jueves, 22 de diciembre de 2011

INOLVIDABLE


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Capítulo 6: Te amo.

Bella pov.

Los rayos del sol me despertaron pero no me importó ya que había tenido un sueño estupendo, maravilloso y qué pena que fuera un sueño... Me hubiera encantado que hubiese pasado de verdad... Estaba feliz y un poco aturdida también por la viveza de ese sueño.
Abrí los ojos y rápidamente tuve que cerrarlos por la molestia que me causaba los rayos del sol. Giré mi cabeza hacia el lado derecho en busca de sombra y me percaté de una hoja de papel que descansaba al lado de mi cabeza. Me extrañó bastante. 
Ahora que lo pensaba, no recordaba cómo había llegado hasta mi cama. Lo último que mi cabeza me presentaba era a Edward llamando a mi puerta...Un momento... ¿llamando a mi puerta?
Me levanté demasiado rápido y me tambaleé. Tuve que sentarme en la cama para tranquilizarme y levantarme con cuidado. Miré hacia abajo y ahí supe todo... 
Estaba totalmente desnuda. 
Esto no podía estar pasando... ¿En qué demonios estaba pensando anoche ? En nada, me gritó la vocecilla de mi conciencia.
-Dios, ¿qué he hecho?- dije levantándome lentamente y girándome para observar de nuevo aquel trozo de papel, que sin duda sería una nota.
Me dirigí directamente hacia el cuarto de baño y me duché muy lentamente, tenía que aclarar mi mente. 
No sabía cómo coño habíamos llegado a hacer el amor, por Dios... Había hecho el amor con Edward Cullen por segunda vez... Esto no podía estar pasando.
Pero tenía que reconocer que fue mi segunda mejor noche de toda mi vida, la primera también la pasé con él por supuesto y era muy frustrante... pues quería hacer todo con él, llevar una vida junto a él, demostrarle que le amaba más que a mi propia vida y que el me amase a mí de la misma manera, pero eso para nosotros era sólo un sueño, un perfecto sueño, que siempre se quedaría en el fondo de nuestra memoria. Sabía que él también sentía algo fuerte por mí, me lo explicaba las palabras dulces que me susurraba anoche mientras me hacía el amor... 
Conocía a Edward bastante para saber que lo que había pasado anoche no era una reacción normal en él si no quería a la otra persona, era lo que deseábamos los dos desde hacía mucho tiempo, incluso desde antes de que él conociera a Tanya.
Tanya...
Ahora si que me sentía culpable, ¿qué había hecho? 
Edward le había puesto los cuernos a la madre de su hijo, ¿se podía ser más cruel? Y a mí me tocaba ser la cualquiera, la mujer que incitaba al hombre que le pertenecía a otra mujer... No podía sentirme peor.
Lloré y lloré no sé por cuánto tiempo. Lo que si sabía era que me encontraba sentada a los pies de la bañera, acurrucada y abrazándome con mis propios brazos las piernas, me sentía muy mal.
Sentí un aroma muy familiar y sabía quién era sin ni siquiera mirarle.
Alice...
No dijo ni una palabra, simplemente me ayudó a levantarme del frío suelo y me envolvió en una toalla.
Puso su brazo izquierdo alrededor de mi cintura y con el otro brazo me ayudaba a avanzar hacia mi habitación.
Cuando llegamos al borde de mi cama, comenzó a secarme y me ayudó a ponerme el pijama. Me tumbó en la cama y me tapó con las sábanas.
-Ni se te ocurra moverte- me dijo Alice saliendo de la habitación recogiendo a su paso mi camisón y mi ropa interior que se encontraban en el suelo...
De nuevo llegó a mis fosas nasales ese aroma que tanto deseaba, su aroma...
No podía oler mejor, era un aroma enloquecedor y estaba impregnado en las sábanas con tal fuerza que parecía que aún se encontraba en mi cama durmiendo conmigo.
No lo aguanté más y comencé a llorar de nuevo. Lloré por lo que éramos y por lo que podíamos haber sido... 
Si una estúpida mujer no se dejase embarazar tan rápido...
