa- ¿A que hora llegó tu hermana anoche, con ese muchacho…Edward?- Preguntó yendo al grano.
-Temprano- Contesté simplemente, ella alzó una de sus perfectas cejas y me miró con complicidad.
-Seguro- Dijo en un tono tan falso que ni ella se lo había creído, mama sabía que la estaba encubriendo, pero se quedó callada.
Después de mi café con crema le di de comer a Sheila, quien me lo agradeció restregándose entre mis piernas. Era adorable.
Subí las escaleras corriendo descalza cuando sonó el teléfono y mi madre habló con Emmett y Edward, al parecer, por lo que había oído, venían a buscarnos.
-¡BELLA APRESURATE! ¡YA VIENEN!- Le grité a mi hermana cuando pasé junto a la puerta de su habitación.
-¡¿YA?!- Preguntó enloquecida y sentí que algo se le caía.
-¡QUE SI!- Le grité de vuelta sin dejar de correr.
-¿PUEDEN DEJAR DE GRITAR?- Nos gritó mamá desde el borde de las escaleras y me reí entre dientes. Ella también estaba gritando y dudaba que papa siguiera dormido con todo el griterío de mujeres.
Me duché a velocidad súper sónica. Salí en ropa interior y con ropa en mano hasta la habitación de mi hermana. Ella se encontraba en las mismas condiciones que yo.
-¿Qué dijo mama?- Le pregunté.
-Que los chicos venían a buscarnos para un día de picnic con ellos, no sé tú, pero a mi me suena una cita doble ¿No?- Bella sonrío, nunca la había visto tan entusiasmada.
-Yo creo que si. ¿No te incomoda?- Pregunté mientras me ponía a vestirme. Uso jeans verdes oliva con una camiseta blanca, una chaqueta floreada y unas botas bajas. Perfecta.
-Claro que no, Emmet me cae muy bien- Comentó mientras ella se ponía su pantalón blanco y una camiseta sin mangas de color azul marino, un cinturón negro y la campera negra que le había regalado hacia unas semanas.
Me dejó maquillarla, le hice un trenzado y ya estaba lista cuando el timbre sonó y ambas nos quedamos estáticas, ella con el perfume a medio poner obre su cuello y yo, con la punta del lápiz de labios cerca de mi boca.
-Corre- Le susurré- ¡Ve a verlos! ¡Dile a Emmet que ya bajo!- Le apuré en la enreda de su cuarto y ella, con la respiración agitada y un poco sonrojada fue hacia abajo.
Me lancé hacia la cómoda donde estaba el espejo y terminé de maquillarme, me recogí el pelo en una coleta bien alta y ajustada y salí pitando de la habitación.
Cuando llegué escaleras abajo todo estaba en silencio. La puerta estaba abierta, desde afuera se oían una risas, pero yo solo tenía ojos para el hombre que estaba en la entrada, junto al perchero lleno de camperas y paraguas.
Nos sonreímos al mismo tiempo y él me hizo una reverencia.
-Muy buenos días diosa- Me susurró cuando se acercó a mí. Su masculino olor me hizo delirar hacia los recuerdos de la noche pasada, donde me había besado tan tiernamente y al mismo tiempo con tanta pasión…
-Buenos días- Le saludé, estaba un poco acalorada. Bella me estaba contagiando. El cogió mi mano y la besó y pidiéndome permiso con la mirada se acercó unos centímetros hacia mi rostro y beso larga y quedamente en la boca.
Sabia tan bien, jamás me cansaría de besarlo, él había calado bastante hondo en mí.
Nos separamos cuando mi hermana carraspeo en la entrada. Sonrojada me separé de él y vi, para mi asombro, como Edward y mi hermana se tomaban de la mano.
-¿Terminaste Emmett?- Le preguntó Edward.
-Más vale que no te metas conmigo, tú ya tuviste tu tiempazo para besar a tu chica ahora déjame besar a la mía- Le contestó Emmett.
Miré a Bella con la boca abierta y ella se sonrojó, en cuanto estuviéramos solas tenía que contarme sobre ese “tiempazo”. También me sonrojé, sorprendida, al oír a Emmett decirme “su chica”. ¿Eso era yo para él? ¿Valía tanto? sonreí como una tonta. Las cosas cada vez se ponían mejor.


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Chicas no lo he podido subir antes porque Flopii y yo hemos tenido problemas en el correo y nos ha sido imposible tenerlo antes.
Espero muchos comentarios para Flopii, se lo merece todos.
Ha sido un capítulo maravilloso, me ha encantado!! Al parecer estos cuatro se están llevando de maravilla, ¿será por mucho tiempo? :D
Muchos besos a todas,
Romiina^.^



3 comentarios:

  1. Woooow realmente me encanto, esas dos parejas quedan taaaan tiernas :B, ahora hay que ver como andan alice y jasper!
    Una preciosura!
    Bueno como siempre felicito a las autoras de esta magnifica historia. Floppi y Romi las admiro mucho chicas sigan así, adoro como escriben.
    Bueno queda decir que les mando Muchos Mordiscos ^^ Cuidense preciosas!

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  2. Flopii el capí estuvo buenísimo. Me encantó que tengan una salida de pareja y lo feliz que se ven ambas. La historia esta cada vez mejor, estoy ansiosa por conocer como les va en la salida. Ambas parejas irradian mucho amor y eso me encanta. Ansiosisima por más. Me encanta la historia. Feliz Jueves, Saludos!!!

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  3. Flopii: genial me ha encantado, disculpa por no comentar antes estaba ocupada con una situación familiar, pero, ya todo esta bien. Esta historia me encanta, super como van evolucionando las parejas.
    Besos Nena

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*..Diosas del Crepúsculo..*