No me reconocía, Tanya no tenía la culpa de tener por novio a un ser tan perfecto y tan tentador. Ella lo había agarrado con uñas y dientes para defender lo que era suyo, de la manera más fácil y eficaz, para que Edward se quedase siempre con ella... Un momento, ¿estaba pensando eso de verdad? ¿Podría Tanya ser capaz siquiera de eso? Era mala, lo sabía, me lo había demostrado, pero ¿podría una mujer llegar a eso? ¿Con qué fin?
Lloré y lloré aún más, como si eso fuera posible. Me giré hacia la ventana, dándome cuenta de que el dichoso papel no se encontraba allí, pero ¿qué...?
-Isabella ya basta- me dijo Alice con voz enfurecida- No vas a mortificarte más, lo pasado, pasado está- me dijo dejando una bandeja con comida en la mesita de noche y sentándose en la cama. Me miró fijamente con esos ojos verdes tan perfectos como los de él...
-A...Alice- le dije incorporándome y abrazándola como si mi vida dependiera de ello, pero con cuidado extremo por su vientre.
-Shh Bella, desahógate lo que quieras, pero por favor no te mortifiques más, no puedo verte así- me dijo devolviéndome el abrazo.
Pasaron minutos, tal vez horas y seguíamos en la misma posición, Alice de nuevo no dijo ninguna palabra, lo cual lo agradecía. Me tranquilicé y mi cuerpo dejó de temblar violentamente.
-Gra...gracias Alice.
-No me las des Bells, sé que me necesitas y eres como mi hermana, sabes que siempre estaré ahí cuando lo necesites- me dijo besándome la mejilla y cogiendo el tazón con lo que parecía ser sopa. Me ayudó a tomármela entera, más bien me obligó y seguidamente me tendió unas pastillas para el dolor de cabeza que me estaba matando.
Alice salió de la habitación para llevar la bandeja a la cocina, no sin antes arroparme hasta la nariz, sin duda sería una madre estupenda.
-¿Por qué sonríes?- me dijo Alice entrando en la habitación con una mirada pícara.
-Porque ya te imagino como una madre estupenda- le dije por primera vez sonriéndole y ella me devolvió la sonrisa.
-Bueno, sabes que tengo buenos genes para ser una madre excelente- claro que los tenía, Esme era la mejor madre del mundo, la quería con toda mi alma.
-¿No vas a preguntar nada?- le dije alzando una ceja, era muy raro en Alice no hacer preguntado nada aún.
-Bueno, ¿estás lista para responder a mis preguntas?- me dijo sabia.
-Si, ¿qué remedio tengo? Supongo que ya te habrás hecho una idea...- le dije evadiendo su mirada.
-Si, si te refieres al pedazo de papel que encontré en tu almohada, si tengo una ligera idea- me dijo sin un ápice de enfado, no la entendía... Debería estar furiosa conmigo.
-No la he leído, me dirigí directamente hacia el baño, no quería leerla. Alice te juro que no sé cómo pasó, estoy muy arrepentida por lo sucedido- le dije con el corazón en un puño y a punto de sollozar nuevamente.
-Shhh Bells, tranquila, yo no soy nadie para juzgarte- me dijo recostándose a mi lado y acariciándome el pelo- Mas temprano que tarde pasaría y lo sabes.
-No estoy muy segura sobre eso Alice, si me hubiera reprimido un poco, nada hubiera pasado. Nos dejamos llevar por las emociones del momento- le dije muy apenada.
-Bella no te atormentes más, no merece la pena. Piénsalo de esta manera, ya habéis saciado vuestro deseo, porque tengo que decir que es muy normal que los dos tuvierais ese deseo contenido, ya que los dos perdisteis la virginidad juntos y  que yo sepa quitando a la odiosa de Tanya, mi hermano sólo a estado de esa manera contigo Bells- me dijo lo más sincera que pudo.
-Lo peor de todo esto es Tanya, le ha puesto los cuernos a la madre de su hijo.
-Se lo merece y lo sabes.  Además los dos estáis hechos el uno para el otro, para estar juntos para siempre.
-No me siento mejor por eso Alice.
-Bueno ya basta, dejemos de pensar en Edward y su odiosa novia. ¿Quieres ver la nota o no?- me dijo pícaramente.
-No sé si debería.
-Oh, claro que debes  Bella, es más te lo exijo- me dijo tendiéndome la dichosa nota.
Comencé a leerla e inconscientemente una pequeña sonrisa se fue formando en mis labios...

Buenos días mi Bella durmiente,
Quiero que sepas que ha sido la segunda mejor noche de mi vida, la primera también la pasé contigo, ese 10 de septiembre jamás se irá de mi memoria.
Tengo que decir que eres absolutamente preciosa, te quiero y te amo más que a mi propia vida, tienes que saberlo, nunca he podido olvidarte y mucho menos dejar de pensar en ti.
No quiero que te veas en la obligación de tratarme como antes, puesto que eso es totalmente imposible, dado que ambos sabemos lo que sentimos el uno del otro. Lo que no quiero es que te alejes de mí, te lo suplico.
Te amo,
Edward.

La releí como 10 veces y Alice esperaba impaciente.
Su caligrafía era exquisita como todo él... Pero... Un momento... ¿Qué me qué?
¿Qué me amaba? Dios mío y ¿Por qué había embarazado a otra?
-Bella sé lo que vas a decir y no lo ha...- no la dejé terminar.
-¿¿Qué me ama??- le dije levantándome abruptamente.
-Bella tienes que creerle.
-¿CREERLE ALICE? ¡¡VENGA YA!! ¿NO ES SUFICIENTE EL EMBARAZO DE TANYA PARA TI O QUÉ?- le dije fuera de mis casillas y en ese mismo instante me arrepentí. 
Alice estaba a punto de llorar, las hormonas del embarazo comenzaban a hacer su tarea...
-Dios Alice, perdóname cariño- le dije avanzando hacia ella e intenté abrazarla pero ella no me dejó.
-No Isabella, quiero que te sientes en este mismo momento y escuches todo lo que tengo que decirte- me dijo muy pero que muy enfurecida... Había metido la pata hasta el final...- Te voy a contar todo lo que le ha pasado a Edward y el por qué le creo y tú mantendrás tu boquita bien cerrada- me dijo acusándome con su dedo y yo sólo pude asentir y tragar pesadamente- ¿Cuánto crees que llevan Edward y Tanya juntos? Sólo hablarás para contestarme a esta pregunta- me dijo cuando vio mi cara de no saber si hablar o no.
- Pues llevarán años Alice.
-Error Bella, ¿ves? No entiendes nada.
-Por eso quiero que me lo expliques- el dije y me arrepentí al instante, pues no podía interrumpirle. La miré con cara de pánico y ella sólo soltó una sonora carcajada... Malditas hormonas...
-Verás, Edward lleva con la zorra de su novia tan sólo ocho meses, sólo eso Bella, y te dirás, ¿ya está embarazada? Sí, lo está, y lo peor de todo es que se enteraron hace un mes que Tanya estaba de dos meses, es muy lioso pero es la verdad Bells- me dijo mirándome a los ojos- Edward no sabe cómo pasó porque lo dejaron un tiempo y supuestamente el embarazo de Tanya es producto de una noche en la que los dos estaban totalmente ebrios- Me dijo retirándome un mechón de mi pelo que estaba en mi cara. Ahora lo entendía todo. Claro que lo entendía. La zorra de Tanya lo había atrapado queriendo. Si estaba embarazada jamás la dejaría- Sí, es exactamente todo lo que piensas- me dijo Alice sacándome de mis pensamientos- Sé todo esto porque Jasper habló ayer con Edward, estaba muy apenado Bella, no sabe lo que hacer, ahora mismo está dividido entre la locura y la cordura. El amor por ti que lo tiene loco y el deber de quedarse al lado de la madre de su hijo- me dijo cogiéndome las manos.
-Pero Alice hay que ser muy mala para dejarse embarazar para atrapar a un hombre, ¿qué razón tendría para hacerlo?
-Es fácil Bells, sólo le interesa el dinero de Edward- claro. Ahora sí que lo entendía todo a la perfección...
-Ahora que lo dices Alice, es muy lógico, pero no lo sabes con certeza, quizás le quiera tanto que no quiere apartarse de su lado jamás- Alice me miraba con cara de ¿estás loca?
-Eres totalmente boba- me dijo sonriéndome y sacándome una sonrisa- Claro que sólo le interesa el dinero de Edward, ¿tu crees que es normal que una mujer embarazada se vaya a dormir a casa de una amiga a altas horas de la noche? No, no lo es Bells, ahí lo tienes.
-No, no es normal, pero puede que lo ame con todo su corazón.
-¿Crees que esa arpía tiene corazón?- yo sólo pude soltar una sonora carcajada y ella  me siguió.
-La verdad lo dudo mucho, pero me da muchísima lástima el pobre bebé por la madre que va a tener- le dije un poco triste.
-Eres tan buena que eres tonta Bells, haya ella con su hijo. Por cierto, quiero preguntarte algo- esto no pintaba bien...- ¿Qué fue lo que te dijo Tanya al despedirse de ti en la casa de mis papás?- Claro, ¿cómo se le iba a escapar ese detalle a Alice Cullen?
-Pues buena pregunta, no quería decírtelo porque sabía cómo te pondrías, pero dada la situación te lo diré- de nuevo la miré a sus ojos- Me dijo, “es mío, no lo olvides”.
-Es una auténtica zorra- dijo Alice levantándose con rapidez- Hay que hacer algo con esa arpía Bells, tenemos que hacer algo rápido para que se vaya de la vida de Edward y sí, me da igual el bebé que hay entre ambos, porque ahora mismo dudo que ese bebé sea de mi hermano.
-No puedo quedarme de brazos cruzados Alice, él me ama tanto como yo lo amo a él, quiero estar a su lado, tener hijos con él, tenerlo todo con él- le dije tristemente.
-Ehh, arriba esa moral, ahora no puedes venirte abajo, tienes que ser fuerte y luchar por lo que quieres- me dijo cogiéndome una mano para que me levantara de la cama.
-Pero, ¿cómo voy a tratarlo ahora Alice? Es vergonzoso...
-¿Vergonzoso? Después de lo que hicisteis anoche no creo que ninguno de los dos tengáis vergüenza...- me dijo picaronamente y yo al instante me ruboricé.
-Dios Alice es tan difícil.
-¿Quién dijo que la vida fuera fácil? Si fuera fácil sería aburrida- me dijo con una gran sonrisa y encaminándose hacia el salón y yo la seguía desde detrás- Sólo piensa que lo amas con toda tu fuerza y piensa también en la espectacular cena de navidad que tendremos en dos meses- me dijo con una preciosa sonrisa.
-Alice Dios mío, no quiero ir- le dije sentándome pesadamente en el sofá.
-Tú eres la más indicada de estar en esa fiesta y lo sabes, no querrás hacer enfadar a una mujer embarazada, ¿verdad?- me dijo amenazadoramente.
-Está bien, tú ganas.
-Si, genial, tendremos que ir de compras, tienes que estar deslumbrante- me dijo maquinando todo en su cabecita- Bueno Bells tengo que irme ya, mi querido esposo me espera para comer juntos, ¿te vienes?
-No Alice, gracias por la invitación pero tengo que hacer varias cosas para el trabajo y quiero ir a correr un rato- le dije levantándome del sofá y acompañándola a la puerta.
-Cariño cualquier cosa me llamas- me dijo despidiéndose con un beso en la mejilla.
-Si, Ali, no te preocupes- le dije con una sonrisa.
En ese momento las puertas del ascensor se abrieron y el encuentro llegó más temprano que tarde...
-¡Edward!- dijo Alice emocionada corriendo hacia su hermano.
-Alice ten cuidado- le dijo abrazándola con cariño y mirándome a los ojos con mucha intensidad... Juro que me derretiría. 
Alice se encontraba a espaldas de mí y no pudo darse cuenta de esa conexión tan intensa.
-Buenos días Bella- me dijo con su perfecta sonrisa torcida, mi favorita.
-Ho...hola Edward- estaba muy nerviosa.
-Oh, Hola Alice- dijo la zorra de Tanya cuando Alice deshizo el abrazo con su hermano. Yo la ignoré por completo como ella a mí.
-Hola Tanya, qué alegría verte- le dijo Alice con ironía- Ya se te empieza a notar el embarazo, estás más gorda que hace dos días- le dijo con una perfecta y triunfal sonrisa. Yo sólo pude disimular y decirle que ya me iba, iba a soltar la carcajada en medio de todos y no estaría bien...
-Adiós chicos- les dijo cerrando la puerta suavemente y dirigiéndome hacia la cocina para soltar la tan esperada sonora carcajada.
Alice 5- Tanya 0
Alice era estupenda, siempre sabía qué decir en cada momento y me encantaba.
Me encaminé hacia mi habitación para cambiar las sábanas de la cama, cuánto menos pruebas mejor...  Abrí completamente la gran ventana de mi habitación para que entrara el poco calorcito de la mañana.
Limpié toda la casa, hice la colada, planché y cuando terminé estaba muy cansada, pero me apetecía correr mucho.
Me vestí con unas mayas ajustadas color negro con rayas rosas, marca Adidas y un top a juego que dejaba mi ombligo al descubierto. Me calcé mis deportivas también Adidas por supuesto y para terminar me coloqué el pulsómetro en el brazo izquierdo.
Cogí las llaves y mi me dirigí hacia el ascensor.
Corrí como dos horas seguidas, ahora me daba cuenta de lo en buena forma física que estaba, siempre me gustó el deporte pero era un poco patosa. Con el paso del tiempo lo fui menos y empecé a practicarlo.
Estaba totalmente sudada, los mechones de pelo que se salían de mi cola de caballo estaban pegados en mi cara, producto del esfuerzo.
Llegué al portal. 
Saludé a Seth y me encaminé hacia el ascensor. Estaba ocupado por lo que esperé un poco.
-Bella- dijo una aterciopelada voz en forma de susurro. Dios que bien sonaba mi nombre en sus labios... 
No me había percatado si quiera que él había llegado, estaba muy metida en mis pensamientos, levanté mi cabeza y le dirigí una mirada muy intensa.
-Hola Edward- le dije con una sonrisa.
-Estás absolutamente perfecta- me dijo acercándose a mí. No podía consentir que se acercara más a mí, Seth estaba delante y podría decírselo a Tanya y entonces todo acabaría para nosotros...
-Gracias, pero no creo que esté muy presentable con este sudor- le dije de una manera muy sexy, no sé por qué lo hice, pero cuando se relamió sus labios supe que no fue una buena idea...
-Créeme cuando te digo que estás absolutamente perfecta- me dijo susurrándome en el oído en un momento que me cogió desprevenida mirando sus labios.
-Edward basta, esto no está bien y lo sabes.
-Bella yo te amo- Dios mío, ahora no. ¿Por qué me lo decía en este instante? No lo sé, pero lo único que sé es que me cogió del brazo y me metió con él en el ascensor y le dio al botón stop. El ascensor se paró y puso sus manos en mis caderas y fue acercándose peligrosamente a mí- No puedo contener el deseo que tengo hacia ti Bella- me dijo acortando la poca distancia que había entre nosotros y besándome apasionadamente.
Yo sólo pude corresponderle, era lo que más deseaba en esta vida.
Poco a poco fue haciendo mucho, mucho calor. 
-Bella te deseo en este mismo instante- me dijo con voz ronca producto de la excitación. La restregó en mi bajo vientre y solté un gemido- Eso es pequeña, quiero que gimas mi nombre y me pidas más y más- me dijo para volver a devorar mis labios nuevamente.
Empecé a quitarle los botones de su camisa y él me besaba toda la extensión del cuello.
Cuando hube terminado, empecé con su pantalón, se lo quité de un jalón junto con su bóxer, él me miro divertido y me maravillé al ver su miembro... Era enorme.
Ni siquiera sabía cuándo me bajó las mayas y mi tanga, pero lo hizo con tal rapidez que ya me encontraba desnuda.
-Absolutamente perfecta- me susurró para cogerme en brazos. Yo rodeé mis piernas en su cintura y estaba más que lista para que empezara el perfecto vaivén que sólo conseguíamos él y yo.
-Estas muy mojada- me dijo mordiéndome el lóbulo de mi oreja e introduciéndome un dedo en mi cavidad. 
-¡Edward!
-Oh, si mi amor, me fascina cuando gimes mi nombre- me dijo sacando su dedo y en su lugar penetrándome dulcemente. Nuestras miradas siempre estaban conectadas y empezamos un precioso vaivén- Mi amor eres una diosa- me susurró ajetreado por el ejercicio y eso me calentó aún más, como si eso fuera posible.
Muy pronto terminó vaciándose dentro de mí y yo estaba feliz.
Ahora no lloraría como esta mañana, ahora sólo seríamos él y yo.
-Te amo preciosa- me dijo bajándome y ayudándome a ponerme mi tanga y mis mayas.
Él se vistió en tiempo récord y ya estábamos listos para salir de aquel cubículo asfixiante.
-Mi vida te quiero más que a mi propia vida- me dijo abrazándome para después besarme dulcemente.
-Yo también te quiero Edward- le dijo sonriéndole y besándole tiernamente.
-No sabes el tiempo que llevaba esperando para que me dijeras eso- me dijo besándome de nuevo.
El ascensor pitó avisando que ya habíamos llegado a nuestro destino y las puertas se abrieron.
-Adiós preciosa, descansa y sueña conmigo. Yo siempre lo hago- me dijo besándome en la frente.
-Lo haré, te quiero- le dije dándole un beso rápido en los labios.
Salí del ascensor y el dirigí una última mirada antes de entrar en casa. Me miró y me guiñó de una forma demasiado sexy. Era mi Dios griego, era perfecto. Con esos pensamientos entré en casa por fin y corrí hacia el baño para ducharme.
Cuando terminé, me encaminé hacia la cocina e hice la comida.
Comí y me puse con los papeleos del trabajo.
Estaba muy pero que muy agotada y cuando hube terminado con el papeleo me fui directamente a la cama sin cenar siquiera, no me apetecía comer nada, sólo dormir y soñar con mi perfecto dios griego.
Muy pronto sonó el despertador avisándome que ya era hora de ducharse para ir al trabajo. Gruñí y me levanté lentamente.
Cuando terminé de ducharme, me sequé y comencé a vestirme. Me puse un precioso conjunto de chaqueta muy formal, pues hoy tenía una reunión con mi jefe y tenía que estar muy bien vestida.
Me maquillé suavemente pero resalté mis ojos con un lápiz negro bien marcado.
La mañana pasó muy deprisa, pero más deprisa pasaron los dos meses.
Tan sólo quedaban dos malditos días para la famosa cena familiar al estilo Cullen...
Alice y yo habíamos ido hace 6 semanas a comprarme el “perfecto vestido” según ella, más bien me arrastró hacia el centro comercial. Ir con Alice a comprar ropa era agobiante, incluso con su embarazo, no se agotaba nunca. 
Alice estaba casi de tres meses ya, tenía una barriguita adorable, ya se le empezaba a notar.

Flash Back.

-Bella no olvides ponerte el collar con la insignia Cullen- me dijo Alice mientras cogía un precioso vestido color rojo sangre.
-¿Pretendes que me ponga ese collar? No es nada apropiado Alice.
-Te equivocas, es muy apropiado para la ocasión- me dijo tendiéndome el vestido color rojo sangre y empujándome hacia el probador.
Me lo fui subiendo lentamente, pues para lo que costaba... no me podía permitir romperlo para no llevármelo.
El tacto del vestido era perfecto. Tenía la espalda totalmente descubierta, en forma de una “v” perfecta y llegaba hasta los riñones, justo encima del trasero. Por delante tenía el mismo escote en “v” y era imposible ponerte sujetador con ese vestido. Tenía unos pequeños detalles de diamantes justo en la terminación del escote, situado en el vientre. Era largo, me llegaba hasta el tobillo y era bastante ajustado hasta la cintura y después se iba ensanchando muy disimuladamente. 
El vestido me quedaba como un guante, perfecto, pero jamás me lo pondría, era toda una provocación ir por ahí con semejante prenda.
-Sal de ahí ahora mismo Bella- me dijo Alice amenazante y no tuve más que salir del probador...- Oh Dios mío, te queda mejor de cómo lo imaginaba, absolutamente perfecto para la ocasión- me dijo volviéndome para verlo completo.
-Alice no es nada apropiado, ¿has visto este escote? Ni siquiera puedo llevar sujetador por el amor de Dios- le dije señalando mi pecho.
-Mejor, así no te estorbará- dijo para ella misma pero yo lo escuché todo perfectamente.
-Alice Cullen, ¿ a qué te refieres?
-A nada Bells, a nada- me dijo quitándole importancia- Ya me darás las gracias en un futuro- me dijo cogiendo unos tacones dorados, justo del mismo color que los detalles que tenía el vestido- El vestido, los zapatos y el bolso te los regalaré yo por papa Noel y no me repliques nada- me dije apuntándome con su dedo amenazador y yo sólo pude asentir. No quería volver a enfadar a una mujer embarazada...- A mi querido hermano le encantará.
Edward...

Final Flash Back.

Desde el encuentro que tuvimos en el ascensor, trataba de evitarlo por el bien de los dos. 
Quería verlo, más bien deseaba verlo pero no era lo correcto.
Cuando coincidíamos nos saludábamos pero nunca volvimos a besarnos de nuevo ni mucho menos a tener más encuentros.
Su vida ahora era del hospital a casa y de casa al hospital, estaba muy liado y cuando salía, la arpía lo acompañaba a todos lados. Creo que se olía algo de lo nuestro...
Lo peor de todo era que él iría con Tanya y yo iría sola porque no tenía acompañante. 
Alice me dijo que no hacía falta que llevase a nadie, pues no estaría sola en ningún momento de la noche, pero por lo menos no se entrometió demasiado en eso.
En ese momento decidí llamar a Jacob.
Hacía semanas que lo había estado pensado pero nunca me atrevía, ahora sí lo haría, era arriesgarme o ir sola a aquella cena.
-¡Bella!- me saludó Jake con la misma alegría de siempre.
-Hola Jake.
-¿Qué tal estás? Desde que fui a recoger mi moto de tu casa no te he visto loca, quiero verte.
-Estoy muy bien y sí, hace mucho que no nos vemos, como siempre cada vez que nos llamamos- le dije riéndome y él enseguida me acompañó.
-Eso es cierto, por eso quiero verte lo antes posible.
-Y me veras, si aceptas la propuesta que tengo para ti- le dije pidiendo por favor que aceptara venir conmigo, aunque viniendo de Jake, dudo mucho que tuviera algo que hacer un sábado y no querer acompañarme.
-Pues tú dirás rompedora- otra vez no... Bastante tuve con Emmet estos meses, cada vez que nos veíamos me decía sexy... era una situación bastante incómoda...
-Quiero que me acompañes a una cena de navidad.
-Mmmm suena muy formal.
-Lo es, será con los Cullen- le dije a Jake antes que nada, sabiendo que él y Edward nunca se llevaron bien...
-Oh, claro, lo imaginaba, ¿es mañana verdad?- me pilló totalmente por sorpresa, ¿cómo lo sabía?
-Si, pero ¿cómo lo sabes?- le dije muy sorprendida.
-Pues verás, Alice me llamó hará como 5 semanas y me lo dijo. Supuso que tú no me llamarías hasta el día antes y supuso bien- me dijo con una carcajada.
-Voy a matarla.
-No, nuestra Ali es muy lista y lo sabes, a sí que ya tengo hasta mi atuendo escogido por supuesto por la enana.
-La verdad me ha quitado un peso de encima, no me decidía Jake, sabes cómo soy para pedir favores.
-Si lo sé, por eso no tienes que preocuparte. Mañana te recogeré a las 8 de la tarde e iremos a casa de los Cullen a esa maravillosa cena- me dijo esto último con ironía en su voz y consiguió su objetivo. Solté una gran carcajada y el me siguió.
-Gracias Jake, te debo una, mañana nos vemos. Un beso.
-Si preciosa mañana nos vemos, adiós.


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Chicas espero que os guste, lo he adelantado para que lo leáis antes, besos a tod@s!!!

..*ROMINA*..






3 comentarios:

  1. Wooow me encantoo Romii!!! estubo genial, realmente un alivio que se revelasen sus sentimientos de una buena vez, mmm ya me huelo algo en la cena de navidad, algo va a pasar de seguro y mas con Bells vestida de esa forma!!
    Espero que no se arme lio con Jacob, si no se llevan bien mmmm, bueno espero que no se peleen.
    Muhcas pero muchas gracias por tus comentarios en mi fic yo tambien los aprecio muchisimo y tambien te considero una amiga :) Ya quiero leer esas teorias de las que dices!!!
    Bueno espero ansiosa tus siguiente publicacion. Felicidades de nuevo por tu publicacion en el blog de Angylito:)
    Besitos hermosura XD

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  2. Flopii muchas gracias cariñoo por comentarme!!! Te lo agradezco con todo el alma, tú mejor que nadie sabes lo difícil que es esto sin apoyo, pero para eso te tengo a ti y tú a mí :D Eres una verdadera amiga enserio guapa! Espero que hablemos pronto y un beso muy fuerte, un abrazoo guapísima!

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  3. Chica esta buenísimo. Me esta que Edward le va a dar un colapso nervioso cuando vea a Bella con Jacob y semejante vestido. Eso me encantá, la intriga esta buenísima. Me encantó el encuentro furtivo que tuvieron en el ascencor y todo lo que ha pasado. ¿Qué estará inventandose Alice con esa fiesta? La intriga me mata, Saludos!!!

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*..Diosas del Crepúsculo..*